Por Juan Gasalla - El miedo al impacto negativo del coronavirus en la economía
mundial contagió a todos los mercados este jueves, lo que se traduce de nuevo
en descensos generalizados en
los índices de Wall Street por sexta rueda consecutiva, en las bolsas europeas y asiáticas,
y en un nuevo desplome del precio del petróleo.
La
confirmación de muertes por coronavirus en Europa y la detección de un enfermo
en Estados Unidos que no había viajado a zonas de riesgo aumentaron la sensación de “pánico” bursátil, en lo
que se anticipa como una inevitable
desaceleración de la economía global mayor que la prevista.
Sin embargo,
la reacción bajista se moderó por la tarde. El Dow Jones de Wall Street, que
llegó a perder unos 900 puntos, pasó a recortar 300 unidades.
En el foco
internacional, los inversores tienden a abandonar la renta variable y buscan buscar refugio en los
activos considerados más seguros, como el oro o la deuda pública de Estados Unidos y Alemania.
Esta
tendencia se potencia para los
activos emergentes y más aún para los argentinos, cuyos valores siguen
deprimidos por la recesión económica doméstica, la elevada inflación y la
percepción de default soberano.
Dentro de
este escenario global, el S&P
Merval de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos), que llegó a perder
más de 4% en la apertura, retrocedió
2,8% en pesos, a 35.387 puntos. En lo que va de 2020, el panel líder de
la Bolsa de Buenos Aires cede un 14% en pesos y un 22% en dólares.
Los ADR, certificados a través de
los cuales las compañías argentinas cotizan en las bolsas de Nueva York,
exhibieron caídas de hasta 8% en
dólares por la mañana, baja que se moderó a un 4% en promedio al
cierre de la rueda.
Los bonos
soberanos en dólares de referencia también registran renovadas caídas de 2% en
promedio. En consecuencia, el Riesgo País de Argentina volvió a quedar cerca de los
los 2.200 puntos,
máximo de 2020 y el nivel más alto desde el 6 de diciembre último.
“Los soberanos en dólares operaron en
terreno negativo en el exterior, con bajas de hasta 2%, al tiempo que los inversores se encuentran más preocupados por
la reestructuración de la deuda pública en medio de las
negociaciones que lleva el Gobierno con acreedores privados y con el FMI, que
por el coronavirus”, indicaron desde Reseacrh for Traders.
Los índices
de Wall Street restaron más de 4
por ciento. El Dow Jones de Industriales quebró el piso de los
26.000 puntos -mínimo desde el 23 de
agosto- a los 25.766 puntos. Desde el 19 de febrero la pérdida acumulada
fue de 12% y consumió las
ganancias de los últimos cinco meses.
Los índices
europeos perdieron entre 3 y 4 por ciento. En Asia, las bolsas de Hong Kong y
Shanghai cerraron con modestas ganancias, pero Tokio cedió 2,1% y Seúl, un 1,1
por ciento.
Javier Cao,
responsable de Inteligencia Sectorial de Abeceb.com, subrayó que “lo importante es el plazo que dure la
enfermedad. El efecto del coronavirus llevará a una desaceleración del crecimiento a nivel
mundial, aunque todavía es muy prematuro para evaluar un impacto".
"Si el
problema encuentra una rápida solución y el virus es contenido, es posible que gran parte de la caída del PBI chino del primer
trimestre podría ser compensada con una recuperación rápida. Pero
si la epidemia espiraliza y
afecta en gran medida a otros países, el efecto será mucho mayor”, añadió Cao.
Aitor Méndez,
analista de IG España, indicó a EFE que la intranquilidad de
los inversores aumentó al constatarse que “uno de los contagiados por el coronavirus en EEUU no visitó ninguna zona de
riesgo” ni mantuvo contacto con personas procedentes de esas regiones.
En su opinión, tampoco ayudó a calmar los ánimos el mensaje del presidente de
Estados Unidos, Donald Trump,
que dio a entender a los inversores que la situación en el país “tiene visos de empeorar”.
Las materias primas también
acusaron netas bajas en el marco de la pérdida de valor financiera. El petróleo Brent del Mar del Norte,
el crudo de referencia en Europa y también en Argentina y Brasil, baja en torno
a 2,5% y acumula ya un descenso
del 13% desde el pasado 20 de febrero.
El ADR de YPF llegó a caer más de 4% este jueves,
a USD 8,20, muy cerca de su mínimo valor histórico, de USD 8,13 del
pasado 3 de septiembre. “Hay consenso y convencimiento de que la acción en 8 dólares hizo piso,
el más bajo de toda su historia y a ese precio vuelve a acercase”,
consideró Jorge Fedio,
analista técnico de Clave Bursátil.
“El balance con pérdidas y las alertas que
están sonando, Vaca Muerta está en
problemas y todos (los inversores) ponen el freno en mano. Que Vaca
Muerta es el futuro con YPF ‘estrella’ no está en discusión, siempre y
cuando no se la use de caja
politica. Y quizás esa sea la sospecha mas grave de la que nadie abre la
boca”, advirtió Fedio.
También debe
destacarse el apetito por bonos de
deuda pública de EEUU y Alemania, considerados los activos financieros
más seguros y conservadores. El bono del Tesoro de los EEUU rindió un mínimo
histórico de 1,27% anual, mientras que el bund alemán a 10
años ofreció una renta negativa de 0,531% anual.
Otro activo de refugio es el oro, que llegó
a avanzar un 1,5%, a USD 1.649 por
onza, para estabilizarse en 1.641 dólares. El banco de inversión Goldman Sachs prevé que el precio
del oro podría llegar a los USD 1.800 la onza en un año, lo que supone una suba
superior al 9% en un mundo con escasa inflación y horizonte de estancamiento económico
en el corto plazo.
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