Por Salvador Di
Stéfano - El Gobierno espera que el dólar blue baje ante
la intervención cruzada de distintos organismos. En una misma jugada presiona a
los fondos de inversión a un cambio en la estructura de sus carteras y vender
activos dolarizados, pesifica letes en dólares, vende dólares en el mercado de
futuro y la Anses se desprende de bonos para aplacar el precio del dólar bolsa
e influir en una baja del dólar blue. Hasta ahora el
resultado no es tan relevante, el dólar bule bajó de $140 a
$118 aproximadamente, pero a menos de $110 está lleno de
compradores.
Pasa el
tiempo y al Gobierno se le terminan las municiones. Las reservas de u$s43.137
millones se reducen a apenas u$s8.500 millones cuando se le
restan los encajes de los bancos, el swap chino, créditos de organismos
multilaterales, los DEG en el FMI y la caja chica del Banco Central.
Entre
los u$s8.500 millones reales, hay que contar que u$s3.300
millones son reservas en oro, en dólares quedan u$s5.200 millones. Como se
observa, intervenir en el mercado del dólar es como querer tapar el sol con las
manos.
En
el mercado de futuros del dólar, el interés abierto a fines de abril
sumaba u$s1.652 millones. Al martes 19 de mayo se ubicó en u$s2.874
millones. Son contratos a vencer en los próximos 10 meses. Este mayor
volumen denota el interés de agentes económicos por estar comprados en dólares
ante probables cambios en la política cambiaria del Gobierno.
En los
últimos 12 meses el peso versus el dólar oficial se devaluó el 52% y contra el
dólar blue el 167%. Esto denota que el mercado ve con buenos ojos una
devaluación del signo moneda.
El
Banco Central no desea devaluar el peso, sabe que si convalida un precio más
alto recibirá dólares de la exportación, pero los precios aumentarán en el
mercado interno. Otra vez la frazada corta, nos tapamos el pecho para
destaparnos los pies.
Tampoco
ayuda mucho la mala performance de los activos argentinos. Esta crisis comenzó
en diciembre de 2017, el fatídico día en que se dio una conferencia de prensa
entre el Banco Central, Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Economía
inundando de desconfianza al mercado.
Desde
esa fecha los resultados de algunas inversiones a la fecha fueron los
siguientes:
El DICY valía
u$s165 a fines del 2017, en dos años se pagaron cupones de interés por
u$s23,60, eso queda con un costo de u$s141,40. Hoy con renegociación con
vientos favorables vale u$s67,50, lo que implica una merma del 52%.
Una acción
bancaria valía en diciembre de 2017 u$s69 y hoy vale u$s8,70 la merma fue
del 87,4%.
La inflación desde
abril 2020 a diciembre de 2017 fue del 148,5%.
La
cotización del dólar oficial aumentó el 262% y el dólar blue el 544%.
El metro
cuadrado en pozo de una empresa constructora en el 2017 valía u$s2.500 y
ahora vale u$s2.000, con una caída del 20%. El metro cuadrado de una empresa
con construcción más estándar estaba en el 2017 u$s1.800 y ahora está en
u$s1.300, con una caída del 27,8%. Si estos productos lo vendés hoy terminados,
lo podrías ofrecer a u$s2.500 y u$s1.800 el metro cuadrado.
Consejos para los ahorristas
Los
inversores no encuentran activos líquidos donde proteger sus ahorros más allá
del dólar billete, ya que el propio Estado se preocupó por romper la confianza
en Letes dolarizadas, que las canjeó por título en pesos, dejó de pagar los
bonos en dólares bajo ley argentina, y estira la negociación de la
reestructuración de los bonos bajo ley extranjera.
La tasa
de interés de un plazo fijo rinde el 26,66% anual en pesos, cuando
todos sabemos que la inflación estará por encima de dicha marca.
Podemos
ver el vaso medio vacío y salir a comprar dólares durante los próximos 30
días, en donde la cotización debería estar más tranquila, ya que en el
país operan una serie de vencimientos impositivos que secarán la plaza de
liquidez.
Podemos
ver el vaso medio lleno, y observar que la conversión de dólares a activos está
en el nivel más elevado de la historia, ya que un dólar oficial vale 2,6
veces y el dólar blue 5,6 veces lo que valían en diciembre de
2017.
La
brecha del miedo y la desconfianza se va a acortar, el inversor tendrá que
decidir si acopia más dólares o canjea por activos. Si liquida sus
exportaciones o se queda estacionado por un período de tiempo más elevado, pero
con el Estado soplándole la nuca para que satisfaga sus necesidades.
En
resumen, los agentes económicos desean atesorar el dólar, y circular por
el país con el peso, la moneda mala queda en el mercado, la buena se guarda en
el cofre.
(*)
Analista económico, financiero y en negocios, conferencista, investrigador y
consultor privado.
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