Por Juan
Bergelín - "Fue bueno mientras duró". "Pájaro que comió
voló". Frases como estas podría ilustrar perfectamente lo que pasó con los
depósitos en dólares del sector privado desde mediados de diciembre a
la fecha.
Los números del
Central confirman que gran parte de la incipiente recuperación que venían
registrando las colocaciones en moneda extranjera se debió exclusivamente a una
cuestión impositiva. Pasar año nuevo con los dólares en una cuenta bancaria fue la decisión de muchos
contribuyentes que, tras esquivar el Impuesto a los Bienes Personales,
volvieron a retirar sus billetes de los bancos.
En
concreto, desde el primer día hábil de 2020 el stock de depósitos en dólares del sector privado inició un lento pero constante
goteo que acumula una salida de fondos de u$431 millones en los primeros 15
días de enero y que por ahora no logra encontrar un piso.
Las estadísticas
del BCRA muestran que todos los días hubo salida neta de fondos, en claro
contraste con lo que pasó en la última quincena de diciembre, cuando no hubo
ningún número en rojo en la serie diaria.
"Se fue un 35%
de todo lo que entró en las últimas semanas", asegura un gerente
financiero de una de las entidades locales más grandes del sistema. Sus números
están en línea con lo que se registró en el resto de los bancos, ya que los u$s431 millones que se fueron hasta ahora
representan el 27,5% de los u$s1.566 millones que ingresaron desde el 13 de
diciembre.
Así, los depósitos
en divisas pasaron de un piso de u$s17.941 millones a un pico de u$s19.507
millones el 31 de diciembre y desde ahí comenzó un goteo que llegó a los
u$s19.076 millones que hay hoy en los bancos. Este sube y baja, de todos modos,
dejó el stock de colocaciones en dólares del sector privado en el nivel más alto desde el
31 de octubre del año pasado, cuando se ubicaba en u$s19.130 millones.
Preparados para más
retiros
La sensación que
hay en el sector es que en el corto plazo esta tendencia continuará, ya que
consideran que la mayor parte de los más de u$s15.000 millones que se
depositaron sobre el final de diciembre fue para eludir el pago de Bienes
Personales. "Por lo pronto, esto va a seguir un poco más. El que se fue de
vacaciones la primera quincena de enero, cuando vuelve lo saca", aseguran
en otro de los bancos más activos del sistema.
En
concreto, según la regulación de la AFIP, todas las colocaciones en caja de
ahorro y plazo fijo, tanto en pesos como en dólares, no pagan Impuesto a los Bienes Personales, a
diferencia de la tenencia de dólares billetes, que sí está alcanzada por el impuesto.
Eso explica el
beneficio fiscal de sacar los billetes verdes del colchón, de las cajas de
seguridad o de donde sea para llevarlos al banco para tenerlos ahí en el cierre del ejercicio.
Así, cuando cada
contribuyente haga su declaración de bienes al 31 de diciembre, abonará este
impuesto con alícuotas progresivas, las cuales hasta van desde el 0,5% hasta el
1,25% sobre el valor de los activos, algo que aumentó tras la Ley de
Solidaridad y Reactivación Productiva. Siempre el cómputo es a partir del
patrimonio que exceda el mínimo no imponible, que se mantuvo en $2.000.000.
Los abogados
tributaristas, sin embargo, advierten que la AFIP podría invalidar la exención
si se realiza un depósito un par de días antes de fin de año y se retira en los
primeros días de 2020, ya que sería leído como un instrumento de
"elusión" monetaria y no un ahorro genuino.
"La
norma legal de Bienes Personales contempla que si la AFIP corrobora que esto es
una maniobra para no pagar ese impuesto puede actuar de oficio. Evidentemente
hay una maniobra elusiva que el fisco deberá hacer una determinación de oficio,
invocando cuáles son las razones y fundamentos y el contribuyente tendrá
derecho a defenderse sobre cuáles son sus argumentos para depositarlo",
explica Carlos Quian, socio de Teresa Gómez Carlos Quian Consulting tributarios.
De todos modos,
agrega Quian, si bien existe la norma, evidentemente no es tan fácil actuar
para el fisco. "En los hechos salvo en casos muy especiales y muy
resonantes hasta el momento el fisco no ha hecho uso de esta facultad",
comenta.
La clave es que
esta exención no es solo con los depósitos a plazo, sino también para
algunos bonos, como los de Bolivia, algunos de Brasil, o antiguamente
los bonos de Austria, y muchos compran esos bonos para "pasar fin de año" y luego desarman
la cartera, sin tener que darle explicaciones al fisco. "Uno puede
argumentar un cambio de cartera, una decisión de inversión o lo que sea. Es un
beneficio que da la AFIP", explica un operador de una Sociedad de Bolsa.
