Por Francisco Jueguen - El ministro de Desarrollo
Productivo, Matías Kulfas, confirmó ayer que "no habrá un
congelamiento permanente" de las tarifas de servicios públicos e indicó
que así se lo hicieron saber al Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Le señalamos nuestra visión. Explicamos que
en el momento de mayor complicación la idea es generar un mecanismo de revisión
del esquema tarifario y luego una actualización de esas tarifas", explicó
ayer Kulfas, en conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, luego de señalar
que no se trata de un "congelamiento permanente".
"[Buscamos] hacer una revisión que permita
reducir, donde es posible, los costos del sistema eléctrico y de gas, y de
poder generar tarifas razonables y accesibles", señaló el funcionario. El
Gobierno había adelantado que su intención era actualizar el valor de las
tarifas antes de que se cumplan los 180 días de congelamientos, establecido en
la ley de solidaridad.
Kulfas ya estuvo reunido con los técnicos del Fondo
que están en el país para auditar las cuentas públicas. Precisamente, se espera
que el organismo emita mañana un comunicado que terminará de sellar la primera
misión en la Argentina bajo un nuevo gobierno y en el marco de la
reestructuración de la deuda. Es probable que no falte una descripción del
"vínculo constructivo" que tejen el equipo del organismo multilateral
y los funcionarios que responden al presidente Alberto Fernández.
Pero, más allá de los artilugios comunicacionales
usados en ambas veredas, Julie Kozak y Luis Cubeddu -quienes dirigen la misión
técnica del Fondo en el país- volverán a Washington con algunos detalles más
del programa económico que propone el Gobierno. Son precisiones que buscan
desde hace varias semanas tanto el staff del organismo como los acreedores privados
de la Argentina.
Por otro lado, el ministro de Economía, Martín
Guzmán, establecerá con mayor claridad si su idea de reperfilar los
vencimientos más pesados del préstamo del FMI -entre 2021 y 2023- es una
posibilidad real que sorteará las trabas burocráticas y legales que solo
atraviesan la política internacional.
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Ayer, la misión pasó por el Banco Central (BCRA),
que dirige Miguel Pesce, mientras algunos técnicos todavía repasaban números
finos en el Ministerio de Economía. Hoy, según contaron fuentes oficiales, el
FMI visitará al ministro de Salud, Ginés González García, en la sede de la
cartera que dirige.
Mientras tanto, la cuerda se tensa en público.
Luego de que la vicepresidenta Cristina Kirchner y el vocero del Fondo, Gerry
Rice, protagonizaran, la semana pasada, un debate sobre si el FMI había
incumplido o no su propia reglamentación con relación al uso de los US$44.000
millones desembolsados del programa stand-by (SBA) con la Argentina, y tras la
presentación de Guzmán en el Congreso, fueron la directora gerente del FMI,
Kristalina Georgieva, y el propio Fernández los que polemizaron ayer sobre qué
pasará con la deuda pública que el país tiene con el organismo.
"Somos un prestamista de último recurso para
aquellas naciones que están en una situación desesperada", afirmó ayer
Georgieva en una entrevista concedida a la agencia de noticias Bloomberg.
"Esto significa que todos los miembros [del FMI] deben estar seguros de
que el dinero que prestamos se reembolsa, para que podamos continuar brindando
este colchón al mundo", aseguró.
La directora gerente del Fondo agregó:
"Nuestra redacción legal es tal que no podríamos tomar medidas que puedan
ser posibles para otros sin esta gran responsabilidad global".
Así, Georgieva no solo minimizó las posibilidades
de una quita en la deuda, algo que había reclamado la expresidenta Kirchner,
sino que también matizó las de una extensión sin que el país cambie de
programa, lo que requeriría nuevos condicionamientos, según las normas del
Fondo. El comentario fue también, implícitamente, una forma de reafirmar que el
organismo internacional no violó su propio estatuto al financiar al país.
"Entendemos la necesidad de analizar
cuidadosamente la carga de la deuda. Depende del Gobierno, no del FMI",
dijo, en tanto, Georgieva, cuando se la consultó sobre la reestructuración de
la deuda. La directora gerente estimó que lleva tiempo obtener datos sobre la
sostenibilidad de la deuda del país. "En términos generales, apoyamos
firmemente el compromiso de este gobierno de estabilizar la economía y volver
al crecimiento", cerró.
"El FMI ha faltado a sus obligaciones
prestando dinero a un tomador compulsivo de crédito, que todos sabían que era
para financiar la fuga de divisas", afirmó Fernández ayer por la tarde en
una entrevista radial. El Presidente volvió a ratificar en ese sentido las
críticas de Cristina Kirchner.
"Cristina dijo algo que es absolutamente
cierto", señaló Fernández, que recordó que ya había advertido que "el
FMI había faltado a sus obligaciones del estatuto financiando la fuga de
divisas". Además, según señaló el Presidente, "todos sabían que era
para financiar la fuga de divisas y tratar de contener un valor del dólar
incontrolable".
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