Tras la presión del
presidente Alberto Fernández con sus declaraciones públicas acerca del elevado
nivel de las tasas de refinanciación de las tarjetas de crédito, el directorio
del Banco Central estableció hoy un techo del 55% para esas operaciones. Según
la información que publica la autoridad monetaria, la tasa promedio para
financiar el saldo de quienes hacen el pago mínimo, se ubicaba en el 101% hasta
el mes de enero.
De esta manera, el BCRA accedió al pedido presidencial con
el objetivo de que las condiciones más accesibles para el uso del dinero
plástico ayuden a movilizar el consumo interno que aún no muestra señales de
reactivación.
En declaraciones radiales, el Presidente había señalado días
atrás que “el sistema financiero
debe tener algo para la Argentina”. En concreto, se había referido
específicamente al tema que hoy puso en marcha el Banco Central y había
anticipado que los bancos debían reducir el costo de financiar con tarjeta de
crédito. “Si no lo hacen, convenceré al
presidente del Banco Central para que intervenga. No se pueden cobrar esas
tasas para hacer el pago mínimo”, dijo entonces.
Asimismo, los bancos alegan que una de las causas de las
elevadas tasas, además de la carga impositiva de todo el sistema, consiste en
el peso del programa “Ahora 12” y el costo financiero que implica para las
entidades. Los directivos de las asociaciones bancarias se lo hicieron saber ayer
al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, tras una reunión mantenida para abordar este tema.
De ese encuentro, salieron dos determinaciones. Una es
que el programa “Ahora 12” no
concluirá el próximo 31 de marzo, como estaba previsto originalmente, sino que
se extenderá más allá de esa fecha. La segunda es que el plan no se aplicará para la compra de
artículos importados. Los bancos se quejaron por ese aspecto ya que
uno de los fundamentos del “Ahora 12” fue siempre el apoyo a la producción
nacional. Kulfas y su equipo se comprometieron a controlar que no haya
“abusos”.
Ayer, el Banco Nación se adelantó a la decisión que hoy
tomó el Central y
anunció que bajará su tasa para tarjetas desde el 67% al 49%. Esta
reducción generará el costo financiero total (CFT), que además de la “tasa
pura” de interés incluye otros costos y gastos, pasará del nivel actual de
120,2% a un 78,5% en los 2 millones de tarjetas que administra el principal
banco del país.
El Nación dejó trascender ayer que su Directorio aprobará en
breve la baja, que entrará en efectiva vigencia el próximo 1° de marzo.
Además del mensaje presidencial, otro ingrediente político que rodea a la
decisión del Banco Central es la presentación conocida en las últimas horas de
un proyecto de ley por parte del senador Oscar Parrilli, de extrema cercanía
con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El mismo
propone una modificación a la ley de tarjetas de crédito para establecer que
“la suma de las tasas de intereses compensatorios y punitorios y/o
resarcitorios, en caso de corresponder, por financiación de saldos que apliquen
las entidades bancarias y no bancarias, no podrá exceder la tasa de referencia que establezca el Banco Central de
la República Argentina”.
De esta forma, si prosperase este proyecto, el tope para la
tasa que los bancos pueden cobrar para financiar saldos de tarjeta sería el
mismo que la tasa de política monetaria, ubicada en 40% tras una nueva
reducción dispuesta hoy por el Central.
La normativa actual de las tarjetas de crédito dispone que
las tasas de financiamiento no pueden exceder en un 25% a las tasas para
préstamos personales cobradas por el mismo banco.
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