Por Luis Beldi - Luego de que
el último viernes el precio del dólar mostró signos de aceleración y el riesgo
país avanzó por arriba de los 2.000 puntos, la mirada de los inversores se
centrará en la primera parte de la semana sobre las licitaciones de letras en
pesos que hará el Gobierno.
De manera
indirecta, el mercado está diciendo que está perdiendo confianza a través del
precio del dólar, del riesgo país y de la cantidad de bonos en pesos que
aceptarán renovarle.
No es una tarea
menor la que deben encarar. El panorama de las próximas licitaciones de
bonos por un total de alrededor de $ 160 mil millones, contando la del lunes,
encuentra un escenario menos favorable que en las anteriores.
La economía comenzó
a dolarizarse. Esta semana, los dólares alternativos no pararon de subir. El
contado con liquidación superó al dólar solidario y ya está en $ 83,29. Acumula
una suba de 12% en el mes. El dólar bolsa subió a $ 81,86 y en enero gana 13%
contra $ 81,90 que cotiza el dólar solidario. Sus rendimientos cuadruplican a
los de las tasas de interés que les pagan a los ahorristas y la brecha ya
superó 35%, es decir que se entró en un territorio que en el futuro puede
afectar al dólar oficial y a los precios porque los empresarios siempre se
guían por el dólar que se puede adquirir y no por el que tiene un buen precio,
pero conseguirlo es una ilusión.
Además, el
viernes el riesgo país quebró ampliamente la barrera de los 2.000 puntos al
subir 83 unidades a 2.080 puntos básicos. Para que este indicador trepara a ese
nivel, los bonos en dólares más importantes, los de largo plazo que cotizan con
ley de Nueva York, perdieron hasta 3,50%.
Por empezar, el
lunes, comienza con una licitación de Lebad, las nuevas Letras que reemplazan a
las Lecap pagando menos tasa. Luego deberá someterse a examen con otras cuatro
licitaciones en febrero, el mes de más expansión de pesos y que hará tambalear
más al dólar. Esas licitaciones serán el lunes 3, el martes 11, el jueves 20 y
el miércoles 26.
El bono más
amenazante de febrero es el AF20 conocido como bono dual porque su
vencimiento es en dólares, pero se paga en pesos. Su vencimiento, el 13 de
febrero, suma $ 120 mil millones.
Por supuesto para
los inversores la decisión es difícil porque deben operar a ciegas ya que falta
el dato principal: ¿Qué hará Axel Kicillof con el BP21? ¿Si no consigue la masa
crítica de acuerdo de 75% de os acreedores el viernes próximo lo pagará o irá a
default? La respuesta a esta pregunta es clave y los inversores no la tendrán
para la licitación del lunes, por lo tanto, la presión sobre los dólares
alternativos continuará.
Para Federico
Furiase, de la consultora Eco Go y profesor de la Universidad Torcuato Di
Tella, el dólar subió porque los inversores saben que no se van a reestructurar
los títulos en pesos y que si no alcanza el dinero del Tesoro se pagarán con
emisión monetaria. Además, hubo toma de ganancias de bonos en pesos frente a la
recuperación de sus paridades en los últimos tiempos, que se trasladó a la
compra de dólares alternativos.
“Para que no siga
subiendo la brecha entre el dólar oficial y los alternativos tienen que suceder
a corto plazo tres cosas: primero que el Banco Central siga aspirando
pesos continuando con este freno a la baja de las tasas de interés y que siga
absorbiendo dinero para compensar la emisión monetaria generada por el fisco.
Segundo, tiene que bajar el riesgo provincia de Buenos aires, es decir evitar
este escenario de posible default porque generaría presión descendente en los
bonos soberanos y mayor presión en la brecha cambiaria. Y, por último, emitir
señales positivas en torno a la negociación de la deuda en dólares. No se puede
seguir pensando en un escenario donde el gobierno siga reconstruyendo la curva
de los bonos en pesos, sin dar señales de la negociación de la deuda y
limitando el riesgo provincia Buenos Aires porque esa situación por sí sola
ahora no conforma a los inversores”, explicó Furiase.
Lo positivo puede
ocurrir en la Bolsa, por el anuncio de los Estados Unidos de dejar sin efecto
la medida de castigar las exportaciones argentinas de acero y aluminio. El
levantamiento de la restricción favorece a exportaciones por USD 1.500 millones
y beneficiará directamente a Aluar y las empresas de Techint.
Los bonos en
dólares, irán a suerte o verdad. El viernes desapareció la demanda de fondos
del exterior que compraban aprovechando los precios de ocasión.
En el terreno
macroeconómico, el Gobierno tiene un desafío importante en una semana donde
algunas fábricas anunciaron pedidos y suspensiones y una empresa importante de
calzado deportivo dijo que se irá del país. La cifra de ventas en shoppings no
acompañó y la reactivación del consumo sigue en lista de espera.
El dólar, como un
felino en acecho, comenzó a levantar sus cotizaciones. Saben que el desafío no
termina en febrero. En marzo deberán enfrentar vencimientos de bonos en pesos
en manos del sector privado por $ 215 mil millones.
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