Por Juan Pablo
Álvarez - Las implicancias de mediano y largo plazo que va a tener
el Covid-19 en la economía son difíciles de predecir, incluso si se piensa en
qué sucederá una vez que se levante el alerta sanitario. No obstante, hay una
convicción en muchos analistas de que los sectores vinculados al agro, como los fabricantes
de maquinaria agrícola, pueden llegar a tener una rápida recuperación y que
habrá un fortalecimiento de los servicios basados en el conocimiento. Asimismo,
el sector esparcimiento, el turismo, la gastronomía y el transporte parecieran
llevarse la peor parte, mientras que se observa una luz amarilla en lo que
tiene que ver con industria manufacturera.
“Los sectores de
recreación, turismo y entretenimiento fuera del hogar van a seguir estando muy
reducidos, tanto por medidas regulatorias como por el propio distanciamiento
social. No va a haber la misma demanda y seguramente haya restricciones a la
oferta de espectáculos masivos”, afirmó el economista jefe de Elypsis, Martín
Kalos.
Desde una óptica
similar, el economista jefe del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas
(IAEF), Alfredo Gutiérrez Girault, avizoró: “Hay un trauma sanitario
y hay que ver cómo impacta en estrategias de consumo. La gente va a pensar dos
veces antes de ir a un restorán”. En línea con estas predicciones, muchas salas
de teatro están vendiendo abonos para futuros espectáculos, para lograr
sostenerse mientras dure el temblor.
“La construcción,
hoy en día, está muerta”, sentenció el economista e investigador de la
Universidad Nacional de San Martín, Enrique Dentice. Este sector sufre,
por un lado, la parálisis de la obra pública y, por el otro, la falta de dinero
para obra privada. “La cadena de pago en nuestro rubro está cortada, nadie paga
nada”, afirmó a este medio Damián Tabakman, presidente de la Cámara de
Desarrolladores Inmobiliarios de Argentina. La apuesta del Gobierno es generar
movimiento con una reapertura del Procrear y con los planes de pequeña obra
pública barrial.
En tanto, en lo que
refiere a comercio y a industria, los especialistas consideran que la clave
está en cuánto duren la pandemia y las medidas restrictivas. “Si toco un
botón y se termina todo debería reactivarse rápidamente las pymes comerciales,
pero eso siempre y cuando las empresas no hayan quebrado y no se haya destruido
capital”, advirtió Matías Bolis Wilson, de la Cámara Argentina de
Comercio. En las actividades comerciales, las que están más a salvo son
aquellas vinculadas al consumo masivo y los alimentos, por un lado porque
siguieron trabajando en este tiempo. Por otro, Kalos señaló que, muy
posiblemente, parte del dinero que las capas medias destinaban a ocio y
entretenimiento se vuelquen hacia este sector.
Por su parte, José
Urtubey, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, indicó: “Todos los
sectores industriales están afectados, aunque podríamos dividirlo en dos
líneas: los que están operando, por haber sido declarados esenciales, y quienes
no. Quienes no están trabajando tienen una parálisis absoluta, con mayores
dificultades, pero eso no obsta a quienes están funcionando de sufrir, ya que
estas cadenas de valores están muy interconectadas”.
El empresario
industrial textil Marco Meloni afirmó: “Si esto nos pasaba en
otra época podíamos soportar un poco más, pero veníamos de cuatro años de
malaria y los últimos cuatro meses de 2019 que fueron una paliza. Estamos
descapitalizados, apalancados con el sistema financiero, con cuevas y con
sociedades de garantía recíproca”.
Sin embargo, dentro
de la industria se espera que algunos sectores despeguen más rápido, como por
ejemplo todos aquellos vinculados al campo. De hecho, la Cámara de Fabricantes
de Maquinaria Agrícola emitió un comunicado optimista el viernes, no bien se
levantaron las restricciones para sus asociados: “Gran cantidad de operaciones
fueron acordadas, por ejemplo, en la última edición de Expoagro 2020, por lo
que su concreción permitirá afrontar los acuerdos comerciales y mejorará
notablemente la disponibilidad de fondos”.
Resta ver qué puede
pasar con la industria automotriz, sector en el que ya empiezan a verse
suspensiones de trabajadores: “Ahí va a depender de lo que ocurra en países
vecinos, porque se exporta buena parte de lo que se produce, tanto autopartes
como modelos terminados”, adelantó Martín Kalos. Además, remarcó que la
industria farmacéutica es una de las que verá crecer su demanda en los próximos
meses.
Respecto del agro,
pareciera ser uno de los sectores que saldrá ileso del coronavirus: “Las
commodities siempre algún mercado encuentran o permiten stockear. Sería
preocupante si hubiese existido una caída muy importante en la demanda, pero
tan solo hubo una corrección de precios”, resumió Mariano Cao, de la consultora
Abeceb.
Donde sí Cao
puntualizó que puede haber una recuperación más lenta es en actividad
petrolera: “Con la caída de demanda y la guerra de precios internacionales,
toda la actividad se frenó en seco. Y eso va a seguir posterior al coronavirus”,
estimó.
Se espera también
que los grandes ganadores de este cambio de hábito sean los generadores de
servicios intangibles. Respecto de eso, Kalos afirmó: “Hay un crecimiento
en trabajo a distancia, seguridad cibernética y atención a distancia. También
la gente va a volver a demandar servicios financieros, por lo que las fintech y
los bancos que mejor se adapten a este tipo de necesidades van a incrementar su
volumen”.
El economista de
Elypsis también previó un crecimiento en los servicios de entretenimiento en el
hogar y delivery. A tal punto se espera una buena performance respecto de
quienes otorgan ocio puertas adentro, que la coordinadora de Research de
InvertirOnline, Flavia Matsuda, le contó a este medio que una de las
estrategias de inversión que recomienda a sus clientes más expeditivos es
comprar acciones de Netflix.
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