Viernes 20 - Por Liliana
Franco - En una declaración del equipo técnico del FMI, que "el
alivio de la deuda necesario debería reducir las necesidades de financiamiento
bruto de Argentina a un promedio de alrededor del 5% del PBI, y no superior al
6 % del PBI para cualquier año en el mediano y largo plazo”. En referencia
al monto se señala que “el alivio en el
servicio de la deuda en moneda extranjera necesario oscila entre u$s55 y u$s85
mil millones durante la próxima década”.
Así lo señala una
nota del staff técnico del FMI en lo que constituye un nuevo y fuerte
respaldo a la negociación que el país está llevando adelante con los acreedores
privados.
También se conoció
una declaración de Kristalina Georgieva, Directora Gerente del
FMI, en la que señala que” teniendo en cuenta la capacidad de servir deuda
y el peso actual de la deuda del país, será necesario un alivio
substancial de los acreedores privados para restablecer la sostenibilidad con
alta probabilidad de la deuda”. Más aún, Giorgieva sostiene “alentamos a
un proceso de negociación colaborativo entre Argentina y sus acreedores
privados con el objetivo de alcanzar un acuerdo que conlleve una alta
participación”.
“A pedido de las
autoridades argentinas, y en estrecha colaboración, el personal del
Fondo”, según señala un comunicado del organismo, se publicó una nota
técnica sobre la sostenibilidad de la deuda pública de Argentina. Dicha nota
presenta la visión del personal técnico del organismo multilateral – no
necesariamente representan la visión del Directorio Ejecutivo del FMI - sobre
un marco macroeconómico factible y sobre la capacidad de sostener deuda de
Argentina a mediano y largo plazo.
Apoyo
No resulta casual
que se conozca este informe una hora antes que el ministro de
Economía, Martín Guzmán brindara su primera presentación vía webcast
donde se conocerá una actualización sobre el desarrollo macroeconómico de la
Argentina. Esto fue interpretado por los especialistas con un fuerte apoyo
del FMI a la Argentina.
Aunque como se
señala en la carta que emite la titular del organismo el análisis no
“representa necesariamente la opinión del Directorio”.
Georgieva manifestó
que “cuidar a las personas más vulnerables en Argentina y abordar la difícil
situación económica del país han estado entre las prioridades más altas del
presidente Alberto Fernández desde que asumió su cargo”. Tras este
reconocimiento, afirma que “atender estos problemas se ha vuelto aún más
apremiante a la luz de la pandemia del coronavirus y dado su importante impacto
económico y sobre la salud pública”.
La nota técnica,
que presenta la visión sobre la capacidad de sostener deuda del país en el
mediano y largo plazo, “está destinada a servir de guía a las partes
involucradas en la compleja situación de la deuda argentina.” Al respecto,
Giorgieva reiteró, como ya señalara en otras oportunidades el Fondo, la
necesidad de “un alivio substancial de los acreedores privados para restablecer
la sostenibilidad con alta probabilidad de la deuda”.
La número uno del
FMI asimismo adelantó que “nuestro personal técnico seguirá cooperando
estrechamente con las autoridades argentinas, y en particular con el
Ministro Martín Guzmán y su equipo, durante estos momentos difíciles”. Al
respecto, Giorgieva evaluó que “las autoridades han estado tomando importantes
medidas para contener la propagación del coronavirus y proteger a la población
de sus efectos perjudiciales”.
Y concluyó su
declaración afirmando que “es importante enfatizar que nuestra prioridad es, y
seguirá siendo, la de apoyar a la recuperación de Argentina y a la protección
de los grupos más vulnerables. En última instancia, nuestro objetivo es ayudar
a sentar las bases para una economía estable y próspera que pueda crear empleos
y elevar el nivel de vida en beneficio de todos los argentinos.”
Recorte
La nota técnica
precisa que “la deuda pública de Argentina, que se situó cerca del 90 por
ciento del PBI a fines de 2019, es insostenible. Es decir, que el superávit
primario requerido para reducir el presente nivel de deuda pública y las
actuales necesidades de financiamiento bruto hacia niveles manejables y
consistentes con un crecimiento potencial satisfactorio, no es económica,
ni políticamente factible”.
Al respecto evalúa
que “restablecer la sostenibilidad con alta probabilidad de la deuda pública
requerirá de una decisiva operación de deuda, con una contribución
apreciable por parte de los acreedores privados, que reduzca el nivel de deuda
y las necesidades de financiamiento bruto hacia niveles consistentes con la
capacidad de sostener la deuda de Argentina”.
En la opinión del
equipo técnico, el alivio de la deuda necesario debería reducir las
necesidades de financiamiento bruto de Argentina a un promedio de alrededor del
5 por ciento del PIB, y no superior al 6 por ciento del PBI para cualquier año
en el mediano y largo plazo.
