Por Pablo Wende -
Luego del mal paso de la semana pasada, con una canje que apenas consiguió una
aceptación del 10%, existía una chance real de un traspié en la nueva
licitación de bonos para salir a rescatar este jueves el bono Dual. Y sucedió.
Aunque no trascendieron detalles de las propuestas recibidas, el Tesoro decidió declarar desierta la
colocación. Así se enfrenta a la disyuntiva de cumplir con el pago de más de $
95.000 millones el jueves o finalmente optar por “reperfilar” el título, que
sería un fuerte retroceso en la estrategia de armar una nueva curva de
rendimientos en pesos.
Si el título
se paga, no necesariamente esos pesos deberían generar un salto del dólar o más
inflación. El Banco Central tiene los instrumentos para absorber pesos, pero
para eso seguramente tendría que aumentar las tasas de interés para no quedarse
a mitad de camino. Esto implicaría dar marcha atrás con una de las principales
políticas que decidió llevar adelante el Gobierno desde que asumió el 10 de
diciembre. Bajar la tasas de las
Leliq fue uno de los principales “caballitos de batalla” de Alberto Fernández
durante la campaña electoral.
El propio
Presidente quedó atrapado en su discurso, ya que la semana pasada aseguró
que “ni loco” pensaba emitir para
pagarle a los acreedores. Dio a entender así que en caso de no
poder conseguir el financiamiento suficiente optaría por refinanciar el próximo
vencimiento en pesos, que se produce en 48 horas.
A una tasa BADLAR más 400 puntos básicos, para los inversores implica
aceptar un rendimiento inferior al 40% anual en pesos para una inversión a un
año. Prácticamente
por debajo de la inflación esperada, es decir un rendimiento negativo y en
medio de toda la incertidumbre relacionada con el canje de deuda. Por lo tanto,
tampoco está claro qué puede suceder con el tipo de cambio como para arriesgar
en una colocación tan larga en pesos.
Pero otro aspecto no menor es que entre los principales tenedores de
bonos hay inversores extranjeros de primera línea como los fondos Templeton y
Black Rock. Es
posible que luego de haberse “tragado el sapo” de haber comprado un bono en
pesos en medio de la crisis argentina ahora sólo quieran pasarse a dólares y no
seguir posicionados en activos en moneda local. En ese caso, no hubiera
alcanzado ningún nivel de tasa para convencerlos de refinanciar.
“Nosotros siempre informábamos cuántas ofertas
recibíamos, aún cuando no se aceptaran todas. Pero ahora directamente no se dio
esta información, por lo que es mucho más difícil sacar conclusiones sobre qué
sucedió”, señaló a Infobae un
ex funcionario del anterior equipo económico.
“Los fondos
internacionales ya se van preparando para lo que viene, que es una
renegociación de deuda agresiva por parte del Gobierno”, consideró otro fund
manager local. No es casualidad que primero haya sido Fidelity quien bloqueó la
propuesta de Axel Kicillof de aplazar el pago de un bono de la provincia. Y
ahora son Templeton y Black Rock los que habrían tomado una decisión similar.
Antes, ya habían perdido fortunas por haber apostado por activos argentinos.
Ahora le toca
mover al gobierno. Tendrá dos días para decidir si finalmente paga el bono al
vencimiento y luego el Central saca la aspiradora o finalmente se va a un nuevo
“reperfilamiento”, que provocaría un impacto negativo en la actividad económica
y en las necesidades de financiamiento de corto plazo de las empresas.
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