Por Francisco
Jueguen - El Gobierno enviará esta tarde al Congreso un proyecto
para la Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda -que no incluirá detalles
de la oferta final y que será referido a los bonistas con papeles bajo
legislación extranjera- con el fin de avanzar en el camino a una
restructuración con los acreedores privados.
El anuncio lo realizó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en una
conferencia de prensa esta mañana en el quinto piso del Palacio de Hacienda. La
noticia se conoció cuando en Davos, Joseph Stiglitz -economista muy cercano a
Guzmán- ratificaba que los bonistas argentinos deberán enfrentar "fuertes
pérdidas". Al mismo tiempo, crecían también los rumores de que grandes
fondos de inversión no avalarían el pedido de Axel Kicillof de postergar el
pago del bono BP21.
El riesgo país subió más de 4% tras el anuncio de Guzmán de que no
habría auxilio a la provincia de Buenos Aires y luego las palabras de Stiglitz
sobre presuntas "significativas quitas" en el proyecto de
reestructuración de la deuda pública argentina.
"La propuesta concreta no la presentaremos hoy. Será comunicada en
forma oportuna", dijo Guzmán sobre los detalles de la oferta nacional a
los bonistas. Agregó que la iniciativa que enviará al Congreso estará dentro
del marco de la ley de Administración Financiera, e incluirá disposiciones
sobre plazos, tasas y montos de capital. "Los detalles estarán en el
momento que corresponda", volvió a rescatar y luego esquivó la pregunta de
LA NACION sobre los dichos de Stigliz. "Esperamos el apoyo del
Congreso", señaló el funcionario sobre la iniciativa política.
Semanas atrás, el Gobierno había logrado la firma de un documento
apoyando la renegociación de la deuda de parte de los sindicatos y algunas
cámaras empresarias.
El ministro de Economía afirmó que la estrategia de la deuda de la
provincia de Buenos Aires está "coordinada" con la nacional. "De
nada serviría hacer un salvataje", anunció Guzmán y descartó de plano un
auxilio para pagar los vencimientos provinciales. "Eso podría hacer explotar
el gasto", alertó sobre otros reclamos. "Trabajamos de forma
coordinada y pedimos a los bonistas la misma buena fe. Que nos den el tiempo
necesario para resolver el descalabro económico, las condiciones para crecer y
recuperar la capacidad de pago", indicó sobre la provincia.
El funcionario recordó que el Gobierno Nacional ya había
hecho un reperfilamiento unilateral -similar al de Macri- de cerca de US$9000
millones de letras del Tesoro (letes) en dólares, que se pagarán
ahora a fines de agosto. En ese sentido, remarcó que tanto Nación como
provincia de Buenos Aires seguirán pagando intereses. Recordó que el gobierno
nacional siguió pagando vencimientos con reservas.
"Se sirven los intereses, pero ningún país del mundo paga las
amortizaciones de capital. Se refinancian", dijo Guzmán, que agregó que
"no tiene sentido pagar a tasas prohibitivas". Los vencimientos de capital
más importantes para la Nación son en el segundo semestre. El ministro de
Economía advirtió que un default en territorio bonaerense "perjudicaría a
todas las partes" y "generaría ruido" en la negociación.
Guzmán había comenzado su conferencia haciendo una descripción de la
situación en la que había encontrado las cuentas públicas. "La situación
es crítica. Hay una profunda crisis de deuda. Lo que se ha hecho es un
desastre. Se rifó el acceso a los mercados en dos años. Aumentó brutalmente el endeudamiento
y no creció la capacidad productiva para poder pagar la deuda. Le pedimos al
FMI el préstamo más grande en la historia y lo usamos para financiar la salida
de capitales", dijo.
Luego agregó que las actuales conversaciones con el Fondo son
"constructivas", y señaló que el plan con el organismo es de
Argentina y sin condicionalidades. "Queremos reperfilar el sendero de
pagos", advirtió sobre el SBA firmado por el país.
Tanto los acreedores privados como el FMI esperan que el Gobierno
presente un plan de mediano plazo para avanzar en las negociaciones por la
deuda. Hasta el momento, los analistas creen que sólo se difundió un programa
de estabilización, que no da previsiones certeras sobre la situación fiscal,
monetaria, cambiaria, la lucha contra la inflación, las tarifas de los
servicios públicos ni sobre reformas estructurales.
Guzmán se
reunirá con Kristalina Georgieva, la directora gerente del FMI en unas jornadas
en el Vaticano entre el 4 y 5 de febrero. Unos días antes, el
ministro de Economía viajará a Nueva York para participar del Consejo de las
Américas.
"Hoy nos toca restaurar la sostenibilidad de la deuda. La voluntad
de pago está. Necesitamos generar capacidad, alivio. Estamos dando pasos firmes
para recuperar eso. Pero no vamos a hacer promesas rimbombantes", agregó
el ministro, que volvió a rescatar que en el Gobierno buscan negociar de
"buena fe" con los bonistas.
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