Por Juan Strasnoy Peyre - El Gobierno dio este lunes un paso
importante para avanzar en la
reestructuración de la deuda con jurisdicción neoyorkina. A través
de la resolución 130/2020 del Ministerio de Economía publicada en el Boletín
Oficial, dispuso registrar ante la Comisión de Bolsas y Valores de Estados
Unidos (SEC por su sigla en inglés) una emisión de bonos por USD30.500 millones que se utilizará
para un primer tramo del canje que se les propondrá a los acreedores privados.
Así, el Ejecutivo blanqueó un nuevo detalle de su estrategia de negociación:
según confirmaron fuentes del Palacio de Hacienda a BAE Negocios, el lanzamiento de la oferta será por etapas y
tendrá como tope los USD68.842 millones dispuestos por el decreto
250 de la semana pasada.
La resolución
dispuso la inscripción ante la SEC y la solicitud de aprobación ante Autoridad
Regulatoria de la Industria Financiera estadounidense (Finra) y estableció que
los casi USD69.000 millones serán tramitados "en los montos parciales que
se definan en el marco de la negociación en curso, resultando oportuno y
razonable una primera registración
de USD30.500 millones, atendiendo a las características de los
'indentures' (contratos) de los años 2005 y 2016".
También especificó
que las operaciones dispuestas se realizarán a través de la Oficina Nacional de
Crédito Público y la Unidad de Gestión de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa. Además, pautó como
tope para los gastos ante estos organismos USD9,16 millones.
Este paso es la
instancia previa a la presentación de la primera oferta para los bonistas, aunque en Economía no
confirmaron aún la fecha en que se lanzará. En el Gobierno, que hasta el
viernes pasado preveía hacerlo durante esta semana, reina el hermetismo. Y la
crisis global desatada por los temores a una recesión mundial como consecuencia
de la expansión del coronavirus y el diseño de políticas económicas y sociales
paliativas desplazaron del centro de la agenda al proceso de reestructuración.
Lo cierto es que la
primera oferta será por el 44,3%
del tope autorizado la semana pasada pero es ampliable a otras etapas en el
marco de la negociación. Fuentes cercanas al ministro Martín Guzmán remarcaron:
"Las operaciones de registración y oferta de canje se harán en tramos, y
no exactamente por hasta esa cifra (USD30.500 millones). Esta es solo una
primera ronda".
Si bien aún no se
conocen los detalles, el Ejecutivo
apunta a conseguir un período de gracia de entre dos y cuatro años más una
quita considerable entre capital e intereses. Hoy por hoy, la principal
preocupación oficial es que el derrumbe de los bonos argentinos, cuyas
paridades se hundieron hasta cerca del 30% en el marco del colapso global,
atraiga a los fondos buitres, siempre más dispuestos a trabar un acuerdo e ir a
los tribunales de Nueva York a litigar.
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