Por Rafael Mathus Ruiz - WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió a los
gobiernos una mayor coordinación para hacer frente a la crisis económica
desatada por la pandemia del nuevo coronavirus, abogó
por un paquete de "estímulo fiscal global coordinado" para evitar un
daño mayor y reafirmó que tiene un billón de dólares en sus activos listo para
asistir a los países.
"Si bien la cuarentena y el distanciamiento social es la receta
correcta para combatir el impacto en la salud pública de COVID-19, se necesita
exactamente lo contrario cuando se trata de asegurar la economía global",
escribió la directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en
una nota publicada en el blog del Fondo.
"El contacto constante y la coordinación estrecha son la mejor
medicina para asegurar que el dolor económico infligido por el virus sea
relativamente de corta duración", afirmó. "Más allá de estas acciones
positivas de los países individuales, a medida que el virus se propaga, el caso
de un estímulo fiscal global coordinado y sincronizado se fortalece cada
hora", abogó.
Georgieva reiteró que el FMI está listo para movilizar su capacidad
de préstamo de US$1 billón para ayudar los países
miembros, e hizo una mención especial sobre el golpe que han sufrido los países
emergentes, entre ellos, la Argentina.
"Muchos gobiernos ya han tomado medidas significativas, con
importantes medidas que se anuncian a diario, incluidas las medidas audaces y
coordinadas de ayer sobre la política monetaria", dijo, con relación al
recorte de tasas de la Fed y la acción coordinada de los bancos centrales de
los países desarrollados para aportar liquidez a los mercados.
"Pero claramente, aún queda mucho por hacer. A medida que el virus
se propaga, una mayor acción coordinada será clave para aumentar la confianza y
proporcionar estabilidad a la economía global", afirmó Georgieva.
La jefa del Fondo dijo que también puede ser necesario implementar
líneas de swapp con las economías emergentes. Georgieva citó al Instituto de
Finanzas Internacionales, el cual, la semana anterior, dijo que los inversores
han eliminado casi US$42.000 millones de los mercados emergentes desde el
comienzo de la crisis. "Este es el flujo de salida más grande que jamás
hayan registrado", indicó.
"Por lo tanto, la acción política de los bancos centrales en las
economías de mercados emergentes y en desarrollo tendrá que equilibrar el
desafío especialmente difícil de abordar las reversiones de los flujos de
capital y las crisis de los productos básicos. En tiempos de crisis, como en la
actualidad, las intervenciones cambiarias y las medidas de gestión del flujo de
capital pueden complementar útilmente la tasa de interés y otras acciones de
política monetaria", dijo Georgieva.
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