Por Natalia Donato - “Estamos trabajando para que todas las
empresas puedan pagar los sueldos a fin de mes”, repiten a coro los funcionarios
de distintas áreas del Gobierno que avanzan de forma coordinada en un set de
medidas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Mientras tanto, crece
de forma exponencial la preocupación en las empresas, especialmente pequeñas y
medianas, producto del freno de la actividad económica generada por la
cuarentena y abundan las dudas en torno a cómo harán para afrontar sus
compromisos, desde salarios hasta pago de servicios e impuestos.
“Estoy sumamente
preocupado por cómo voy a hacer para pagar los sueldos, ya que soy dueño de una
pyme unipersonal que tiene 3 heladerías y tengo cerrado desde el inicio del
aislamiento preventivo y obligatorio a fin de preservar a mis empleados y
clientes, pero cuento con 26 empleados. ¿Quedo afuera del beneficio del
Repro?”, se preguntó, por mail a Infobae, este empresario, tras la
información que trascendió ayer, luego del encuentro del gabinete económico,
que el corte para otorgar esta ayuda sería pymes de hasta 25 trabajadores.
Como este caso, hay
miles. Empresas preocupadas, además, porque con la apertura del clearing bancario
no tendrán forma de cubrir los cheques emitidos ante la falta de ventas.
Pero el Gobierno promete una solución para todos los que realmente no
estén en condiciones de afrontar el pago de salarios por esta situación
extraordinaria. ¿En qué están pensando los funcionarios, cuando faltan apenas
dos días hábiles para que termine el mes? ¿Llegarán con las soluciones? ¿Podría
demorarse el pago de sueldos?
Fuentes oficiales
aseguran que lo que está bajo análisis es que la ayuda para pagar salarios
provenga de una combinación entre financiamiento privado, garantizado en el
caso de las pymes con baja o nula calificación, la reducción de las cargas
patronales por un determinado período, y el nuevo Programa de Recuperación
Productiva (Repro), cuya reglamentación se está trabajando en la cartera
laboral y que tendría, en un principio, el objetivo de ayudar a las empresas de
hasta 25 empleados y de los principales rubros afectados.
No hay dudas de que
un restaurante que hace dos semanas que no abre estará alcanzado; lo mismo que
los hoteles y todas las empresas vinculadas con el turismo. También el sector
comercio, que se vio fuertemente golpeado desde antes de la cuarentena
obligatoria por menor circulación de gente en las calles. Luego, todos los
rubros considerados no esenciales, que debieron parar sus fábricas. Son
pocos los sectores que quedarían afuera, como por ejemplo las alimenticias o
los supermercados, que tuvieron, a diferencia del resto, un buen marzo.
Pero nada será tan
tajante. Si bien la prioridad serán las firmas pequeñas, el resto de las
empresas que se hayan visto afectadas por el freno de la economía también
tendrá una solución. Una idea que se está trabajando en el gabinete económico
es que más de un corte y que el beneficio sea menor en la medida en que la
empresa sea más grande y con más trabajadores. Pero también es factible que la
reglamentación salga con el cupo de 25 y que luego se vaya flexibilizando el
otorgamiento del beneficio en la medida en que aparezcan firmas más grandes con
problemas.
El nuevo Repro será
más flexible que el que regía hasta el momento, ya que no se exigirá la misma
cantidad de documentación, dicen en el Gobierno. Será como una especie de
Repro Express, que existió en varios momentos en el país, como en 2009 y 2018,
por ejemplo. Se mantendría, sin embargo, la idea de que la ayuda alcanzará
al monto equivalente a un salario mínimo, vital y móvil por trabajador, cifra
que asciende a 16.875 pesos desde octubre del año pasado. Se trata de una
suma fija mensual remunerativa por ese valor y por un plazo de hasta 12 meses,
destinada a completar el sueldo de su categoría laboral.
Si bien será mucho
más ágil el trámite, en el Gobierno están analizando cuál será el parámetro
para analizar la situación de la empresa. Una opción es que se analice facturación
de marzo de este año versus la del mismo mes del año pasado, pero también
esto genera debate al interior del gobierno porque para muchas empresas el
parate recién arrancó con la cuarentena total, el viernes pasado, por lo que
sólo perdieron pocos días durante este mes. Por ende, no sería extraño que el
beneficio arranque para los sueldos de abril.
A esta ayuda se
sumará la rebaja temporaria de las cargas patronales y el financiamiento
bancario, que todavía está sin activarse. Se trata de $350.000 millones en
créditos productivos que el Gobierno anunció días atrás y que serían otorgados
por las entidades financieras, pero por el momento hay cierta resistencia,
afirman fuentes oficiales. ″Los bancos le tienen que prestar a las
empresas. Ese es el diálogo que estamos teniendo desde el ministerio",
señalaron desde Desarrollo Productivo. Son préstamos a una tasa del 26% y
contra presentación del formulario 931, que todos los empleadores presentan a
la AFIP para pagar las cargas sociales.
La liberación de
esta línea de financiamiento no es tan sencilla. Hay varias cuestiones que
reglamentar, como por ejemplo en qué cuenta se acredita el crédito. El
Gobierno quiere garantizarse que esos fondos se utilizarán para pagar salarios
y no para otra finalidad, por lo que se está analizando si la
transferencia del banco no puede hacerse directamente a las cuentas de cada
trabajador.
Hoy el
promedio de salario formal asciende a $50.200, según los datos de la cartera laboral.
No incluye al sector público, que es levemente más alto. Si se segmenta
por pymes, en Producción afirman que el promedio baja a unos 35.000
pesos.
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