Por Martín Kanenguiser
- El Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) avanzaron en su diálogo
en torno de la cuestión de la deuda pese a las restricciones impuestas por el
coronavirus.
Este
avance se reflejará en las próximas horas en una comunicación oficial de ambas
partes, según indicaron a Infobae fuentes oficiales en Buenos Aires.
La
definición bilateral resultaría importante en un contexto en el que el Gobierno
quiere avanzar en la renegociación con sus acreedores privados, pese al fuerte
derrumbe de los activos financieros en todo el mundo.
De
todos modos, todavía no definieron un plazo para un nuevo acuerdo ni se habló
sobre la posibilidad de que la Argentina reciba nuevamente dinero del organismo
multilateral.
Fuentes
del Fondo no hicieron comentarios al respecto.
El
avance está en línea con el diálogo que se registró en los últimos dos meses
tanto en Buenos Aires como en Washington entre el ministro Martín
Guzmán y la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, y el
staff técnico que dirige Alejandro Werner.
Por
ahora el único resultado concreto es haber retomado las conversaciones en pos
de pensar en una auditoría de las cuentas públicas y una eventual renegociación
de los plazos para pagar la deuda que el país tiene con el organismo por 44 mil
millones de dólares.
Hoy
justamente, Werner se refirió a las consecuencias del coronavirus en la región
en un blog difundido desde Washington.
Allí
advirtió que los países de América del Sur como la Argentina enfrentarán
condiciones especialmente duras por la caída de exportaciones y el
endurecimiento en el financiamiento externo.
En un
documento que dio a conocer hoy expresó que toda la región posiblemente vaya
hacia una recesión este año, frente a la recuperación que se esperaba meses
atrás.
“América
del Sur enfrentará menores ingresos por exportaciones, tanto por la caída de
los productos básicos precios y reducción en los volúmenes de exportación,
especialmente a China, Europa y Estados Unidos, estados que son socios
comerciales importantes”, indicó el jefe del Departamento del Hemisferio
Occidental.
“La
fuerte caída de los precios del petróleo golpeará a los exportadores de
petróleo especialmente. El endurecimiento de las condiciones financieras
afectará negativamente a las economías grandes y financieramente integradas y
aquellas con subyacentes vulnerabilidades”, indicó. En este grupo, muchos
economistas -y el FMI en el pasado- colocan a la Argentina por su debilidad
fiscal, su alta inflación y los altos niveles de informalidad en su mercado
laboral.
A la
vez, Werner indicó que “las medidas de contención en varios países reducirán la
economía actividad en los sectores de servicios y manufactura durante al menos
el próximo trimestre, con un rebote una vez que la epidemia está contenida”. Es
decir, el cierre forzado de muchas actividades llevará a menores ingresos para
el sector privado y público.
El
economista argentino-mexicano destacó que la rápida expansión del Covid-19 “ya
no es un problema regional, es un desafío para pedir una respuesta global”.
“Países
de América Latina y el Caribe ha sido golpeado más tarde que otras regiones de
la pandemia y, por lo tanto, tener la oportunidad de aplanar la curva de
contagio”, aclaró.
En este
contexto, “se están realizando esfuerzos en múltiples frentes para lograr este
objetivo. Además de fortaleciendo las respuestas de las políticas de salud,
muchos países de la región están tomando medidas de contención, incluidos el
cierre de fronteras, el cierre de escuelas y otros medidas de distanciamiento
social”, como la Argentina, entre otros.
Estas
medidas lógicas, “junto con la desaceleración económica mundial y la
interrupción en las cadenas de suministro, la disminución de los precios de los
productos básicos, la contracción del turismo y el fuerte endurecimiento de las
condiciones financieras mundiales está deteniendo la actividad en muchos países
latinoamericanos”.
Aunque
no hay un mensaje explícito hacia el país, Werner advirtió que “el aumento
resultante en los costos de endeudamiento expondrá vulnerabilidades financieras
que se han acumulado durante años de bajas tasas de interés”.
Para
los países petroleros, la fuerte caída en el precio del crudo beneficiará a los
importadores, a la vez “se amortiguará la inversión y actividad económica en
países que dependen en gran medida del petróleo”. Esta situación afectará las
inversiones esperadas para Vaca Muerta y otros proyectos en el país, según los
especialistas.
Por
otro lado, indicó que los países con “infraestructuras de salud pública débiles
y espacio fiscal limitado” serán los más afectados.
Por
esta razón, afirmó que “la principal prioridad es garantizar que los gastos
relacionados con la salud de primera línea estén disponibles para proteger el
bienestar de las personas, cuidar a los enfermos y retrasar la propagación del
virus”.
“En
países donde existen limitaciones en los sistemas de salud, la comunidad
internacional debe intervenir para ayudarlos a evitar una crisis humanitaria”,
indicó. Sin embargo, esta semana, el organismo le negó a Venezuela el pedido de
asistencia por 5000 millones de dólares a raíz del coronavirus.
Además,
enfatizó, “las medidas específicas del mercado fiscal, monetario y financiero
serán clave para mitigar el impacto económico del virus”.
En
sintonía con las medidas que ya anunció y otras que prepara el Gobierno (como
la postergación del pago de impuestos), dijo que los estados de la región
“deberían usar transferencias de efectivo, subsidios salariales y
desgravaciones fiscales para ayudar a las familias y empresas afectadas a
enfrentar esta parada temporal y repentina en la producción”.
Además,
“los bancos centrales deberían aumentar el monitoreo, desarrollar planes de
contingencia y estar listos para proporcionar una gran liquidez a las
instituciones financieras, particularmente a aquellas que otorgan préstamos a
pymes, que pueden estar menos preparadas para soportar interrupciones
prolongadas”.
Por
otro lado, sugirió que “donde existe un espacio político, un estímulo fiscal y
monetario más amplio puede elevar la confianza y la demanda agregada, pero lo
más probable es que sea más eficaz cuando la economía comience a normalizarse”.
Por lo tanto, las medidas anunciadas tendrán un impacto más de minimización de
daños que de expansión.
Además,
sostuvo que “dados los extensos vínculos económicos transfronterizos,el
argumento para una respuesta coordinada y global a la epidemia es claro. Los
países están comenzando a tomar iniciativas políticas en esta dirección”.
“Por
ejemplo, se están asegurando fondos adicionales para gastos de salud en muchos
países, incluyendo la Argentina, Brasil, Colombia y Perú. Además, Brasil
anunció un paquete de emergencia económico dirigido a apoyar socialmente
vulnerable, mantenimiento del empleo y lucha contra la pandemia”, destacó.
En
tanto, recordó que “el FMI está listo para ayudar a mitigar las consecuencias
económicas del coronavirus y tenemos varias instalaciones e instrumentos a
nuestra disposición”. Uno de ellos es la línea de 50.000 millones de dólares
que anunció el organismo para colaborar con este problema.
“El
Fondo está listo para ayudar y trabajar con los países miembros en estos
tiempos difíciles”, concluyó.
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