Las
dudas que existían hasta hace algunas semanas sobre la capacidad que tendría el
Gobierno para refinanciar la abultada deuda en pesos que vencía –e intentar
bajar las tasas a la vez– parecieron quedar terminantemente sepultadas ayer,
cuando pudo tomar del mercado local dos veces el monto que buscaba y sin verse
forzado a pagar más por ello.
Aunque
la colocación resultó favorecida por la liquidez del mercado (aumentada por
efecto de la sostenida emisión monetaria para asistir al fisco en medio de la
pandemia) y el incentivo que tuvieron los bancos a suscribir el Bonte 2022,
pese a su tasa fija del 22% anual (el BCRA había habilitado a las entidades el
pasado jueves a usarlo para constituir encajes, exigencia que usualmente no se
remunera), no pasa desapercibido que el Ministerio de Economía logra cubrir
cada vez más holgadamente sus necesidades de refinanciamiento, al punto que
desde hace un mes puede darse el lujo de cubrir necesidades de gasto con los
sobrantes captados.
Concretamente,
ayer la Secretaría de Finanzas había salido a buscar $37.000 millones mediante
la reapertura de tres Letras del Tesoro de corto plazo colocadas a Descuento
(Ledes) y la nueva emisión del Bonte 2022. Pero se topó con ofertas de compra
por un total de $79.713 millones (el mayor monto para este tipo de colocaciones
desde diciembre) y terminó aceptándolas por un total de $75.047 millones.
El
54,5% ($40.996 millones en total) lo captó mediante la reapertura de las Ledes
a 53, 84 y 99 días, que vendió a los precios prenunciados de $960, $936 y $924
por cada $1000 nominales, que suponen tasas del 28,69,29,71 y 30,32% nominal
anual, respectivamente. La más corta volvió a ser la más elegida al concentrar
el 66% de la demanda de Ledes.
Los
restantes $34.050 millones los aportaron los bancos que se lanzaron de cabeza a
suscribir el Bonte 22 usando para eso no sólo los $19.240 millones que cobraron
por su tenencia del Bonte 20, bono que también usan para integrar encajes, pero
que deberán ir reemplazando ya que caduca en noviembre.
Las
cuentas para el Tesoro salieron redondas: no sólo no gastó un peso para pagar
el cupón del Bonte 20 sino que ingresó a caja $53.760 millones, que servirán
para cubrir próximos vencimientos de deuda en pesos y gastos. “Esto confirma
que el mercado entró en una dinámica positiva y que cada vez participan de las
subastas más inversores. Incluso comienza a tomar volumen el mercado secundario
de Ledes”, comentaron satisfechos en Finanzas.
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