Por Luis Varela - Como en
esas máscaras teatrales que están partidas en dos, mostrando tragedia y comedia
al mismo tiempo, la jornada financiera vivida ayer en el mercado argentino
mostró a operadores e inversores con posiciones contradictorias: por un lado
soplaron con algún alivio, pero por otra parte denotaron gran preocupación.
Esa realidad sobresalió ayer porque el Gobierno está
llegando a la hora de la verdad, y por más que Alberto Fernández recorra medio
Europa pidiendo ayuda, y recibiendo palmadas en el hombro, a cambio de que abra
el Mercosur y contrate obras con empresas europeas, los acreedores están
parados en sus trece, quieren cobrar y no dan muestras de conciliación alguna.
Ayer hubo dos momentos decisivos. Por un lado era el día
final para que Axel Kicillof cumpla o postergue el bono BP21, que emitió Daniel
Scioli en 2011. Y por otra parte corrió la segunda jornada con un intento de
Martín Guzman para que los tenedores del bono AF20, que vence el jueves que
viene, acepten cambiarlo por papeles a un año y medio de plazo.
La respuesta lograda por el gobernador de la provincia de
Buenos Aires y por el ministro de Economía fue una puerta completamente
cerrada. En torno a Kicillof se manifestó que sólo el 52% de los tenedores del
BP21 estaban dispuestos a cobrar ahora una parte, y el resto después, sin
llegar al 75% necesario. Y sólo el 10% de los tenedores del AF20 manifestaron
interés en canjear su papel.
De ese modo, debido a que si no resolvía el tema crucial
ayer, Kicillof entraba decididamente en default, y el bono BP21 que fue emitido
por Scioli bajo ley Nueva York (porque nadie le prestaba en ese momento en
otras condiciones) iba a entrar en la trenza de los juicios interminables que
muchas veces soportó Argentina. Así, Kicillof anunció que pagará el bono como
corresponde.
De todos modos, los tenedores del papel deberán esperar al
menos setenta y dos horas para ver si Kicillof cumple, pero la sola mención de
que pagará el papel hizo que los bonos argentinos tuvieran un fuerte aumento,
con doble volumen operado.
El 80% de lo operado en bonos se transó en siete papeles:
AY24 28%, AF20 18%, AA22X 13%, TC20 11%, AF20X 4%, TO26X 3% y AY24X 2%, y en
promedio los bonos lograron subir casi 1%. En los extremos hubo avances del 5%
al 10% para los bonos BPLDD, PBY22, A2E7, A2E7D, PBA25, AF20, AF20D y PARP. Y
caídas del 3% al 8% para los bonos TO23X, TO23Z, A2M2D, TC20Y, A2M2X, TC20Z,
TVPY y TVPA. Esta suba de los bonos permitió que el riesgo país tuviera una
baja importante: cedió 124 unidades, hasta 1.891 puntos básicos, mostrando una
foto que puede ser diferente dentro de tres meses.
Pero por supuesto, los inversores saben que el dinero que
paga Kicillof hoy se puede cumplir porque es un monto chico. Pero en abril y
mayo hay vencimientos muy grandes y para esos pagos los dólares no están. Por
eso, mientras los bonos tenían un día de fiesta, la preocupación del promedio
del mercado crecía, mirando de qué modo Guzmán va hacia el Vaticano, para
mantener conversaciones con la titular del FMI, con el Papa en el medio, y con
el aval de Merkel y otros gobernantes.
Mientras eso ocurría, consultoras privadas acaban de medir
la inflación de enero, y la medición les dio 3,1%, por lo que en los últimos
doce meses da una variación anual del 55,2%, con tarifas congeladas y con cepo
cambiario. En una situación que no podrá durar más de seis meses. Además, debe
decirse que con la baja actividad que provocó la suba de impuestos, la
recaudación de enero perdió fuerte contra la inflación: los ingresos subieron
44,9 % a $527.284,5 millones, mientras que la inflación fue casi de 55%.
