Por Ximena Casas
- En el Gobierno están analizando una extensión en el plazo para la
repatriación de fondos en el exterior, una opción que permite a los
contribuyentes disminuir la alícuota del Impuesto a los Bienes Personales que
deberán pagar por los bienes que tienen fuera del país. La modificación podría
conocerse en los próximos días.
Según la
reglamentación vigente, el plazo para realizar una repatriación equivalente al
5% de los bienes en el exterior vence el próximo 31 de marzo. Ese movimiento
permite pagar una alícuota menor del impuesto, que para los bienes en el
extranjero puede llegar al 2,25% como máximo.
Sin embargo, el
plazo previsto resultó escaso, ya que el traslado de los días feriados y
el cierre de las sucursales bancarias —por el aislamiento social preventivo y
obligatorio dispuesto por el Gobierno— complicó las operaciones de los que se
decidieron a realizarlo en los últimos días del mes.
Es más: muchos
bancos no tenían aun habilitadas las aperturas de las cuentas especiales de
repatriación, necesarias para transferir los fondos. Mientras que los que
pudieron abrir sus cuentas tuvieron luego dificultades con las transferencias
que se están realizando con más demoras que lo habitual.
En uno de los
principales bancos privados detallaron que se habían abierto en las últimas
semanas unas 900 cuentas de repatriación. “No había una expectativa concreta.
Parecen bajos los números para lo que manejamos siempre pero es un nicho de los
que tienen plata afuera y no hubo demasiado tiempo”, señalaron.
La extensión del
plazo —entre otras flexibilidades— era reclamada por los especialistas en temas
tributarios que consideran que consideran que, en caso contrario, el plan de
repatriación difícilmente prospere. “La falta de certidumbre en cuanto a la
prórroga del plazo hace que, por decisión propia o por imposibilidad fáctica,
la repatriación al 31 de marzo sea un fracaso”, señaló Iván Sasovsky, del
estudio Sasovsky & Asociados.
Según Florencia
Fernández Sabella, especialista del estudio Laiún, Fernández Sabella &
Smudt, hay tres plazos que generan preocupación en relación con el Impuesto a
los Bienes Personales. El primero, es el de la repatriación que quedó reducido
por los pocos días hábiles que quedan en el mes. “Esta prórroga debería salir
publicada en un nuevo decreto (DNU), ya que la Ley de Solidaridad le dio
amplios poderes al Poder Ejecutivo para establecer todas las condiciones de
repatriación y no necesita pasar por Congreso”, precisó.
El segundo, es el
vencimiento del pago a cuenta excepcional de bienes personales que vence el 1º
de abril y tienen que pagarlo todos aquellos que no quieran repatriar. Y por
último, a mediados de abril vencen los quintos anticipos a cuenta de Bienes
Personales e Impuesto a las Ganancias de personas humanas, que también
requieren de alguna acción de prórroga.
Otro tema que
genera un desincentivo para la repatriación es la crisis financiera global que
generó importantes bajas en acciones y títulos, que son las inversiones más
frecuentes de los que tienen fondos en el exterior. “El que tiene un patrimonio
importante los tiene invertidos y para poder traer el 5% tiene que vender
inversiones. En un escenario de baja en las inversiones, se puede quedar con
las acciones y títulos esperando que vuelvan a subir; pero si tiene que vender
para repatriar está confirmando la pérdida del instrumento”, apuntó Sebastián
Domínguez, socio de SDC Asesores Tributarios.
En un ejemplo de
una persona que tenía USD 700.000 en el exterior a fines de diciembre y sus
inversiones cayeron un 20% terminaría pagando una alícuota de 2,66%. En el caso
de una pérdida del 30% o del 50%, la alícuota sería de 3,05% y 4,26%.
Según el
especialista, la prórroga debería llegar hasta junio o dejar de lado por este
año la aplicación de la alícuota. “Con la crisis económica que se viene y la
falta de fondos es penalizar a los que tienen fondos en el exterior y que
quizás lo necesitan necesitan para vivir. En el caso de los que no tienen
grandes fortunas”, opinó.
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