Por Fernando Meaños - Para crear el paquete de asistencia financiera a las pequeñas y medianas empresas
anunciado hoy por el gobierno, el Banco Central de la República Argentina
(BCRA) reducirá los encajes a los bancos de manera de liberar $320.000 millones
de pesos que estarán disponibles para ser prestados, según pudo saber Infobae de
fuentes oficiales.
El BCRA se apresta
a dictar una normativa en ese sentido en forma inminente, tal como señaló el
ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en el anuncio de las
medidas para paliar la retracción económica que traerá la expansión del
coronavirus en el país. De hecho, en el sector financiero se esperaba que la
norma se conociera hoy mismo.
La reducción de los
encajes se ubicará entre 1,5% y 2% de los niveles actuales. Con esos fondos,
los bancos podrán prestar exclusivamente a las pymes a una tasa del 26% y un
plazo de 6 a 12 meses para ser destinados a capital de trabajo e incluso a
reestructurar otros créditos ya contraídos con anterioridad con condiciones más
desfavorables.
Los encajes son los
fondos que cada banco debe depositar en el Banco Central cada vez que sus
clientes depositan su dinero a través de plazos fijos o en cuentas a la vista,
como las cajas de ahorro o las cuentas corrientes. Un porcentaje de ese dinero
debe quedar “encajado” en la autoridad monetaria como resguardo del sistema,
sin que los bancos reciban remuneración alguna por depositarlos.
La medida, que será
instrumentada en breve, ya había sido conversada entre las asociaciones que
agrupan a las entidades financieras y las autoridades. Durante el lunes,
los bancos recibieron la confirmación de la decisión en una reunión mantenida
con el titular del BCRA, Miguel Pesce, y el propio Kulfas.
En ese encuentro,
el principal punto enfatizado por las autoridades fue que las líneas
crediticias lleguen con exclusividad a las pymes y los comercios, que se
entiende serán los principales afectados por el parate económico que
traerá la generalizada suspensión de actividades de toda índole provocada por
la pandemia.
Al mismo tiempo,
dada la inusual gravedad del escenario, se estableció que el destino de estos
préstamos no estaría prefijado, siempre que ayude a sobrellevar la emergencia.
De hecho, Kulfas mencionó como referencia para estos créditos el monto de la
nómina salarial mensual de quien los toma. Es claro que muchas pymes los
necesitarán para pagar los sueldos
Por el lado de los
bancos, la medida fue bien recibida. No solo porque es a todas luces razonable
que ante una emergencia económica desde el gobierno se dispongan facilidades
para el crédito, sino también porque les permitirá colocar algunos fondos que
hoy no son remunerados de ninguna forma. Entre tener ese dinero “encajado”
en el Banco Central a tasa cero o prestarlo a una tasa baja y claramente
inferior a la inflación esperada, los bancos prefieren esto último.
De hecho, en los
últimos días se conocieron noticias de bancos privados que salieron a ofrecer
sus propias líneas, impulsados por la emergencia del coronavirus. Santander lanzó
créditos al 20% para la compra de equipos tecnológicos que permitan el
teletrabajo. BBVA presentó ayer una línea con el mismo objetivo. Banco
Galicia ofrece una línea especial, con tasa del 18%, para pymes dedicadas
a la producción de insumos médicos.
Por el lado
oficial, el Banco Nación armó un plan que formó parte de los anuncios del
gobierno. Destinará $25.000 millones a financiar productores de alimentos,
higiene personal y limpieza y de insumos médicos; $8.000 millones para la
producción de equipamiento tecnológico que facilite el teletrabajo y $2.800
millones para financiar infraestructura en 48 parques industriales de todo el
país.
La única
desconfianza por el lado de las entidades viene por el lado de saber qué
reacción tomarán las pymes frente a la oferta de tomar préstamos. El escenario
justifica ese escepticismo, ya que la demanda de crédito por parte de las pymes
es muy baja. Quienes se decidan a tomar préstamos seguramente lo hagan
empujados por la necesidad de una situación única, en la que se ven obligados a
afrontar el pago de salarios y sus costos fijos frente a ingresos que se
deshacen con el correr de las horas. La decisión anunciada hoy de eximir
de obligaciones patronales a las empresas de sectores críticos (gastronomía,
transporte, turismo, etc.) golpeados por el coronavirus está enmarcada en esa
situación.
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