Por Francisco Jueguen - Las
alarmas se encendieron en las empresas argentinas y varias de las más grandes
mantuvieron en las últimas horas acaloradas conversaciones con el Banco Central
(BCRA) por la extensión del cepo cambiario al territorio comercial.
En el mundo
empresarial todos creen que la medida tomada el jueves pasado por la entidad
que preside Miguel Pesce, el “supercepo”, tendrá consecuencias graves en la producción.
Tan complicadas para el funcionamiento de las compañías argentinas que,
afirman, el BCRA tendrá que revisarlas, algo que el propio Pesce dejó
trascender que podría ocurrir, siempre y cuando haya una resolución positiva de
la reestructuración de la deuda.
Las implicaciones
en la economía cotidiana no serían menores. Empiezan por una suba de precios
que puede provocar la falta de acceso a dólares oficiales para el comercio.
Sigue con el desabastecimiento de productos. A lo que se le suma una posible
restricción en los insumos básicos para producir, lo que impactaría en el
empleo.
Pero, más en
detalle dentro de la operatoria de las empresas, amplifica la relación de
desconfianza con proveedores y financistas del exterior que venden a grandes
productores argentinos, y elimina coberturas. “Nos van a cobrar el factor
incertidumbre. Una garantía por si no podemos pagar”, explica a la nacion un
fabricante que trae un gran porcentaje de su materia prima de Asia. “En 2001
hubo muchos quebrantos por descalce de monedas”, recuerda un industrial, sobre
las firmas que toman créditos en el exterior y que no pueden hacer frente al
pago sin acceso a compra de divisas en el mercado.
Créditos a
empresas a tasas bajas (y a veces al 0%), emisión récord, pocas herramientas de
ahorro en moneda local, desplome de la demanda de pesos, expectativa de
devaluación, incentivos a adelantar importaciones y frenar exportaciones,
búsqueda de coberturas cambiarias, más demanda de dólar alternativo, brecha
cambiaria, pérdidas de reservas y reestructuración de la deuda en impasse
interminable son la base del “supercepo”, según los empresarios.
“No vas a tener
acceso a dólares. Va a generar un mayor costo para todos y a sumar
restricciones a las importaciones”, afirmó Miguel Acevedo, presidente de la
UIA.
En la entidad
fabril creen que si se mantiene sin cambios la medida oficial se complicarán
fuertemente las operaciones de cobertura generando, a su vez, ruidos difíciles
de revertir en la operatoria empresarial. “Los precios se van a ajustar al
contado con liquidación en momentos en el que te obligan a congelar con Precios
Máximos, va a haber rubros desabastecidos, y quebrantos por descalces de
moneda. Van a tener que corregir esto porque puede generar problemas en la
producción”, advierten en la UIA. Un ejemplo para tiempos de pandemia. En el
sector farmacéutico, el 50% de los insumos –principios activos– son importados.
El impacto puede ser grande.
“Hay preocupación
en los 37 sectores que integran la Copal”, afirmó a la nacion Daniel Funes de
Rioja, presidente de la cámara de empresas alimentarias más grande del país.
“Obviamente, esto complica y es nuestra intención solicitar modificaciones”,
indicó. En ese sector importan por US$1500 millones, pero “muchos son insumos
que condicionan la producción y que te pueden complicar”, explicó el abogado
también de la UIA.
Un informe de la
Fundación Capital, que dirige el economista
Martín Redrado,
exsuperior de Pesce en tiempos de trabajo conjunto en el BCRA durante un
período kirchnerista, estimó en las últimas horas que “un número importante de
empresas, particularmente multinacionales y con fuerte concentración en el
sector automotor, prepagaron importaciones que todavía no han ingresado al
país. La entidad monetaria estima que este tipo de operación asciende a US$6000
millones. La mencionada circular solicita una declaración jurada que certifique
que las empresas que soliciten acceso al MULC no tienen importaciones pagadas y
no ingresadas”.
En la industria
defendieron al sector automotor. “Atacan las consecuencias y no las causas.
Para cualquier empresa es importante tener cobertura. Así podés planificar. Si
te sobran pesos, te sobrestockeás. Pero, en definitiva, importás lo que vas a
vender”.
“Por otra parte,
las autoridades del BCRA detectaron operaciones de personas jurídicas en el
mercado de CCL (contado con liquidación) por un total de US$2000 millones en
los últimos 90 días. Para lograr una oferta de estos dólares en este mercado,
el BCRA prohíbe el acceso al MULC de aquellas empresas que hayan realizado este
tipo de operación en los últimos tres meses. La intención de esta medida es
incentivar a que se vuelquen al mercado CCL esos US$2000 millones y de esta
forma acotar la brecha cambiaria”, explicó además la consultora del
expresidente del BCRA.
“El no acceso al
mercado de cambios oficial va a generar problemas de desabastecimiento y de
empleo”, dijo un directivo. “Sin producto no podés poner en marcha las líneas,
y cuando demorás los pagos al exterior el proveedor se cubre frente a la demora.
A muchas les van a hacer caer las líneas de financiamiento. Si persiste es
grave”, aclaró.
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