Por Jorge Herrera
- El cierre de las cuentas fiscales del 2019 arrojó un déficit primario,
del Sector
Público Nacional, de $95.121,6 millones (0,44% del PBI) y un
déficit financiero de $819.406,9 millones (3,76% del PBI), gracias a la
inclusión de una serie de ingresos extraordinarios. De modo que al excluirlos
el déficit primario en realidad se eleva a $208.766,7 millones (0,96% del PBI)
mientras que el déficit financiero pasa a ser de $933.052,0 millones (4,28% del
PBI).
Al respecto el
informe oficial da cuenta que “en 2019 se percibieron ingresos
extraordinarios, destacándose el traspaso de Lotería Nacional a la órbita de la
Ciudad de Buenos Aires ($4.813,6 millones), registrados como ingresos
corrientes. Además se percibieron recursos por ventas de activos fijos por
parte de empresas públicas por $44.595,5 millones (Centrales Barragán y
Brigadier López, y la cesión de Aguada del Chañar a YPF.) y transferencias por
parte del FGS a la ANSES con destino al financiamiento del Programa de
Reparación Histórica por $64.236,0 millones, ambos registrados como recursos de
capital”.
A la hora de
analizar la perfomance fiscal, por un lado resulta insoslayable la mejora
respecto del cierre del año 2018, pero a la vez alerta sobre el jaque que el
creciente pago de los intereses de la deuda pone a la Tesorería. El año pasado
el mayor déficit financiero se debe al pago de $724.285,3 millones (sin incluir
los intereses pagados intra Sector Público) lo que implica un incremento anual
del 86,2% (representa el 18,4% de los ingresos totales del Sector Público
Nacional). De ahí que cualquier saneamiento fiscal debe contemplar, sí o sí,
una renegociación de la deuda pública. Por ello no extraña que desde el
Gobierno destaquen que la situación fiscal es muy delicada y denota cierta
fatiga del Tesoro. Más aún considerando que se dieron algunos movimientos sobre
el cierre del año pasado, también de carácter extraordinario que explican por
qué los ingresos totales ($3.937.073,5 millones) aumentaron un 51,4%
interanual. Es que se produjo un adelantamiento del pago de Derechos de
Exportación por $52.233 millones que debían haber ingresado este año, y a la
vez, una postergación de la devolución del IVA por $6.492,4 millones
correspondientes al 2019.
Mientras que los
gastos primarios totales del 2019 ascendieron a $4.032.195,1 millones,
aumentando un 37,2% interanual. Lo que explica la mejora del déficit primario.
Al tener en cuenta que la inflación anual fue de casi 54% vale señalar que las
prestaciones de la Seguridad Social tuvieron un crecimiento interanual del
44,5% destacándose las Asignaciones Familiares ( 40,9%) y las Jubilaciones y
Pensiones Contributivas ( 44,5%). Por su parte, el gasto de capital tuvo un
incremento de solo un 12,4% interanual donde sobresalen las variaciones
negativas en Educación (-36,2%), Vivienda (-12,9%) y Energía (-9,5%), mientras
que Transporte ( 55,7%) y Agua potable y alcantarillado ( 28,8%) registraron
porcentajes positivos.
Otro dato que traen
las cuentas fiscales del 2019 es un aumento de la deuda exigible de $93.165,3
millones a un total de $282.349,8 millones.
Por lo tanto, si se
tomaran en consideración estos otros ingresos extraordinarios (adelantamiento
de Derechos de Exportación y retraso en los reintegros del IVA) y el incremento
de la deuda exigible, el déficit primario alcanza los $360.657,4 millones
(1,66% del PBI) mientras que el financiero se eleva a $1.084.942,7 millones
(4,98% del PBI). Lo cual es un reflejo más cercano de la real situación fiscal,
porque todos estos ingresos extraordinarios, que no estuvieron en 2018, no
estarán en su mayoría este año, y queda un mayor stock de libramientos impagos
y de devoluciones de IVA.
Claro que el
Gobierno aspira a que con el paquete de ajuste lanzado con la Ley de
Solidaridad logre encaminar el resultado primario y con un exitoso canje de
deuda descomprima el rojo financiero. De lo contrario los números son
delicados.
De todos modos los
datos brindados por Hacienda despertaron la curiosidad de los analistas que esperaban
más picardías contables, para mostrar un mayor déficit primario en 2019 lo cual
le ayudaría en su perfomance futura sobre todo con el FMI.
Otro tema relevante
es el gasto en Subsidios Económicos que ascendió en 2019 a $338.409 millones,
lo que implica un aumento del 20,3% interanual.
Con relación a los
datos correspondientes a diciembre pasado el déficit primario fue de $120.143,2
millones mientras que el financiero totalizó $225.402,8 millones (pago de
intereses fue de $105.200 millones). Vale señalar que además del efecto
estacional (por pago de sueldos, jubilaciones y aguinaldos) el paquete social
lanzado por el Gobierno (bono a planes sociales y pagos adicionales a
Asignación Universal por Hijo (AUH) y a jubilados y pensionados) implicó un
aumento del gasto de orden de los $30.000 millones.
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