Por Francisco
Jueguen - Quilmes, Mondelez, Arcor y Nestlé, entre otras cerca
de 30 importantes empresas alimenticias argentinas, se reunieron ayer cerca de
las 15 para intentar desentrañar cómo será la nueva
administración del comercio que llega de la mano del gobierno
de Alberto
Fernández .
Allí, en la sede de
la poderosa Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal),
reinaba la incertidumbre. El principal tema de debate fue el llamado de
funcionarios del Ministerio de Desarrollo Productivo a algunos directivos de
empresas para rechequear sus emails y hacerles llegar -sin mucha explicación-
el instructivo para que cada compañía presente la proyección de sus
importaciones para este año.
Pero esas dudas se
acrecentaban porque el nuevo pedido oficial coincidía con el anuncio del
Gobierno de sumar cerca de 300 posiciones arancelarias bajo el
paraguas de licencias no automáticas (LNA) la semana pasada -se pasó de un 12%
a casi un 15% del total-, y también porque se registraron reclamos por retrasos
en aprobaciones de importaciones en los sectores automotor, autopartista y del
plástico, entre otros. Todo se congregó en un contexto de escasez de divisas
simbolizado ayer por la decisión del gobernador de la provincia de Buenos
Aires, Axel
Kicillof , de intentar postergar algunas semanas el pago de
deuda en dólares bajo legislación extranjera.
En el Ministerio de
Desarrollo, que conduce Matías
Kulfas , negaron que existiera una administración de divisas.
"Lo que existe es una metodología de trabajo. Necesitamos conocer el
volumen de negocio de las empresas previsto por un simple proceso de
organización", afirmó a LA NACION un importante funcionario de esa
cartera. "Se pide información mínima y básica de planificación para poder
conducir el proceso de desarrollo", dijo el funcionario, y agregó: "Lo
que había era un proceso de malcrianza del universo. Un proceso automático que
autorizaba todo. Ese proceso nos llevó a la situación en la que está el país.
Ahora vamos a una conducción humana del proceso de desarrollo".
En ese ministerio
además ofrecieron algunos datos. Desde el 18 de diciembre a la fecha, el 97% de
las SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones) presentadas por el
sector automotor estaban importadas, y el restante 3% fueron presentadas el 6
de enero. Tres días después hubo algunos reclamos y en dos días se aprobaron.
El ministerio tiene hasta 60 días para revisarlas, agregaron cerca de Kulfas.
"Tuvimos
demoras la semana pasada, pero el viernes se aprobaron todas la pendientes de
producción, repuestos y vehículos. Nos dijeron que era un problema de sistema.
Veremos", dijeron en la industria automotriz. "Somos todos del mismo
colegio. Tuvimos todos el mismo problema", reconoció Martín Zuppi,
director general de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) en una entrevista con LA
NACION. "Hoy tenemos el stock acomodado, pero si estos problemas se
extendieran nos obligaría a tener mayor cantidad de piezas por una posible
devaluación. Esto nos incrementa el costo financiero. Además, con relación a la
producción local, nos puede restar agilidad, lo que ocasionaría paradas
productivas. Trabajamos con tres días de piezas. Si me paran una semana la
importación me paran una línea de producción. Tuvimos problemas y se
resolvieron en unos días. Pero si empezamos estas cosas vamos a tener
incovenientes en la rentabilidad y en la operación", agregó.
"Hay colegas
que están teniendo problemas con importaciones de insumos por el tema de las
licencias", contaron en una autopartista. "Parece que esto va a
seguir así porque están volviendo al esquema de exigir que presentes información
de tu empresa, facturación, plan de inversiones para ver si te autorizan las
importaciones", completó. "Lo vemos complicado", afirmó.
Por ahora, los
pedidos de información solo llegan a las importaciones proyectadas para 2020,
pese a que en algunos casos se reclaman datos de años anteriores. No hubo
ninguna firma que denunciara -como sucedió en el pasado- que se le reclamara
una cantidad de exportaciones o inversiones para autorizar compras en el
exterior.
En la reunión de
Copal de ayer hubo preocupación, pese a que en las empresas no se sorprendieron
con la nueva política oficial. Lo que generaba incertidumbre, en cambio, era la
falta de precisiones sobre los nuevos requerimientos de información y qué
profundidad llegará a tener el cambio de 180 grados en la política de
administración de comercio instaurada por Desarrollo Productivo.
La nueva administración de comercio
Licencias
La semana pasada,
el Gobierno aumentó la cantidad de productos que quedaron bajo el paraguas de
las licencias no automáticas. Se sumaron cerca de 300 posiciones nuevas.
Pedidos de información
Días atrás, el
Ministerio de Desarrollo Productivo envió a las empresas un instructivo para
llenar una planilla en la AFIP con la proyección de sus importaciones en 2020.
Demoras
Las automotrices,
algunas autopartistas y la industria del plástico comenzaron a tener demoras en
la aprobación de las licencias no automáticas de algunos insumos que necesitan
para producir.
Inconsistencias
La semana pasada,
el Gobierno determinó que, ante algún problema con la licencia no automática,
el interesado deberán tener una entrevista con una persona y no podrá resolver
su problema a través del actual sistema automático.
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