Con ese contexto, el mercado cambiario argentino mostró
signos de tensión, con los dólares libres creciendo, y con el Banco Central
acelerando el crawling peg, la microdevaluación del dólar mayorista, porque el
billete verde crece en todas partes y en Argentina está anclado en los valores
oficiales.
Con ese marco, el dólar turista subió 2 centavos hasta $
81,99, con una suba de 2 centavos para el dólar oficial hasta $ 63,07 y con el
dólar blue cerrando sin cambios a $ 78. Eso sí, hubo un aumento de 11 centavos
para el dólar mayorista hasta $ 60,58. En un contexto en el que el Banco
Central sigue perdiendo reservas: ayer se fueron US$ 136 millones por lo que le
quedan US$ 44.632 millones. En pocos días perdió casi US$ 900 millones.
Arriba de todo, el dolar mep o dólar Bolsa subió 28 centavos
hasta $ 82,85 pesos. Y el contado con liquidación subió 22 centavos hasta $ 84,66.
Por lo que hay una brecha del 23,7% entre el dólar oficial y el dólar blue, y
una distancia del 39,7% entre el ccl y el mayorista.
En el exterior, mientras tanto, el dólar subió 0,8% en Japón
y 0,1% contra el euro y el real, pero bajó 0,3% contra la libra y cedió 0,7% en
México y Chile. Por lo que en Argentina, medidos en pesos, la libra subió 37
centavos hasta 78,85, el euro subió 4 centavos hasta 66,84 y el real cerró sin
cambios a 14,22. Debido a una inflación que no cede, el Banco Central frenó la
baja de tasas. Siguió pagando 48% anual por las Leliq a los bancos. Y la tasa
de los plazos fijos sigue estacionada en 34% por plata chica y 35% anual por
plata grande.
En Estados Unidos mucho tienen los ojos puestos en el
escándalo que hay en las elecciones primarias, algo que facilitará el camino de
Donald Trump para conseguir la reelección. Y, mientras se dice que avanza la
vacuna contra el virus chino, hubo subas del 1,4% al 2,1% para los índices de
la Bolsa de Nueva York, mientras que la Bolsa de San Pablo subió 0,8% y la de
México 2,1%.
En el mercado bursátil porteño, en cambio, la preocupación
continuó. El 80% de lo operado en acciones se transó en siete papeles: G.F.
Galicia reunió el 30%, YPF 17% y Banco Valores 10%. Y con $ 776 millones operados,
la Bolsa de Buenos Aires bajó 1,3%. En los extremos hubo subas del 3% al 12%
para Esmeralda, Banco Río – pref, Gas Natural, Dycasa, Morixe, Tglt,
Cablevisión y Garovaglio. Y hubo bajas del 3% al 5,2% para Rosenbusch,
Grimoldi, Richmond, Francés, San Miguel y Metrogas. Mientras que los ADR
argentinos que cotizan en Nueva York estuvieron mixtos: subas del 1% al 4,9%
para Ternium, Globant y Tenaris; bajas del 2% al 5,7% para Pampa E, Cresud,
TGS, Irsa I, Macro, Edenor, Irsa P, Galicia y Telecom.
En commodities, con más calma mundial, hubo un repunte del
1% para el petróleo que llegó a US$ 50,60 por barril. Los metales preciosos
estuvieron en baja: la onza de plata achicó 0,3% y el oro declinó 1,5%. Se vio
una recuperación en metales básicos: suba del 1,7% pare el níquel, repunte del
1,4% para el cobre y mejora del 0,1% para el aluminio. En Chicago hubo suba del
0,8% para el maíz, del 0,3% para el trigo y del 0,3% para la soja. En Rosario
hubo suba del 2,7% para el trigo, baja del 0,4% para el girasol, merma del 0,7%
para el maíz y descenso del 2,9% para la soja. Y se anotó una baja del 1,9%
para el bitcoin, con descensos mayores para el litecoin.
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