Al igual que el
resto de los países (desarrollados o no), el Gobierno prepara un
paquete de medidas para afrontar la inevitable crisis en la economía real. Si
bien no hay (ni puede haberlos hoy) cálculos específicos sobre qué tan fuerte
puede ser el impacto en el PBI de este año, ya se descarta que la caída será de
al menos un punto porcentual más, superando el 2,5%.
Para que el impacto
no sea tan grave, el Gobierno de Alberto Fernández terminará de diseñar esta
mañana un paquete de ayuda económica y financiera. Incluirá el pedido de los
créditos de contingencia abiertos con el FMI (no se sumarán al stand by), el
Banco Mundial, BID y la CAF. Algunos serán para apoyar políticas sociales;
otros, para alentar políticas activas de fomento a los créditos y la
construcción, y algunos apuntarán a sostener los planes de estímulo a los
sectores menos favorecidos ya lanzados y cuyo financiamiento se verá afectado
por la baja en la actividad.
Se espera también
que se avance sobre la posibilidad de legalizar el home office y planes de
protección del empleo público y privado. Todo va en el camino correcto. Y en el
mismo sentido que las decisiones que los grandes líderes mundiales están
aplicando; incluyendo, por ejemplo, la Fed; imposible de poder ser señalada de
intervencionista.
Sin embargo, en la
Argentina, para completar el paquete, resta avanzar en el capítulo más
importante para que los privados puedan afrontar la crisis y tener más oxígeno
de acción. El Gobierno debe aplicar una profunda, seria y determinante
reducción de la asfixiante presión impositiva que ya sufrían los
contribuyentes, antes del coronavirus.
Se sabe que hay
dentro del gabinete quien propone postergar vencimientos, reducir alícuotas (al
menos temporalmente) y aplicar mejoras en los planes de pago vigentes. Es por
este camino que la economía argentina aliviará una de las causas más
importantes que le impiden reactivar; especialmente, el mercado interno. No
debe dudar el Gobierno. Es el momento de dar el primer paso en la reducción de
una presión impositiva que está a punto de ser récord mundial.
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