Por Liliana Franco - En permanente contacto con destacados
sanitaristas que le brindan asesoramiento, el presidente Alberto Fernández se encuentra evaluando las
consecuencias del aislamiento obligatorio dispuesto para enfrentar el
coronavirus, señalan fuentes de la Casa Rosada.
Al respecto, algunos infectólogos analizan cómo pasar de un esquema
de restricción general a otro en el que se levantaría la cuarentena pero manteniendo ciertas limitaciones.
El primer mandatario fue contundente al afirmar que, entre la
economía y la salud de los argentinos, optaba por la salud de los argentinos.
Sin embargo, en fuentes oficiales también se reconoce que la cuarentena trae
aparejadas dificultades en una economía donde cerca del 40% se mueve en el
circuito informal.
Dificultades
La magnitud del circuito ilegal obliga a que muchas operaciones se
tengan que hacer de manera presencial, una posibilidad hoy vedada por la prohibición
de circular.
La realidad es que en Argentina hay casi 7 millones de personas que
trabajan en la informalidad. Se comenta que pequeñas empresas o comercios se ven con dificultades para pagar
los sueldos a sus empleados en negro porque los fondos se encuentran en una
caja de seguridad de un banco y el retiro requiere de una presencia física. Y
encima, aunque lograra hacerlo, le sería complicado obtener pesos porque las
“cuevas” prácticamente no están operando, según se señala en fuentes del
mercado de cambios.
Límite al
descubierto
Peor aún, algunas pequeñas empresas comentaron a Ámbito que
ciertas entidades bancarias decidieron, sin dar ningún tipo de aviso, reducir
los límites de descubierto de sus clientes y que para restablecer los
anteriores valores están pidiendo una actualización de la documentación. Requisito
que muchos no pueden cumplir ya que se encuentran, por la cuarentena,
trabajando desde la casa.
Otros bancos, en cambio, y para brindarles más giro en descubierto a las
empresas consideradas más afectadas por el coronavirus (turismo, restaurantes,
hoteles) están recortando las líneas a los restantes clientes, afirman voceros
de las pymes. Aunque, hoy en día hay, son pocos sectores que no se vean
afectados por la cuarentena.
Defensa
Desde los bancos señalan que, por el contrario, “están trabajando
muchísimo” para afrontar la emergencia. Particularmente en la implementación
de las líneas a la tasa de preferencial de 24% que se dispuso para que las
empresas puedan pagar los salarios. Agregan que para los particulares,
distintas entidades están reduciendo el monto mínimo para cubrir los pagos de
las tarjetas de crédito, como forma de ayudar a las familias.
Otro de los problemas que afrontan las empresas, especialmente las
pequeñas, es que numerosas obligaciones -como los servicios o el pago de
algunos impuestos- tienen débito automático. Estos pagos al ser debitados
directamente por los bancos, provocan, en algunos casos, que las empresas se
queden sin fondos para hacer frente al pago de sueldos.
Cabe señalar que hasta el momento el Ministerio de Economía, a través de
la AFIP, no ha instrumentado ninguna suspensión de pago de impuestos para las empresas.
“Yo tengo la ventaja que pago el IVA diferido por ser buen cumplidor,
pero si dejo de cumplir una vez se cae el régimen y tengo que pagar todos los
meses”, comentaba una empresa industrial pequeña que cuenta con una planta
con 10 trabajadores de donde, salvo que se modifique, no está en condiciones de
acceder a los REPRO (se otorgan a partir de 25 empleados).
Otro comerciante mediano preocupado por la eventualidad que se prolongue
la cuarentena comentaba sus dificultades para pagar salarios “y encima no
hay ninguna noticia de que se vaya a postergar el pago de aportes y del pago de
IVA” (sólo los sectores afectados de forma crítica por la emergencia están
eximidos del pago de contribuciones patronales).
No solo las empresas pymes tienen dificultades. Distinta compañías
multinacionales que antes contaban con el respaldo de la casa matriz para hacer
frente a sus necesidades, ahora observan que este apoyo se interrumpió como
consecuencia de que el mundo está sufriendo la turbulencia financiera más importante
desde la crisis de 1930.
Por su parte, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa alertó
que las empresas no tienen ingresos y que será “muy difícil” afrontar el pago
de sueldos, los impuestos, las contribuciones, cargas sociales y a los proveedores.
Más aún, advierten que ante la falta de recursos de las pymes, el levantamiento
del clearing bancario y por lo tanto el ingreso de los cheques de pago
diferidos emitidos por las pymes, “provocará una cantidad de cheques
rechazados por falta de fondos”.
Estos ejemplos, que se multiplican por miles, son los que preocupan al
gobierno respecto a las consecuencias de la cuarentena.
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