Por Natalia Donato - Así como ocurre en otros países del mundo, el
avance del coronavirus en la Argentina no sólo tendrá consecuencias
sanitarias para la población, sino también económicas. Y la peor noticia
es que no se sabe cuál será el pico de la pandemia en el país y cuáles serán
los efectos en materia de actividad y empleo.
Hoy el escenario ya es crítico para algunos sectores y muy incierto para
la gran mayoría, justamente debido a que se desconoce cuándo y con qué
consecuencias terminará la pandemia. Infobae realizó un relevamiento
de algunos de los principales sectores económicos y hay algunos, los más
afectados, que ni siquiera saben cómo pagarán los sueldos y los impuestos a fin
de mes.
Hotelería y
gastronomía
Es una de las actividades más afectadas por la crisis, a partir de todas
las decisiones que se han tomado desde el gobierno para frenar la circulación
del virus. A los hoteles se les fueron cayendo las reservas, primero desde el
extranjero y luego a nivel nacional, y recientemente el escenario se agravó aún
más a partir de la norma del Ministerio de Turismo que establece que tampoco
pueden alojarse argentinos en los hoteles entre el 16 y el 31 de marzo.
“Los hoteles han visto caer sus reservas en un 100% y la ocupación se va
deteriorando cada vez más y va a llegar a 0. A su vez, la gastronomía redujo su
trabajo en más de 50% en algunos lugares y en otros directamente está cerrada.
La situación del sector es alarmante”, aseguró a este medio la titular de la
Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra), Graciela Fresno.
La directiva planteó que “en la medida en que este escenario se
mantenga, se va a ir complicando más y será difícil pagar salarios y cumplir
con las obligaciones tributarias”. La entidad ya le llevó sus reclamos al
Gobierno y si bien algunas medidas fueron tomadas ayer, todavía no son
suficientes, aseguró Fresno, quien agregó que hacia adelante están avizorando
un escenario aún peor debido a que las autoridades les aseguran que el pico del
virus llegará en un mes o dos.
Comercio
El sector comercio en general es uno de los más perjudicados. Si bien
los hoteles y restaurantes reciben en forma directa el impacto de la parálisis
del turismo, en general todos los comercios, excepto los
supermercados, se encuentran prácticamente vacíos desde hace varios días.
De hecho, los shoppings quedaron abiertos, pero con fuertes restricciones para
el ingreso del público.
El temor al contagio y la “cuarentena”, forzosa o voluntaria, que muchas
personas están haciendo generó poca circulación por las calles y, por ende, en
los negocios. Los supermercados tuvieron un pico de demanda durante el fin de
semana que ya mermó, aunque siguen funcionando normalmente por tratarse de un
rubro esencial.
“El panorama hoy es tétrico, si se puede utilizar una palabra. No
sabemos cómo se van a pagar los sueldos. Es el día a día. A fin de mes también
hay que pagar los impuestos. Si bien el Gobierno ha anunciado medidas
interesantes como la suspensión del pago de las cargas patronales, hay otros
tributos. Además, ¿cómo hacen las empresas que tienen créditos para pagarlos si
tienen las puertas cerradas?”, se preguntó el secretario de la Cámara
Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, quien agregó: “No hay prácticamente
gente en los comercios. La gente tiene temor y es lógico”.
Grinman agregó que “en los próximos meses habrá graves problemas
económicos porque por más que el virus esté controlado, los resabios quedan y
los impactos económicos tardan en volver a acomodarse, mucho más acá que
venimos muy golpeados. Muchos van a quedar en el camino".
Hay algunos comercios, especialmente marcas de ropa o calzado, que
decidieron cerrar sus puertas en los shoppings, por ejemplo, y siguen con la
venta online. De esta manera, minimizan el contacto con los clientes y pueden
darle home office a sus empleados.
Actividad
manufacturera
En el caso del sector industrial, la situación hoy no es compleja
como en el rubro comercio donde ya se están perdiendo las ventas, pero será el
próximo sector que lo sufra. De hecho, en algunas cadenas, como la automotriz,
ya comenzaron los problemas para producir por falta de algunos insumos.
El inconveniente no sólo puede surgir con inconvenientes en el
transporte de los insumos, como ya ha habido casos, sino también con el hecho
de que por las licencias otorgadas sumado al hecho de que los trabajadores
quieren evitar sus lugares de trabajo por temor al contagio, hay menos gente en
las plantas y ello afecta la operación habitual de esa fábrica.
Por otra parte, al haber menos consumo, ello se trasladará en menor
producción a la larga. “Hasta ahora, en la mayoría de los sectores industriales
se había frenado la baja, pero hoy vamos a una recesión nuevamente. Se
frenó el ingreso de extranjeros, la gente no compra, no podés pensar que no va
a haber recesión”, analizó el titular de la UIA, Miguel Acevedo, quien
agregó que el problema más grande que avizoran es cómo se pagarán los salarios
cuando avance esta situación.
