Por Mariano
Cuparo Ortiz - El apoyo del FMI a la postura
oficial, respecto a la insostenibilidad de la deuda, debilitó a una de las dos partes de la negociación entre Gobierno y
acreedores. Sin demasiado espacio para futurologías, si bien de corto plazo se
esperan algunas reacciones negativas en el mercado, se destaca que los bonos ya
habían acusado recibo del endurecimiento de la postura oficial. En el mediano y
largo, el aval del Fondo aporta parcialmente a que se arribe a un acuerdo,
punto que será clave para el repunte de la economía local.
Y es que no hay análisis económico que
no lo haya destacado en los últimos meses: el devenir de la economía, y en
particular la capacidad del Gobierno de hacer políticas fiscal y monetaria
expansivas, depende de un arreglo virtuoso con
sus acreedores. Si bien el partido no está ganado ni mucho menos, la noticia
del comunicado fue recibida como una brisa de optimismo en el Ministerio de
Economía.
Consultada por BAE Negocios, la jefa de Investigación y Estrategia de AdCap, Paula Gándara, dijo:
"No descarto que pueda haber un ajuste a la baja en los valores de los bonos locales. Pero lo cierto es que el mercado ya lo estaba descontando y los precios
cayeron después de que el ministro de Economía hablara la semana pasada. Ya
están priceados a una situación de bastante haircut. Me resultaría raro que
baje de esos niveles aunque no niego una reacción negativa en el corto.
"Ahora, que el
Fondo apoye a Argentina, acerca a un acuerdo favorable. Es un paso hacia evitar el default puro, que es un escenario muy difícil. El tema es qué condición de crédito
queda después. Pero ayuda a la negociación. Algunos inversores van a caer en la
cuenta de que si el Fondo dice que hay un problema de sustentabilidad, entonces el discurso de Guzmán es legítimo. Lo cierto es que había
inversores que sostenían que el FMI los iba a ayudar con una actitud un
poco más laxa. Es una buena noticia, en términos generales", añadió.
Las condiciones de salida de la deuda local son, justamente, la clave para el
director de Eco Go, Federico Furiase: "Esto le agrega ruido a la
negociación. Es una señal de que el FMI está alineado en que no hay margen
para ajuste fiscal y eso puede ser una mala señal para bonos en el corto plazo
y para la exit yield".
El economista jefe de
Ecolatina, Matías Rajnerman, coincidió con Gándara: "La postura del Fondo va a flexibilizar a los
privados. Es una voz de autoridad y marca un cambio importante respecto a 2001,
cuando no ayudó para nada. La economía local depende 100% de la negociación y
esto es una señal positiva, pero por sí sola no soluciona nada. Puede haber
repercusión negativa en el riesgo país pero lo cierto es que sin un acuerdo los
bonos caerían más".
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