Por Francisco Jueguen - El Gobierno enviará en las
próximas horas -dentro del marco de las sesiones extraordinarias del Congreso-
un nuevo proyecto de ley para modificar
la Ley de Economía del Conocimiento, que regula
los beneficios para el sector tecnológico y de exportación de servicios para
pequeñas firmas y grandes empresas como Mercado Libre, Globant y Accenture,
entre otras compañías.
Tal como
había anticipado LA NACION, la
letra chica de la iniciativa del Ministerio de Desarrollo Productivo que
conduce Matías Kulfas mantiene los beneficios de reducción
de alícuota sobre el impuesto a las ganancias y la rebaja sobre el pago de contribuciones
patronales. Además buscará mejorar las condiciones de acceso para las
pequeñas y medianas empresas.
La
modificación de la norma aprobada por unanimidad a comienzos del año pasado en
el Congreso y cuya reglamentación había sido frenada por el actual Gobierno
estará orientada -dice el oficialismo- a promover
las facilidades de ingresos de las pymes y microempresas a partir de una
flexibilización de los requisitos de acceso, que tienen que ver con
determinados porcentajes de inversión en Investigación y Desarrollo (I&D),
capacitación y exportaciones que las empresas interesadas debían cumplir para
poder acceder a los beneficios de la ley.
El proyecto
de modificación mantiene los dos
beneficios que estaban vigentes, según fuentes oficiales. Esto es
la reducción de alícuota sobre el impuesto
a las ganancias y la reducción
sobre el pago de contribuciones patronales, aunque se modifica el modo de
calcularlos, retomando lo establecido en la vieja ley de software,
o sea un 60% de reducción en Ganancias y un 70% en las contribuciones
patronales, según informaron en el Gobierno.
Además, sobre
el punto de las contribuciones
patronales se introdujeron dos
novedades: un tope inicial
equivalente a siete veces la cantidad de empleados de una pyme tramo II (535
empleados), lo que significa que el beneficio aplica inicialmente
a un máximo de 3745 empleados que
puedan ser promovidos en este régimen especial del 70% de la reducción de los
aportes patronales. En ese sentido, Kulfas cumplió con su palabra de no excluir
a nadie del régimen. "Todas las empresas con beneficios de la Ley de
Software tienen una cantidad menor de beneficiarios a la que establece el nuevo
tope", dijeron en el Gobierno.
¿Cómo
funciona el tope? Si una empresa al
momento de la inscripción tiene 5000 empleados, va a poder inscribirse al régimen
con 3745 empleados afectados a la actividad promovida. Luego el
beneficio se vuelve incremental si esa compañía suma empleados por encima de su
nómina inicial de 5000. Esto significa que esos nuevos trabajadores quedan
fuera de este tope, lo que busca promover nuevo empleo.
Vale un
ejemplo: si la empresa de 5000 empleados en el mes siguiente a su inscripción
toma 100 empleados nuevos, estos ingresos tendrán el beneficio del 70% de reducción de contribuciones
patronales.
Por otro
lado, la iniciativa busca sumar una orientación inclusiva y federal. Las
empresas podrán acceder a 10
puntos adicionales en las contribuciones patronales -llegaría al
80%- en caso de que incorporen mujeres,
profesionales con estudios de posgrado en ingeniería, ciencias exactas o
naturales; discapacitados, personas que sean previamente beneficiarias
de planes sociales o que habiten
en zonas de menor desarrollo relativo. Este beneficio se aplica a todo
el empleo incremental.
La ley
aprobada el año pasado obligaba a las provincias a adherir al régimen mediante
la sanción de una ley que respetara la estabilidad fiscal y ofreciera
beneficios adicionales. Estas leyes provinciales debían dictarse antes del 31
de diciembre pasado. A esa fecha, dijeron en el Ministerio, sólo seis provincias
habían cumplido con este requisito. Ahora podrán sumarse otras.
Por otro
lado, el Gobierno ajustará la forma de encuadramiento para las empresas
pertenecientes a los nuevos sectores cuyo ingreso al régimen no estaba definido
claramente a partir de la exigencia del 70% de facturación de la actividad
principal. En este sentido, se busca impulsar, por ejemplo, a una una empresa
que utiliza nanotecnología en su proceso productivo y que no necesariamente
factura nanotecnología.
El proyecto
establece la creación de un Consejo Consultivo integrado por entidades del
sistema de ciencia, tecnología e innovación y fija criterios para definir el
encuadre de empresas ligadas a las nuevas actividades que incluye la ley frente
a una experiencia de varios años que tenía a la industria del software como
única destinataria.
Además, se
crea un fondo con un porcentaje aportado por las empresas del beneficio que ya
estaba previsto en la ley pero con un nuevo destino. Se utilizará para la
promoción de la Economía del Conocimiento con el objetivo de financiar
capacitación, formación de recursos humanos, proyectos de inversión productiva,
internacionalización de pymes y actividades de innovación, entre otras. Será de
apoyo exclusivo para las pequeñas y medianas empresas.
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