Por Leandro
Gabin - El mercado local se abrió para la Ciudad de Buenos Aires. En realidad,
nunca estuvo cerrado para el distrito más rico del país y aquél que tiene el
mejor historial de cumplimiento de sus obligaciones (cero defaults a pesar de
las crisis).
Así, el Ministerio
de Hacienda y Finanzas –a cargo de Martín Mura- realizó la reapertura del bono en pesos 2022 (BCD22), recibiendo ofertas por $10.000
millones (equivalentes a u$s158 millones) y tomando finalmente $9.400 millones,
es decir u$s149,4 millones, que equivalen al límite autorizado. Recibieron 154
órdenes de compra.
La transacción, que
superó las expectativas de los funcionarios porteños, fue comprado en su
totalidad por inversores locales (Fondos Comunes de Inversiones, compañías de seguros,
bancos e inversores individuales), demostrando que hay liquidez para
instrumentos en pesos.
Los colocadores
fueron Banco Ciudad, Galicia, HSBC, TPCG y Puente. Con respecto a la tasa, la administración de Horacio Rodríguez Larreta pudo
reducirla en comparación a la colocación de noviembre del año pasado. Esta vez
pagaron Badlar más 8,25%, comprimiéndose 460 puntos básicos respecto a la
anterior (fue del 12,70% en esa oportunidad).
La emisión le
aseguró a la Ciudad los fondos para repagar el 50% de las amortizaciones de deuda
de este año (en torno a los u$s300 millones). Por lo tanto, conseguir el
remanente no debería ser difícil ya que tienen por delante todo el año.
El
dato no es menor en el contexto en donde la Provincia de Buenos Aires (PBA)
coquetea con un default de la deuda por un vencimiento de u$s250 millones.
Claro que esa
provincia es más inestable y está atada al ciclo económico en forma más
correlacionada que la Ciudad. Además, su historial de defaults (a la par que el
soberano) le exige pagar tasas de interés más elevadas.
¿No podría aprovechar Axel Kicillof la liquidez
en pesos y salir a conseguir el equivalente a esos dólares
para pagar el vencimiento de fin de mes? Preguntas que se hacen en el
mercado.
Volviendo a la
transacción porteña, el subsecretario de Finanzas de la Ciudad, Abel Fernández
Semhan, destacó que "la importancia de la colocación es que pudimos duplicar
el tamaño en circulación del bono, y extender la curva de pesos locales hasta 2 años de plazo, lo que posibilitará
a otros emisores tener una referencia líquida para el mercado de pesos de largo plazo".
El funcionario dice que ahora el mercado
tiene un parámetro para salir a colocar deuda ya que ellos marcaron el puntapié
inicial. Claro que los que tengan mejor rating que CABA podrán aspirar a
conseguir mejores tasas, pero también le pone un piso al resto de los emisores
que no tengan tan buenas credenciales.
Se cree que habrá
empresas saliendo a tomar pesos en el plaza para aprovechar la liquidez existente.
Santander, recientemente, salió a colocar Obligaciones Negociables (ON)
también.
Fernández Semhan
destacó que hace 4 años que la Ciudad solo emitió deuda en moneda nacional en
el mercado local, lo que ratifica el compromiso de apostar al cambio en el mix
de moneda de la deuda, a la extensión de los plazos de vencimiento de la duda y
al compromiso con el desarrollo del mercado local de capitales.
De hecho, el monto en circulación del bono en pesos 2022 luego de esta emisión se ubicará en torno a
los 19.000 millones de pesos de valor nominal, lo que por las condiciones
crediticias lo transforma en un bono con mucha liquidez, siendo
referencia en el tramo corto de la curva de pesos.
El equipo económico de Rodríguez Larreta
descartó que vayan a emitir más deuda para compensar el bache que pueda llegar
a generarle la baja en la coparticipación que se está negociando con el
Gobierno Nacional.
