Por Carlos Burgueño - Un
clásico de las finanzas mundiales, una especialista que ya colaboró
(exitosamente) en la crisis griega, un viejo conocido de 2005 y un histórico
banco familiar. El Gobierno deberá
elegir entre estas propuestas al asesor financiero (uno o más) que trabajará en
el proceso de reestructuración de la deuda que
debería comenzar formalmente la próxima semana. Los interesados anotados el
viernes son el Citi, GSA, Lazard y Rothschild.
Las cuatro
tienen galardones suficientes y mostraron sus cartas credenciales de peso pero,
evidentemente, alguna tiene más experiencia en casos de crisis como el
argentino que podrían volcar la balanza. La decisión la tomará el Ministerio de Economía esta semana, cuando los cuatro
interesados contesten una pregunta clave: si están dispuestos o no a trabajar en una oferta
que será muy dura para los privados, y si aceptan trabajar en equipo.
Advisory (GSA) como interesado en el proceso
argentino, fue la sorpresa del llamado que concretó el ministerio que maneja
Martín Guzmán. A diferencia de los otros tres oferentes, es la única empresa de
asesoría independiente dedicada exclusivamente al tema. Fue fundada por
Anne-Laure Kiechel, quién creó y presidió el departamento de asesoría soberana
en Rothschild & Co.y lideró la ejecución de los mandatos más emblemáticos
de Rothschild. Actualmente, GSA asesora a 15 países alrededor del mundo.
Anne-Laure Kiechel, una economista francesa “de izquierda”, fundó GSA luego
de dejar el Rothschild (aunque siguen como socios en algunos casos), del cual
era la única socia mujer, y adonde fundó y presidió el área de asesoría
soberana. Se dice dentro de la compañía, que todo se basa en la presencia de
Kiechel, considerada hoy la persona con más experiencia y competitividad en el
mercado de reestructuraciones de deuda soberana. Su principal carta de
presentación para el caso argentino fue haber intervenido en la crisis griega
de 2009, donde fue convocada especialmente por el primer ministro Alexis
Tsipras, encargándose del asesoramiento para el plan de rescate conjunto de la
Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional
(FMI).
Ahora Kiechel promete instalarse en
Buenos Aires y repetir formalmente su experiencia en el país europeo. Proclama
convertirse en “argentina” mientras dure la reestructuración y tener un
conocimiento pleno de la situación política y económica del país, además de ser
ampliamente aceptada por los acreedores. Reclama que “lo que se me pida que
haga debe estar de acuerdo con mis valores. No trabajaría en una medida que
creo que acentuará las desigualdades, por ejemplo”.
El Citi,
es el banco internacional con mayor historia en el país, ya que fue la primera
entidad financiera mundial de primer nivel que se instaló en Buenos Aires.
Trabajó como banca de primer y segundo piso; desde 2017, luego de vender su
posición minorista al Santander, se dedica exclusivamente a la operación
mayorista. Desde esa operación de concentración de sus negocios, su eventual
participación como asesor de la reestructuración de deuda, será su primera
experiencia en el país en estos terrenos. El titular del banco, Julio Figueroa,
y el director de Asuntos para América Latina, Shawn Sullivan, ya se reunieron
con Alberto Fernández en diciembre de 2019, para ofrecerles sus servicios para
reperfilar la deuda argentina, y se comprometieron a participar en el proceso
según las reglas y normas que decida el país.
Sullivan se había movido rápido a
horas del triunfo de Fernández del 27 de octubre de 2019, escribiéndole una
invitación personal para que el entonces presidente electo fuera a exponer sus
consideraciones económicas a Wall Street. El ya presidente Fernández nunca fue a
Nueva York, pero sí aceptó una reunión en las oficinas de campaña de la calle
México, donde la cúpula del Citi se ofreció a participar en el proceso “con el
respaldo de nuestros 200 años de historia como banco global y más de 100 de
presencia en la Argentina”.
Rothschild & Co. es “la joya de la corona” del grupo bancario
Rothschild, controlado por las ramas francesa y británica de la histórica
familia Rothschild. Tiene tres principales líneas de negocios: asesoría global
(división de banca de inversión), gestión de activos y fortunas, y banca
comercial mayorista. Tradicionalmente, y desde hace décadas, se ubica
consistentemente entre los 10 primeros bancos de inversión globales en fusiones
y adquisiciones, tanto en número de operaciones como en tamaño de las mismas en
el ranking de Thompson Reuters. Si bien trabajó en casos de restructuración de
deuda (caso Costa de Marfil), se entienden en el mundo financiero que su fuerte
son las privatizaciones. Sin embargo quiere hacerse fuerte en este nuevo
mercado que, según parece, será competitivo. Por esto contrató a Eric Lalo como
nuevo jefe del área de asesoría soberana. Es un ex co-jefe del departamento de
asesoría soberana de Lazard, conocido por haber trabajado en los casos
Azerbaijan, Kazajistán y la provincia austríaca de Carinthia.
Lazard es un viejo conocido del país. Especialmente en tiempos de crisis.
Concentrado en las áreas de finanzas corporativas, gestión de carteras y otros
servicios financieros, principalmente con clientes institucionales; se lo
considera como el banco de inversión independiente más grande del mundo, con
oficinas ejecutivas en New York, París y Londres. Fue fundado en 1848, opera en
43 ciudades y provee asesoría en fusiones y adquisiciones, asuntos
estratégicos, reestructuraciones y estructura de capital, finanzas
corporativas; además de gestión de carteras para empresas, inversores
institucionales, gobiernos e individuos. En el proceso de default argentino de 2005,
fue convocado por el entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, y encabezó
el proceso de asesoramiento con Matthieu Pigasse como principal ejecutivo. En
los últimos años trabajo en las reestructuraciones de deuda de Irak, Ecuador,
Chipre y Grecia; en este caso, con la conducción de Kiechel.
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