El documento aclara
que “si bien esto está por debajo de la capacidad de sostener deuda de algunos
mercados emergentes, Argentina tiene una base de exportación
particularmente baja y estrecha, así como un sistema financiero interno poco
profundo”.
Considerando la
“capacidad limitada de Argentina para generar divisas y sus bajos niveles
actuales de reservas, el equipo técnico ve la necesidad de mantener el
servicio de la deuda en moneda extranjera alrededor del 3 por ciento del PIB a
mediano y largo plazo”.
Además de alcanzar
las metas de las necesidades de financiamiento bruto y del servicio de la deuda
en moneda extranjera mencionadas, los técnicos sostienen que “una operación de
deuda debería también estabilizar con alta probabilidad el cociente de deuda /
PIB, de modo que para 2030 haya un cierto margen en relación a los niveles de
deuda a partir de los cuales se originaron las crisis de deuda en el pasado en
Argentina”.
El marco de
referencia macro "factible" del equipo técnico precisa que se basó
en “los anuncios de políticas en términos generales por parte de las
autoridades, dado que el contenido preciso de su agenda de políticas aún no se
ha dado a conocer”.
El documento contempla
una caída del 2,3% del PBI para el año en curso con una recuperación una
suba del 2.2 para el 2021.
El marco de
referencia factible, que se basa en datos y anuncios de políticas al 15 de
marzo de 2020, prevé una recuperación económica moderada, condicionada a que
los efectos adversos de la pandemia del coronavirus se disipen hacia fines de
este año, junto con un proceso gradual de desinflación y consolidación fiscal a
mediano plazo.
Específicamente, el
trabajo señala que “después de una moderada expansión fiscal para hacer frente
a los efectos de la pandemia, el marco macroeconómico prevé alcanzar un
superávit fiscal primario del 0,8 por ciento del PIB para 2023, aumentando
aproximadamente 1,3 por ciento en el largo plazo, consistente con el mantenimiento
de superávits comerciales y una mejora de la cobertura de reservas
internacionales”. Y agrega que el equipo técnico del Fondo “cree que se
puede desarrollar e implementar un conjunto de políticas para lograr este
escenario”.
Escenarios
Los técnicos del
Fondo consideraron distintos escenarios para sus cálculos. Dependiendo del
escenario supuesto, “el alivio en el servicio de la deuda en moneda
extranjera necesario oscila entre u$s55 y u$s85 mil millones durante la próxima
década”.
El extremo inferior
de este alivio está asociado con el escenario que supone condiciones de
financiamiento más favorables para cumplir con los pagos adeudados al Fondo
Monetario Internacional y a otros acreedores oficiales.
Para cumplir con
las obligaciones de los acreedores si Argentina lograra una
restructuración a una tasa del 9% y una madurez de tres años los servicios
de la deuda deberían reducirse entre 80 y 85 mil millones de dólares.
Un segundo
escenario contempla una tasa de interés promedio del 7 % anual y un plazo de
5 años; en este caso el recorte debería ser de entre 70 y 75 millones de
dólares.
Por último, con una
tasa del 5% y un plazo de 7 años el descuento sería de 50 a 55 mil millones de
dólares.
Sin margen
El análisis del
equipo técnico muestra que hay muchas combinaciones de parámetros de
reestructuración de la deuda, entre ellas reducciones del valor nominal,
extensiones de vencimiento, períodos de gracia y recortes de las tasas de
interés, que podrían proporcionar el alivio mínimo requerido en el servicio de
la deuda en moneda extranjera que aseguran que relación deuda/PIB caiga con
alta probabilidad.
Naturalmente, los
técnicos sostienen que “la elección de estos parámetros de reestructuración de
la deuda es una cuestión a considerar por las autoridades y sus acreedores
privados”. Pero, en lo que es una afirmación no menor para la posición
negociadora de la Argentina, considera que “cualquier reestructuración
deberá reconocer que prácticamente no hay margen para el servicio de la deuda
en moneda extranjera en el corto y mediano plazo”.
Por último, los
técnicos advierten que “el análisis del equipo técnico está sujeto
a considerables riesgos a la baja”. El riesgo principal a corto plazo
se relaciona con un impacto negativo más fuerte y prolongado de lo previsto de
la pandemia del coronavirus, con efectos aún más adversos sobre la economía
global y la Argentina.
Además, el marco
macroeconómico factible que se supone depende de manera crítica de la
implementación firme de la agenda de políticas asumida. Por último, existen
riesgos operativos asociados con el proceso de reestructuración de la deuda que
pueden impedir alcanzar un acuerdo consistente con una alta participación de
los acreedores privados.
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