Si bien todavía no
se conoce de cuánto será la poda, se especual que podría ser de 1 punto de la
coparticipación equivalente a $35.000 millones. Dicen que no es conveniente,
eventualmente, tapar eso con más deuda. IPROFESIONAL
Recrudece tensión en el campo: los productores ya hablan de un cese de
comercialización
Por Patricio
Eleisegui - El cese en la comercialización de granos entró en cuenta regresiva.
Así lo confirmaron representantes de varias de las principales organizaciones
de la actividad agropecuaria en la Argentina.
La medida, corolario de las movilizaciones que se vienen dando en las
principales provincias productivas, cobraría forma antes de que concluya enero
si es que el Gobierno no acata los pedidos del sector.
En
torno al oficialismo, según pudo indagar iProfesional, predomina la idea
de que los pedidos de las entidades son un mero formalismo. Y que desde el
vamos están pensados para provocar el rechazo del Gobierno, lo cual terminaría
justificando una parálisis que para algunos ruralistas duros significará la posibilidad
de hacer concreta una contundente demostración de fuerza.
"No lo van a reconocer abiertamente, pero hasta el momento no han
dado señales de querer llegar a un acuerdo verdadero. Sobre todo las
organizaciones más duras, como es el caso de CARBAP. Por ejemplo, quieren que
el Gobierno quite por completo las retenciones. Eso es algo absurdo,
impracticable, y las cúpulas lo saben. Están haciendo política", dijeron a este medio fuentes con
llegada a la cartera de Agricultura.
Precisamente,
desde CARBAP –sigla que hace referencia a la Confederación de Asociaciones
Rurales de Buenos Aires y La Pampa–, su titular, Matías de Velazco, reconoció
ante iProfesional que, entre otros aspectos, los productores
nucleados en esa entidad exigen la eliminación completa de las retenciones.
"Tiene
que haber un programa cierto y lógico de eliminación. Un cronograma que
establezca el abandono de las retenciones. Las compensaciones de las que hablan
desde el Gobierno son un cuento chino. ¿Para qué te sacan, entonces, si dicen
que luego te van a devolver? Hay que quitar las retenciones, ese es el
camino", sostuvo ante este medio.
De
Velazco confirmó que el próximo sábado 18, en una reunión que se llevará a cabo
en la Sociedad Rural de la ciudad bonaerense de Pergamino, CARBAP terminará de
definir los alcances de su plan de acciones frente a la decisión gubernamental
de acentuar la presión impositiva sobre el agro.
Expuso,
también, que entre los integrantes de la confederación "existe una voz
unánime que pide el cese de comercialización de granos". En ese sentido,
el dirigente anticipó que la medida en cuestión se hará efectiva si el Gobierno
no atiende el pedido de las organizaciones antes de que concluya enero.
"Vamos
a desembocar en eso, tal como van las cosas. Tenemos una asamblea el sábado que
viene y nos mantenemos con reuniones zonales para aunar las opiniones. El cese
de la comercialización sería a fines de este mes, es lo que más prevalece entre
los productores. Las movilizaciones siguen y lo que estamos pidiendo, sin resultados
hasta ahora, es que se contemple que tiene que haber una mejoría para la
producción en general", dijo De Velazco.
El encuentro del sábado 18 viene siendo promocionado por las entidades
del campo vía invitaciones que, divulgadas entre sus adherentes, rezan
"Más impuestos es igual a menor producción, menor empleo y más
pobreza".
"Lo
que se pide es lógico en cuanto a quitar las retenciones y otras cargas, pero
también se reclama un programa real para la actividad. No es que hay que
acordarse del campo sólo cuando se tiene que recaudar. Hay mucha unión entre
los productores para sostener el reclamo", concluyó el titular de CARBAP.
A la
par del pedido de erradicación de las retenciones, la confederación junto a la
Mesa de Enlace reclaman también una baja en el impuesto inmobiliario provincial
y las tasas municipales.
Federación
Agraria, expectante
Del
lado de Federación Agraria, si bien también predomina la posición crítica hacia
el Gobierno, lo cierto es que la cúpula busca con mayor énfasis acercar posiciones
para evitar un conflicto abierto y a gran escala.
