Por Carlos
Burgueño - Equilibrio fiscal
desde el segundo semestre. Superávit
fiscal garantizado de no menos de 1 punto del PBI desde 2021 hasta el
final del mandato actual de Alberto Fernández. Superávit comercial sostenido de
entre u$s18.000 y u$s25.000 millones en el mismo período. Y, como carta
ganadora, una promesa de caballeros: el Gobierno se comprometerá a desarrollar
el proyecto petrolero de Vaca
Muerta, para que desde 2024 comience a aportar no menos de u$s5.000 millones
extras, que serán la garantía final para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) se convenza de que
la propuesta de pago para devolver los u$s44.000 millones, con una luz de
tiempo de tres a cuatro años, es creíble.
A cambio, se exige que se libere al país del corset de un
acuerdo tipo facilidades extendidas, y acepte un simple plan de pagos con
recupero del dinero garantizado. A cambio, no se le deberán exigir al país
reformas estructurales, incluyendo ideas de modificaciones a las legislaciones
laborales, previsionales, fiscales o en la relación de fondos con las
provincias; las que, aunque haya voluntad de concretarlas por parte del
oficialismo (que no la hay), serían imposibles de aprobar en la situación
política actual.
|