Por Guillermo
Gammacurta - Aliviado
y entusiasmado por
el fuerte respaldo del FMI al proceso de reestructuración de la deuda, el
ministro de Economía Martín Guzmán encarará este fin
de semana en Riad, capital de Arabia Saudita, una intensa agenda para consolidar los apoyos internacionales en
el marco de la ardua negociación con los bonistas.
Si bien la admisión del Fondo Monetario Internacional sobre
la falta de sostenibilidad de la deuda y el pedido para los privados de aceptar
una quita, fue música para los oídos del Gobierno, Guzmán es consciente que ahora tiene la ventaja en el diálogo con
los tenedores privados, pero que aún es prematuro para descorchar.
Con la intención de profundizar el diálogo con el FMI para
buscar una salida sostenible a la devolución de los u$s44.000 millones que tomó
prestados Mauricio Macri, y de conseguir el guiño internacional a la
reestructuración con los privados, Guzmán
participará este fin de semana en Riad de la Cumbre de Ministros de Finanzas y
Presidentes de Bancos Centrales del Grupo de los 20 (G20).
Acompañado por el presidente de Banco Central, Miguel Pesce, y por Sergio Chodos, quien viajará directo desde
Washington, en donde ocupa el sillón de director por el Cono Sur ante el
directorio del Fondo, Guzmán volverá a tener un vis a
vis con la directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva. Allí,
el ministro de Economía, insistirá en la intención del Gobierno de cumplir con
las obligaciones heredadas, pero con un esquema que le permita a la Argentina
recuperar una senda de crecimiento que le permita afrontar sus compromisos.
Tal como sostiene el propio Guzmán, el país se enfrenta a
una crisis de deuda. Es por eso que la salida de esta coyuntura, requiere no
solo del compromiso del Gobierno, sino también del FMI y de los tenedores privados que deberán elegir entre una forma de pago
sustentable o el default, sin medias tintas.
La intensa agenda que llevará
la comitiva argentina es una carrera contrarreloj a sabiendas de que en marzo
debería cerrarse el acuerdo de pago con el FMI, y presentar la
oferta a los bonistas privados. Los plazos son exiguos y estas conversaciones
servirán para presentar los detalles de la política económica del Gobierno y
pulir los detalles de las propuestas.
En ese sentido, Guzmán llega a la cumbre con sus colegas del
G20 de forma inmejorable. Es que los dichos del FMI sobre que la situación de
la deuda argentina “requiere de una operación de deuda definitiva, que genere
una contribución apreciable de los acreedores privados”,
es un sutil eufemismo de la inevitable necesidad de
realizar una “considerable” quita de capital a las tenencias de los acreedores
privados.
Tras el encuentro con la número 1 del Fondo, Guzmán tendrá
una bilateral con el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Stephen Mnuchin, sin dudas una de las reuniones
más importantes dada la influencia de Norteamérica sobre grandes fondos de
inversión que tienen en su poder bonos argentinos.
Más tarde, la agenda de Guzmán sumará reuniones con los
ministros de Finanzas de Francia, Bruno
Le Maire; y de México, Arturo
Herrera Gutiérrez, países que han mostrado apoyo a la
estrategia del Gobierno de Alberto
Fernández de renegociar la deuda.
Este sábado (a las 8 hora argentina), en el Centro
Internacional de Conferencias Rey Abdulaziz, el ministro de Economía, Martín Guzmán, participará de la primera jornada de la cumbre entre
los Ministros de Finanzas y banqueros centrales del G20.
En tanto que el domingo 23 (a las 3:30 horas de la
Argentina) se iniciará el segundo encuentro de los representantes de los países
que integran el G20. El comunicado de cierre de la
cumbre está previsto que se difunda a las 10 horas de la Argentina.
Al respecto, según el borrador que ya circula entre los
equipos técnicos, los representantes de las 20
economías más grandes del mundo esperan una modesta recuperación del
crecimiento global para 2020 y 2021, al tiempo que consideran
que la epidemia de coronavirus tendrá un impacto negativo en la economía
mundial.
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