Por Martín
Kanenguiser - El dólar oficial podría llegar hasta los $102 a fin de
este año y a $140 el próximo, en una economía que caería hasta el 10,7%, el peor
resultado desde 2002.
Así lo indicaron
los bancos y consultoras en el informe de este mes de FocusEconomics, en el que
indicaron además que la inflación puede llegar hasta el 56 por ciento pese
a la fuerte parálisis económica que se registra desde marzo.
Ayer, el Ministerio
de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas afirmó que en mayo ya hay
síntomas claros de recuperación y la cartera económica que conduce Martín
Guzmán afirma que quiere despejar el tema de la deuda para encarar los
problemas económicos de manera más integral.
En promedio, bancos
y consultoras prevén que la economía caiga el 6,9%, un poco más que el
-6,5% pronosticado por el Gobierno, pero Invecq estiró ese derrape al -10,7%,
muy cerca del 11 por ciento registrado en 2002. Luego se ubicaron el banco JP
Morgan con el -9,8%, FIEL con el -9,2%, Econométrica con el 8,5%, y Eco Go
-ganadora de los pronósticos del año pasado- y Abeceb con -8,3 por ciento. El
número más optimista fue de Credit Suisse con el -3,7 por ciento.
Para el año próximo,
creen que la recuperación rondará el 3,5 por ciento.
En cuanto al tipo
de cambio, afirmaron en promedio que llegará a $86,5, pero el Citi calculó
$ 102, seguido por el HSBC con $100 y Galicia con $95. En cambio, Credit
pronosticó que terminará el año en 71,5. Para el año próximo el promedio es de
$ 112, pero algunos creen que podría llegar a $140.
En cuanto a la
inflación, el promedio es del 47%, pero el Citi se estiró hasta el 56,5%,
seguido por LCG con 54,4%, Invecq 53,3% y Eco Go con el 52,5%. En cambio,
Societe Generale cree que será del 38 por ciento.
Para 2021, el promedio es del 41 por ciento.
El informe subrayó
que “la pandemia de coronavirus ha afectado al país en tiempos difíciles; la
actividad se redujo en los primeros dos meses de este año después de caer en
picada ya que la demanda interna paralizó la economía en 2019”.
“El aislamiento
causó la caída de la actividad industrial y las exportaciones en marzo,
mientras que la confianza del consumidor cayó más profundamente en territorio
pesimista en marzo-abril”, se indicó.
Mientras tanto, “la
saga de renegociación de la deuda continúa: después de que tres grandes grupos
de acreedores rechazaran la propuesta inicial de reestructuración de más de USD
65 mil millones de deuda, el Gobierno extendió las negociaciones hasta 22 de
mayo, el mismo día que vence un período de gracia para una deuda de USD 503
millones”. El plazo se extenderá nuevamente, aunque el país caerá técnicamente
en default si no paga mañana.
“Dada la necesidad del Gobierno para cumplir
con un umbral mínimo de participación necesario para una reestructuración
integral, las perspectivas para llegar a un acuerdo parecen sombrías”,
advirtió.
Según el informe,
“la crisis de Covid-19 causará estragos en una economía argentina que ya está
enferma, golpeando la demanda interna y externa”.
La decisión de
“exacerbar la problemática posición fiscal del país, con un aumento del uso de
déficit con financiación monetaria”.
“Si el Gobierno
incumple con su deuda, probablemente se producirán turbulencias financieras y
las fuentes de financiamiento se terminarán”, se aclaró.
En realidad, el
Gobierno no tiene acceso al mercado voluntario desde hace más de 2 años y por
eso tuvo que apelar al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero
esto no significa que un default desordenado no empeore las condiciones
cambiarias y financieras a nivel doméstico, como se observó en las últimas
semanas.
Y si bien la
inflación no aparece en el corto plazo como un problema por la parálisis
económica y la profunda recesión, un escenario más complejo desde el punto de
vista financiero puede ser un desafío para el nivel de reservas del Banco
Central, que son el único alimento para el Tesoro Nacional.
Por otro lado, el
consumo privado caería 8% este año y crecería 3,6% el próximo; la inversión
fija -19,5% y 6,8%, respectivamente; la producción industrial -8,5% y 3,3%; el
déficit fiscal 6,7% y 4,7%; y el desempleo 12,5% y 11,6%, cifras que reflejan
la profunda crisis en la que se combinan factores locales y globales.
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