Por Paula Lugones - El Fondo Monetario Internacional reclamó
a los acreedores privados que pensaran en una “contribución apreciable” en la
renegociación de su deuda con la Argentina y a Wall Street llegó el mensaje sin
demasiada sorpresa y con cierta resignación. Los bonistas ven inevitable una
quita y, según expertos consultados por Clarín, están dispuestos a hacer concesiones.
Hans Humes es uno de los líderes y voceros de los acreedores privados que
renegociará la deuda con el gobierno argentino. Tiene experiencia en el tema,
ya que fue copresidente del Comité Global de Bonistas de Argentina tras el
default del 2002. También en la reestructuración de la deuda de Grecia.
Fundador y presidente de Greylock Capital, afirmó que “los acreedores
privados están dispuestos a hacer concesiones de la misma manera que el FMI”.
Humes
agregó que “el Fondo y los acreedores privados tendrán que trabajar con
Argentina para proporcionar un alivio suficiente sobre la base del valor
presente neto para permitir que el gobierno argentino cubra las necesidades
sociales básicas de sus poblaciones. De hecho, no nos sorprende la declaración del FMI, pero hubiéramos
recibido con agrado más datos analíticos que podrían ser
la base para ver qué brechas existen y cómo los acreedores pueden ayudar a
cerrar esas brechas”.
Desde el comienzo de la
gestión de Alberto Fernández, los bonistas vienen reclamando precisiones sobre
el plan económico y las metas fiscales, de crecimiento e inflación para poder
evaluar la futura capacidad de pago de la Argentina y de esa manera evaluar una
futura oferta. Así se lo reclamaron en persona al ministro Martín Guzmán cuando
estuvo en Nueva York a fines de enero.
Sobre qué tipo de quita cree
posible, Humes señaló: “Veremos lo que se presenta. Es fundamental que
Argentina y la Provincia de Buenos Aires busquen asesores financieros para
poner esta crisis en el contexto adecuado de cómo se han manejado las cosas en
otros países. El ministro Guzmán tiene una comprensión sofisticada de los
problemas de deuda. Lo que es necesario es que haya alguien con habilidades
pragmáticas complementarias que asesore. Muchos de los acreedores involucrados en este proceso han pasado
por situaciones más complicadas que las que presenta
Argentina ahora”.
“Cuando hay un proceso de
colaboración, basado en un sólido plan económico que promueve el crecimiento y
reduce la pobreza, estoy
seguro de que encontraremos una solución que funcione. El
tema de los recortes de capital o las concesiones de interés son solo
diferentes opciones que deberán negociarse cuando se inicie un proceso más
formal”, afirmó.
Y puso un ejemplo: “En el caso de Grecia,
aceptamos una quita del 53,5%. El sector oficial negoció una
reducción del valor presente neto que fue similar, pero fue con extensiones de
vencimiento extremadamente largas y reducciones en las tasas de interés”.
Humes, sin embargo, aclara que nuestro país “no está cerca de la situación en
la que estaba Grecia o francamente donde estaba Argentina en 2001”.
Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital Partners,
señaló que “es Argentina quien debe hacer una propuesta, que debe estar
consensuada con el FMI si se le solicita al organismo que extienda los
vencimientos de capital en los próximos años”.
Para el experto, “una quita en valor
presente es inevitable. Debe ser una combinación de
factores: reducción en los cupones de interés, extensión de los vencimientos de
capital y quita del principal adeudado”, señaló, y entiende que la contribución
significativa que el organismo está pidiendo a los bonistas “implica una quita de
más del 50%, aunque los precios en el mercado secundario
ya están asumiendo ese recorte”.
Piedrahita cree que “el FMI
naturalmente apoya la posición del ministro Guzmán, pero esto es lo usual para
la entidad en esta etapa. No hay claridad sobre lo que el funcionario le pide
al FMI, si un programa de Facilidades Extendidas u otro Stand by”.
Y resalta el marco político
de la negociación: “el
apoyo de Estados Unidos es clave, pero la política
exterior de Alberto Fernández o los comentarios de Cristina Kirchner no ayudan
para lograr un apoyo político de la administración Trump. No queda claro que
tendrán ese apoyo”.
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