El Banco Central no
tiene plazos para la eliminación de las restricciones cambiarias —como las que
impide a los ahorristas la compra de más de USD 200 por mes— que están vigentes
en el mercado. Así lo expresó el presidente de la entidad, Miguel Pesce,
en declaraciones a periodistas, luego de un encuentro con los representantes de
la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba).
En la reunión, el
titular de la autoridad monetaria anticipó a los banqueros que las
restricciones que limitan al acceso a la moneda estadounidense se mantendrán.
El economista —que no utiliza la palabra “cepo"— confirmó que “las
regulaciones cambiarias no podrán eliminarse completamente hasta que no
aumenten significativamente las exportaciones y el saldo comercial”, según
detalló luego en declaraciones al diario El Cronista.
"No tenemos
ningún cronograma ni plan de levantamiento de ninguna regulación, pero lo
primero que se removería, si se pudiera, serían las vinculadas a la relación de
la economía argentina con el mundo”, agregó. En el encuentro, según trascendió,
Pesce solicitó a los banqueros que se pusieran las tasas pasivas en un nivel
razonable y se incentiven los depósitos a plazos fijos en UVA, que son los que
están atados a la inflación.
Pesce visitó esta
semana a las autoridades de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba),
encabezada por su presidente Javier Bolzico. En la reunión, entre otros temas,
se analizaron acciones y propuestas tendientes a aumentar el nivel de
bancarización y la inclusión financiera. También se analizó la evolución de la
tasa de interés de los préstamos: se espera que la baja de tasa de esos
préstamos se profundice en las próximas semanas. Los bancos señalaron que ya
están trabajando en mecanismos para alcanzar ese objetivo.
Durante el
encuentro, Pesce les había adelantado también la decisión que se tomó luego respecto
a los préstamos en UVA, en los que finalmente se optó por un esquema
gradual para recuperar el congelamiento que arrastraban los créditos
hipotecarios desde agosto pasado. Desde las entidades recibieron positivamente
las novedades. Básicamente porque se eligió no tocar el sistema de ajuste UVA,
que implica que los préstamos otorgados con esta cláusula de ajuste se van
ajustando según la inflación pasada más una tasa de interés.
Luego del
congelamiento que decidió Mauricio Macri tras perder las PASO, en agosto del
año pasado, hubo todo tipo de planteos sobre qué hacer con los préstamos
hipotecarios ajustados por UVA. Algunas teorías, incluso surgidas dentro del
actual oficialismo, sugerían que debía cambiarse la fórmula de indexación,
planteando un sistema de ajuste que tuviera en cuenta no sólo la inflación sino
también la evolución de los salarios.
Los bancos
consideran que “ni bien mejoren las condiciones macroeconómicas” los préstamos
hipotecarios UVA podrían ser los primeros en volver. Pero para eso es necesario
que baje de manera marcada la inflación.
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