Por Sofía Diamante - El
gobernador Axel Kicillof pidió ayer postergar
el vencimiento de US$250 millones que tiene fecha el próximo 26 de
este mes al 1° de mayo. Las opiniones que generó esta decisión son tan
disímiles entre los economistas que dejaron dos conclusiones: la mala
comunicación a la hora de hacer el anuncio (a través de una solicitada) y la
incertidumbre que agrega a futuro. ¿Por qué se pospuso el pago para el mes de
mayo? ¿Por qué solo se posterga el pago del capital del bono y no los US$27
millones de intereses que paga? ¿Por qué cuatro días antes del anuncio, en
Presidencia dijeron que iban a auxiliar a la provincia para evitar el default y
dos días después, el ministro de Economía, Martín Guzmán, indicó
que no contemplaba ningún salvataje?
Más allá de
estos interrogantes, que benefician a los especuladores financieros con los
cambios en las cotizaciones de los bonos, los analistas consultados señalaron
que "era de esperar" la decisión del gobernador de Buenos Aires, pero
criticaron "la improvisación" alrededor de la deuda.
En concreto,
por ahora se les pidió a los acreedores posponer el pago del bono dolarizado
Buenos Aires 2021 (BP21) para mayo. Si el 75% de los bonistas acepta, se
posterga el pago. En caso contrario, la provincia puede cancelar ese monto o
entrar en default.
"Esto
ocurre en la provincia más importante de la Argentina, con un gobernador que es
afín al Gobierno. Los bonos están en manos de acreedores institucionales, que
pueden asustarse y desprenderse rápido de esos títulos. Y los que compran los
bonos son los fondos que se dedican a litigar, lo que podría generar un
problema serio a futuro", señaló Héctor Torres, exdirector ejecutivo del
FMI en representación de la Argentina. Además, criticó la decisión de no
aceptar los US$13.000 millones que restan desembolsar del acuerdo con el Fondo,
sobre todo luego de que el Gobierno haya implementado medida fiscales
ambiciosas con la ley de emergencia.
En relación
a si se trató de una estrategia coordinada con la Nación, hay analistas que
descuentan que fue una decisión aislada, luego de las declaraciones que hizo el
Ejecutivo en los últimos días.
"Al
hablar Guzmán de este tema y hacer caer los precios de los bonos, le permite a
la provincia tener más concesiones con una mayor quita, lo cual es una
estrategia muy riesgosa que demuestra debilidad conceptual y profesional",
criticó con dureza un exfuncionario del Banco Central.
Por su
parte, el exsecretario de Finanzas Daniel Marx, que tuvo charlas de
asesoramiento con el equipo económico de Guzmán, indicó que la provincia y la
Nación "tienen caminos separados, pero no divergentes". "Cada
una tiene su propia entidad jurídica, pero algún efecto de señal tiene, aunque
no es vinculante. El monto que se quiere postergar no es tan grande, pero
cuando no hay caja es difícil, sobre todo con las prioridades que tienen",
comentó el director de Quantum Finanzas. Y agregó: "Es una medida que no
sorprende, ya que el país no tiene acceso al mercado voluntario, aunque se
descontaba que los pagos iban a continuar un poco más".
De igual
manera coincide Miguel Kiguel, director de Econview y exsecretario de Finanzas:
"No creo que la decisión de Kicillof tenga mucho efecto en la
renegociación de Nación. Lo que no entiendo es por qué se postergó hasta mayo,
ya que no creo que vayan a haber cambios sustanciales: no estará en mejores
condiciones de pagar de lo que está hoy".
El cambio
que podría haber es que el equipo de Guzmán finalice la renegociación de la
deuda y la Argentina vuelva a acceder al mercado externo. El presidente indicó
que la fecha límite para esto es el 31 de marzo, pero las negociaciones
dependen de muchos factores, que podrían atrasar las conversaciones.
Los
acreedores miran además de reojo las conversaciones del Gobierno con el FMI.
Según indican en Presidencia, la negociación "está encaminada",
aunque en el FMI dicen que no hay fecha prevista de una visita al país.
"La
situación parece más complicada de lo que se plantea. Guzmán tiene problemas
más grandes que el posible default de la provincia. En el Gobierno indican que
finalizarán las renegociaciones antes del 31 de marzo, pero sin un acuerdo
previo con el Fondo esto parece poco creíble, ya que el FMI es el principal
acreedor. Y es muy difícil negociar con el organismo y el sector privado antes
de esta fecha", concluyó un ejecutivo de un fondo de Wall Street.
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