En el caso del sector automotriz había una decisión coordinada de
terminales y autopartistas de anunciar una cuarentena por 9 días para evitar
problemas de abastecimiento en la industria, ante algunos problemas que habían
comenzado a aparecer. Finalmente el gremio de Smata no lo aceptó y el plan
quedó en la nada.
En el sector anticipan que, de una forma u otra, la producción de
algunos vehículos quedará paralizada. “Sabemos que deberemos hacer los mejores
esfuerzos para que el fuerte impacto negativo en la actividad productiva sea el
menor posible, aunque sin dudas será muy relevante”, anticipó el director
ejecutivo de la Asociación de Fábricas de Autocomponentes (Afac), Juan
Cantarella.
Construcción
El sector de la construcción es otro de los que tendrá una reacción más
lenta a esta nueva crisis. Por ahora, en las obras se está trabajando
normalmente, aunque con la salvedad de los grupos de riesgo, como los mayores
de 60, los que tienen enfermedades respiratorias, o los que tienen niños en
edad escolar a cargo.
“La gente empieza a querer no estar tan expuesta y a tener que estar más
presente en su casa por un montón de situaciones y eso va a ir menguando la
actividad, lo que a la larga provocará un freno de las obras y una dificultad
para pagar sueldos”, afirmó el flamante titular de la Cámara Argentina de
la Construcción (Camarco), Iván Szczech, quien recordó que el sector
perdió unos 47.000 empleos desde diciembre y que con este escenario la
situación podría agravarse.
Por otra parte, el hecho de que haya disminuido sensiblemente la
cantidad de empleados administrativos en el Estado por la “cuarentena” les hace
presuponer que también se ralentizarán los envíos de fondos contra certificados
de obras, lo que afectará la obra pública. “Nosotros esperamos que estos
anuncios que se hicieron ayer, como los créditos Procrear, muevan al sector. Se
va haciendo lo que se puede y nosotros iremos reclamando las medidas necesarias
para que las empresas puedan seguir trabajando”, aseguró el presidente de la
cámara.
Sector
agropecuario
El campo es de los menos afectados por esta crisis provocada por la
pandemia del coronavirus. En la actividad agrícola, se trabaja con pocos
empleados y el único riesgo que avizoran en el sector es que surjan
inconvenientes con el transporte de los granos, en las próximas semanas cuando
comience la cosecha gruesa. Pero el productor puede tranquilamente cosechar y
dejar su producción en acopios hasta que pueda enviarlo al puerto directamente.
Consultado al respecto, el titular de la Sociedad Rural Argentina
(SRA), Daniel Pelegrina, aseguró que “el campo tiene que seguir funcionando. En
la cadena de la carne, hay que faenar y proveer el alimento que necesita la
gente; lo mismo con la fruta, hay un tiempo para cosecharla”. En el caso de la
cosecha gruesa, el dirigente afirmó que “cuando se abren las ventanas
climáticas, hay que hacer el trabajo porque si no, los riesgos son enormes”.
“Pero ahí el impacto es mínimo. Son circuitos cerrados y de baja carga de gente
trabajando. Y luego hay que tomar las precauciones pertinentes con los
transportistas”, aseguró.
Con respecto a la infraestructura de los puertos, Pelegrina afirmó que
se modernizaron mucho en el último tiempo y hay importantes playas de espera
para que no se produzcan importantes aglomeraciones de gente. Por lo tanto, si
dejan ingresar los buques, no habría inconveniente alguno, analizó el
ruralista.
Servicios
del conocimiento
La economía del conocimiento es uno de los que mejor puede pilotear esta
crisis, que llevó a muchos sectores a realizar home office. Sucede que en esta
actividad, ya de por sí el trabajo es muchas veces a distancia.
“Como economía del conocimiento, somos de los sectores que más podemos
continuar con el nivel de actividad porque, o bien se trabaja en la casa, o
bien trabajás para proyectos en el exterior afuera, por ende, de forma remota”,
afirmó a este medio el director ejecutivo de Argencon, Luis Galeazzi.
El sector del conocimiento es de los menos afectados por ahora, aunque
aún esperan la sanción de la nueva ley, demorada en el Congreso por el
coronavirus
Sin embargo, el coronavirus igualmente les afectó. ¿En qué? En que el
Congreso se encuentra prácticamente paralizado y quedó sin tratamiento el
proyecto de ley que modificaría la norma para el sector sancionada durante el
gobierno de Mauricio Macri. “Las empresas de software perdieron en enero todos
los beneficios, con la expectativa de que se iba a recuperar con la nueva ley.
Pero el panorama ahora es que se van a acumular varios meses sin esas
ventajas”, señaló el directivo.
Por otra parte, si esta crisis se extiende como está sucediendo en
el mundo, las empresas lo sentirán en algún momento porque sus clientes se
verán golpeados y no contratarán nuevos proyectos, estiman en el sector. Ese
efecto indirecto no está medido, pero aseguran que algún impacto va a haber.
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