Goteo hormiga, de
clientes hormigas
Según explican en
los bancos, los que motorizan esta tendencia son las personas físicas,
mayormente centrado en los pequeños ahorristas. "No son los peces gordos,
que son más sofisticados a la hora de invertir y no tienen mucho en cash. Es
más que nada plata de minoristas", explica un gerente. Los depósitos
en dólares de clientes corporativos, en tanto, se mantienen
estables, agrega.
La
caída de depósitos en moneda extranjera, que comenzó tras las PASO, obligó a
los bancos a cerrar el grifo de sus préstamos en dólares, en un intento por cuidar sus billetes y estar mejor
parados ante la corrida que estaba comenzando. Así, desde el 12 de agosto los bancos perdieron u$s13.498 millones de cuentas de
empresas y familias, una caída del stock de 42%.
Las restricciones
por el lado del financiamiento bancario comenzaron en las semanas previas a las
PASO, con plazos más cortos y mayor selectividad a la hora de refinanciar
créditos a los exportadores.
Luego, desde el
viernes 30 de agosto, previo al fin de semana en que se instauró el cepo y con
el retiro de billetes verdes diario en su pico máximo, los bancos directamente bloquearon la ventanilla de préstamos
en divisas, algo que en estos días comienzan a abrir pero de manera muy tímida.
En concreto, desde
las elecciones primarias de agosto, el stock de préstamos en dólares se redujo más de 38%, al pasar de u$s16.200
millones a poco más de u$s10.000 millones. La línea más afectada, que es la más
utilizada por las empresas para su operatoria de comercio exterior, es la de
descuento de documentos en dólares, que sufrió una caída del 48%.
Ante
este contexto, el 9 de enero, en la primera reunión de directorio de la gestión
de Miguel Pesce el BCRA habilitó a los bancos a otorguen créditos en pesos atados a la evolución
del dólar oficial, más el spread que crean conveniente. "El BCRA intenta dotar al sistema
financiero de una herramienta que permita recuperar la capacidad de
financiamiento a las exportaciones", destacó en su momento el organismo
monetario.
Desde el Central
destacaban que estas líneas sólo serán destinadas a pequeñas empresas que
exporten y que se darán contra la carta de crédito que garantice que en
determinada cantidad de días recibirá los dólares. "Cuando reciba el pago, liquida los dólares en el mercado y con esos pesos cancela el
préstamo", sostiene una fuente del organismo.
La
medida, de todos modos, no tuvo buena aceptación entre los banqueros ya que por
una cuestión operativa no pueden transferir el pago de Ingresos Brutos a sus
clientes y tienen que optar entre absorber ese costo o encarecer el préstamo. En concreto, el impuesto grava el
stock pero no el flujo, como explican en la City.
Así, si una empresa
pide un préstamo por el equivalente a $10.000 más una tasa y tras una
devaluación del 10% la deuda sube a $11.000 más la tasa, el pago de Ingresos
Brutos por esos $1.000 corre por cuenta del banco. No así la tasa, que entre sus componente está la parte
impositiva.
¿Y los préstamos en dólares?
Sin intención de
lanzar esos nuevos préstamos, pero con el objetivo de volver a financiar
operaciones de comercio exterior, las entidades comienzan a pedir líneas del
exterior para darle a un selecto grupo de sus clientes.
Un
banco líder, por ejemplo, consiguió una línea de un corresponsal a tasa Libor
(hoy en %) más 8%. Otra entidad, también de las más activas en el mercado,
tiene un cupo disponible de hasta 40 millones de dólares para financiar a sus clientes exportadores a una
tasa cercana al 12% para el plazo de 120 días.
Hasta ahora
prestaron casi un cuarto de esos fondos y tienen demanda por otros u$s15
millones más. "No hay mucha demanda, aunque la tasa tampoco es tan
baja", reconocen en ese banco.
La recuperación de
los depósitos en dólares es clave para que los bancos reactiven totalmente
los préstamos con esas divisas, a una tasa mucho más baja que las que fondean
con líneas desde el exterior. El goteo sigue, y será clave ver lo que ocurre en
las próximas semanas para ver cuánto de la recuperación de diciembre fue para
esquivar al fisco y cuánto llegó para quedarse. Mientras tanto, y si bien el
ritmo de caída es mínimo, nadie se anima a cantar victoria.
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