En un clima cauto y expectante
de negocios, a la espera de señales sobre la reestructuración de la deuda
soberana que impulsa el Gobierno, la bolsa porteña cortó una
racha de dos caídas en fila y repuntó un 1,4% este lunes, aunque con limitados
negocios dado un feriado en Estados Unidos que recortó la participación de
inversores institucionales.
El índice bursátil S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) creció un 1,4%, a 39.200,25 unidades -luego
de acumular durante la semana pasada una merma del 6,6%-, dentro de un clima de
mayor selectividad, aunque bajo una muy reducida operatoria.
Por el feriado de Wall Street (a raíz del President Day),
los activos locales reflejaron limitadas
oscilaciones, tal como suele ser habitual ante la ausencia de la
"brújula" del norte, mientras los operadores siguen simulando
posibles escenarios de la reestructuración de deuda.
Bonos
Por su parte, el
mercado de bonos también sintió la falta de indicaciones externas, ante lo
cual se presentaron en dólares prácticamente estables entre sus principales
referencias, mientras que los instrumentos en pesos lograron avances de relieve
(de hasta el 5%), a la espera de nuevas señales respecto al proceso de
reestructuración de la deuda en marcha dentro del acelerado cronograma.
"La semana pasada dejó un
tono más duro hacia los bonistas. Esta postura estaría anticipando una
propuesta de mayor quita que podría ser rechazada, y así abrirse un escenario
de ´hard default´ que tendría implicancias negativas para la economía",
indicó el economista Gustavo Ber.
"Una negociación exitosa
de la deuda, que además implique una normalización de la curva de la deuda en
pesos, es condición necesaria para que la reactivación sea una realidad",
dijo Delphos Investment en un informe.
Funcionarios del FMI se encuentran en Buenos Aires para
mantener conversaciones con el Gobierno argentino para renegociar condiciones
de un crédito vigente con la entidad.
Tras el feriado por el
President Day, Wall Street reanudará este martes sus actividades con el foco puesto
en la evolución del coronavirus, mientras los economistas actualizan los
impactos que tendría en la actividad global y la respuesta de
los bancos centrales.
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