En esa dirección, desde la entidad comentaron a iProfesional que se acercaron propuestas para el desarrollo
de políticas que contemplen la situación que atraviesan diversas cooperativas
del interior de la Argentina, el mal momento que sufren las economías
regionales y la necesidad de flexibilizar la presión impositiva.
"En
nuestro caso, estamos en un compás de espera, tratando de lograr una cercanía.
Esperamos por propuestas claras en términos de eventuales compensaciones por el
esquema de retenciones vigentes, y también se aguardan medidas que impulsen la
economía conjunta del país", dijo a iProfesional Carlos
Achetoni, titular de Federación Agraria.
"Necesitamos
una propuesta concreta, que se le diga al productor de qué forma se harán las
compensaciones o se aplicarán las medidas que se vienen anunciando. En nuestro
caso no definimos un plazo para el Gobierno, pero la semana que viene tenemos
reunión del consejo central de Federación Agraria y ahí se tomarán decisiones
si no hay alguna señal oficial", adelantó.
Achetoni
sostuvo que el campo hoy opera "al límite de sus posibilidades
económicas", por lo que "resulta un error seguir pidiéndole
esfuerzos".
"El
campo necesita nuevos estímulos para que se lleven a cabo inversiones.
Apostamos al diálogo para llegar a una solución común. Pero al igual que en
otras organizaciones, en nuestro caso también se podría avanzar con un cese en
la comercialización si no aparecen soluciones", expresó.
El directivo sostuvo que, más allá de la buena predisposición que
mantiene la cúpula de la organización, el malestar que expresa el grueso de los
productores poco a poco comienza a resquebrajar la paciencia que pugna por
mantener la cúpula de Federación Agraria.
"Los
días pasan y no aparecen las respuestas del Gobierno. Lamentablemente, la
agitación nos va dejando sin margen de espera. Las bases están inquietas y, de
no haber una señal política para la semana próxima, lo más probable es que
exijan medidas fuertes en términos de protesta. Si de acá a febrero no hay un
acuerdo con el Gobierno, la posibilidad del cese en la comercialización será
concreta", aseveró.
Impacto
positivo
El
renovado aumento aplicado a los derechos de exportación y los impuestos
nacionales, provinciales y municipales, argumentan en el ámbito agropecuario,
impactará en el resultado económico de los principales cultivos.
Además, tendrán un agravante: los productores sembraron el trigo, el
maíz y la soja de primera con un escenario impositivo y van a cosechar esos
granos con otro muy distinto.
Así lo
determinó un trabajo titulado "Impacto de la presión tributaria en la
producción agrícola", realizado por especialistas del Instituto de
Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural.
"Para
este análisis se cuantificaron la totalidad de los impuestos que termina
pagando el productor de cualquier manera, tanto al momento de la venta, como
los impuestos cargados sobre la totalidad de los factores de la producción que
utiliza el productor para realizar la actividad", se explica en el
estudio.
El
primer cultivo analizado es el trigo. Cuando los productores sembraron, los
impuestos representaban el 88 por ciento de su resultado y luego del cambio de
reglas de juego, el peso de los tributos pasó al 97 por ciento.
"Esto
significa que para los que vendieron sus granos luego de cambio impositivo, los
aumentos de impuestos le redujeron su resultado económico un 75%. Lo mismo le
pasó al resto de los cultivos de invierno, como la cebada", advierte el informe.
En la soja, la presión tributaria en el resultado del productor pasó de
87 por ciento en septiembre de 2019 a 94% en diciembre de 2019. "Esto
implica que el resultado económico se verá reducido en un 54%, un poco menos de
la mitad del resultado que esperaba cuando sembró", señala el estudio.
En el
maíz, los impuestos pasaron de representar el 81% del resultado al 94% con el
nuevo esquema tributario. "Los productores que vendan sus granos luego de
los cambios impositivos verán reducido su resultado económico un 68%, casi dos
tercios del resultado que esperaba cuando sembró", destaca la Sociedad
Rural.
|