Por Juan Pablo Álvarez - En los próximos días
la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA) deberá determinar si
Argentina ingresó en un evento de crédito cuando, el 22 de mayo, decidió no
abonar los intereses de tres bonos Global cuya fecha de pago
estaba estipulada para 30 días antes. Una vez que el ISDA se expida al respecto, se sabrá si los
acreedores que tenían un seguro en caso de cesación de pagos conseguirán que se activen las
cláusulas de cobro.
Ámbito
Financiero consultó a una serie de especialistas de Wall Street, quienes coincidieron en que el no
pago configura un default y,
por lo tanto creen, que se terminarán gatillando los Credit Default Swap (CDS).
En principio, esto no cambia la situación del emisor soberano, en este caso
Argentina, ya que se trata de un acuerdo entre privados: el fondo que sacó un
seguro por sus bonos argentinos podrá entregarlos a la entidad que los haya
asegurado a cambio de un resarcimiento. Según las estimaciones del mercado,
esto situación podría activar pagos por entre u$s1.300 y u$s1.500 millones.
“Por supuesto que se determinará que hubo default y se van a gatillar los
CDS”, señaló Diego Ferro, economista argentino que se desempeña en Wall Street como presidente de M2M
Capital. En
sintonía con Ferro, el estadounidense Walter
Molano, analista de riesgo de BCP Securities, indicó: “Se van a gatillar. Es
algo que iba a suceder de todas formas con el canje”.
Por otra parte, Molano no cree que
esto vaya a afectar la ya golpeada reputación crediticia del país: “No es nada
que estuviera imprevisto. Los que compraron pagaron CDS van a estar contentos
por cobrar y quienes aseguraron deberán ir a reestructuración”.
A nivel internacional existe un
consenso de que Argentina está en cesación de pagos. De hecho, las
calificadoras Fitch Ratings y Standard & Poor’s le bajaron la calificación
crediticia al país. Mientras que Gabriel Torres, vice president senior credit
officer de Moody’s Investor Service, le aclaró a este medio su posición: “Argentina no está en
default técnico, está en default. Default técnico es cuando un deudor tiene
ciertas obligaciones de mantener determinados ratios y justo un año no cumple
con ellos, pero sigue pagando”.
Por otro lado, el director del Estudio
EcoGo, Federico Furiase, explicó que una eventual activación de los seguros por
default no tendría impacto alguno para nuestro país: “Es un contrato entre
privados. Algún banco que tiene posición vendedora neta perderá plata. De
hecho, paradójicamente, hasta puede ser funcional a la negociación para los
acreedores que tomaron cobertura y cobran los CDS. Pero sí es una batalla
perdida para el ministro de Economía, Martín Guzmán, dado que fue crítico de la
arquitectura financiera internacional y de cómo el juego de los CDS podría
tener incentivos cruzados en un proceso de reestructuración”.
Un dato curioso es
que los seguros por default volverán a cruzar a la Argentina con un viejo conocido:
Paul Singer, titular de Elliott Management Corporation. Este fondo es uno de los
integrantes del comité que decidirá si hubo o no un evento que justifique el
pago de seguros. Goldman Sachs Group, JP Morgan Chase & Co., Pacific
Investment Management Co. y Cyrus Capital Partners también están involucrados
en la decisión.
“No está claro quién posee la mayoría
de los swaps, ya que esa información rara vez es pública. Algunos
inversionistas los compran para cubrir su exposición a bonos, mientras que otros
los recogen como una apuesta contra la deuda de un país en particular. Elliott
también formó parte del panel de swaps de default crediticio de Argentina en
2014”, señaló en una nota reciente la agencia Bloomberg.
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