Por Caetano
Mohorade - El Ministerio de Economía comenzó a trazar ayer los primeros lineamientos
de un nuevo capítulo para esta crónica de una muerte anunciada, al declarar
desierta la licitación de bonos del Tesoro en pesos con vencimiento en 2021. De
esta manera, el organismo quedó al borde del default (selectivo) para los Bonos
Duales (AF20), que casi con seguridad mañana serán reperfilados, dado que la
cartera que dirige Martín Guzmán no cuenta con los fondos necesarios para hacer
frente a los compromisos por $95.000 millones.
La decisión del Ministerio fue
más que nada política. Las ofertas estuvieron y, a pesar de que se ubicaron por
debajo de lo esperado (menos de la mitad), se vaticinaba que los fondos
Templeton (en primer lugar) y BlackRock (un poco más atrás) iban a acompañar a
la administración de Alberto Fernández. Es más, ya se daba por descontado que
habían ingresado en la licitación. Un reperfilamiento de la deuda en pesos golpearía
nuevamente a la deuda en moneda local, generando otro fuerte desplome en las
paridades de los títulos, como se observó a fines del año pasado, cuando los
bonos llegaron a operar en precios de default.
Juan Ignacio Paolicchi,
economista de Eco Go, destacó que “el anuncio del ministerio preocupa porque
Guzmán había anunciado que iba a avanzar con el pago de los vencimientos en
pesos”. “En el caso que se decida reperfilar el AF20, habrá un costo reputacional
enorme, más en un contexto en el cual el Gobierno debe salir a renegociar la
deuda en dólares con los acreedores privados y el FMI”, alertó. “Creo que lo
ideal, si ya avisaste que ibas a pagar, es que el Gobierno se haga cargo de los
compromisos de este jueves (por mañana), convalidando la monetización de los
$95.000 millones.
¿Con qué grado de credibilidad vas a mostrar un programa
consistente, si al poco tiempo de haber dicho que ibas a pagar los pesos, se
reperfilan?”, cuestionó. Paolicchi estimó que, “decida lo que decida el
Gobierno, las expectativas en torno de la pérdida de credibilidad van a estar y
el “contado con liqui” podría comenzar a subir por la incertidumbre de lo que
va a ocurrir con los títulos en pesos, que probablemente comenzarán a desplomarse”
a partir de hoy. “Es una situación crítica”, alertó.
Los interrogantes que quedan de acá en adelante son tres,
hablando a grandes rasgos: el primero es qué va a ocurrir efectivamente con los
vencimientos de mañana, ya que el oficialismo no tiene los fondos para hacer
frente al compromiso. Ya se da por descontado que deberá reperfilar los bonos
duales; la pregunta pasa por si desdoblará los pagos al “estilo Lacunza” o si
decide postergar completamente el pago de estos títulos. El segundo es qué va a
ocurrir con la brecha cambiaria, o mejor dicho, en qué magnitud se ampliará,
dado que la incertidumbre en torno de los vencimientos en pesos despierta un
mayor nerviosismo para los inversores, lo que complicaría a la balanza
comercial y a la evolución de los precios de la economía. El tercero es qué
ocurrirá con la reestructuración de la deuda soberana en dólares, ya que el
mero hecho de no haber podido cumplir con los compromisos en moneda local
genera bastantes dudas acerca de la sostenibilidad de la deuda.
Son días para abrocharse los cinturones. Seguramente el
mercado abrirá hoy en negativo, en el mejor de los casos, dada la sorpresiva
decisión del Gobierno. En los próximos meses, además, deberá hacer frente al
vencimiento de diversos bonos, como el AM20 y el A2M2 (en marzo), el TC20 (en
abril) y el TJ20 (en junio), que implicarían un elevado nivel de desembolsos.
El Gobierno acaba de comprarse un problema que parecía
descartado, pero a partir de hoy el mercado comenzará a pedir explicaciones. Hoy habrá reunión en el
Ministerio de Economía para ver cómo sigue esta historia, que por el momento,
parece lejos de terminar. Lo que sí hay que tener en cuenta es que se le
reperfilará la deuda a aquellos a los que en breve se les irá a pedir buena
voluntad.
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