Por Gabriela Granata - El Ministerio de Economía comenzó a negociar con el Fondo Monetario Internacional la postergación del pago de
vencimientos de capital de los próximos tres años en busca de generar holgura fiscal
que le permita trazar el horizonte de “sostenibilidad” de la deuda pública.
Se trata de
un monto cercano a los USD44.000 millones que vencen entre 2021 y 2023,
con mayor peso en los dos últimos años, en los que se concentraron los pagos de
capital del préstamo del organismo, de acuerdo a los desembolsos realizados ya
que se suspendieron en septiembre, de acuerdo al cronograma que habia acordado
el macrismo.
La negociación con el FMI apunta a reprogramar los vencimientos
de capital para después de 2023 pero manteniendo a Argentina dentro del plan stand-by actual sin ir hacia otro tipo de
entendimiento como un Programa de
Facilidades Extendidas que implicaría una mayor implicancia del Fondo. "Este es un
programa argentino no un programa del Fondo", repiten.
El planteo de
diferir todos los pagos de capital al FMI que vencen en los próximos tres años
es parte del plan de “sostenibilidad” que elabora el equipo económico.
“Parte de la sostenibilidad es no tener que hacer pago de servicios de capital
al FMI en los tiempos en los que estaba inicialmente programado. Es condición
necesaria para la sostenibilidad”, sostuvo un integrante del equipo negociador
a BAE Negocios.
“Estamos teniendo una productiva discusión con el Fondo sobre las
premisas apropiadas, porque las premisas en las que se basó el programa
anterior no tienen los fundamentos adecuados”, agregaron.
El
contexto del planteo para el roll
over de la deuda con el FMI hasta 2023 tiene fundamentos concretos vinculados con la
imposibilidad de afrontar los pagos, y otro político: rearmar el relato
respecto de las condiciones en las que el gobierno de Mauricio Macri acordó el
préstamo.
Guzmán estuvo
reunido el martes con el jefe de la
misión del FMI para Argentina, Luis Cubeddu, y la directora adjunta hemisférica,
Julie Kozack. En ese encuentro se confirmó la visita que harán los
representantes del organismo entre el 12 y el 14 de febrero. “Es una misión
técnica en función de que observen la sostenibilidad y se forman su propio
juicio”, explican en Economía.
En el medio
queda el encuentro que tendrá Guzmán con la directora gerenta del Fondo, Kristalina Georgieva, el 5 de febrero en el Vaticano.
El ministro
Guzmán suele mencionar que “en todos los casos de crisis de deuda hay crisis de
sostenibilidad” y repite que el camino del ajuste que se había tomado no es
posible, pero que en l contexto de caída de consumo y aumento del costo de
crédito “el mundo no nos financia más”.
En ese contexto,
la situación que atraviesa argentina implica que necesita el diálogo con el FMI
para avanzar en la reestructuración de la deuda privada.
“El FMI es un acreedor
de Argentina, que es un país que está reestructurando su deuda. En el prospecto (a los acreedores)
hay que plantear el análisis de sostenibilidad y eso necesita tener el objetivo
en cuanto a deuda con el Fondo”, explicaron.
|