Después de
que el jueves por la noche el directorio del Banco
Central dictaminara un cepo mucho más
estricto para las empresas, virtualmente restringiendo las importaciones, las mismas empresas
están paralizadas ya sea por decisión propia o porque los mismos bancos aún no
pudieron adecuarse a la nueva normativa oficial.
Rubén García, presidente de la Cámara de Importadores
de la República Argentina (CIRA), afirmó que muchas pymes importadoras están
yendo a los bancos para dar marcha atrás con sus líneas de subsidios que
tomaron para pagar sueldos, con tal de que el Central les deja comprar dólares para importar.
Las que no están tan apremiadas por la situación económica,
quieren para atrás con las Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción
(ATP), o los créditos al 24 por ciento. Mientras esperan, están sentadas sobre
la mercadería hasta vislumbrar cómo sigue la película.
"Es una
medida que resulta violatoria de la Constitución por la igualdad ante la ley.
Muchas empresas estarían haciendo una cautelar si fuera otro el tiempo de la
Justicia", relató García en diálogo con FM Milenium.
"No hay licencias no automáticas ahora, las medidas
prohibitivas del BCRA y la secretaría de Comercio frenan las
importaciones",
agregó.
A la luz de
esta realidad, el BCRA endureció con fuerza el cepo. Mediante la
Comunicación "A" 7030, el nuevo torniquete consta de 4 pilares:
1) Se limita
el acceso al MULC a todas las empresas que tengan
activos líquidos en el exterior
2) Hasta fin
de junio los importadores pasan a tener restricciones para
comprar dólares, limitándose el acceso al MULC para el pago de deudas
comerciales
3) Hasta fin
de junio también se limita el acceso al MULC para empresas que quieran cancelar
deuda externa financiera con contrapartes vinculadas
4) Todas
las empresas que accedan al MULC deberán presentar una declaración jurada
manifestando que no hicieron operaciones de "contado con liqui" en los
últimos 90 días ni lo harán en los siguientes 90 días (la Comunicación
"A" 7001 previa, de hace un mes, exigía un plazo de 30 días)
García afirma
que la situación es crítica y que muchas empresas industriales que no tienen
otro remedio que pedir subsidios para pagar salarios ahora no pueden importar
para producir.
"No se pueden liberar los productos porque no dan
licencias, muchas suspenden la ventas por las dudas. El importador frena todo
porque su único respaldo es su mercadería", resalta el presidente de
la Cámara de Importadores de la República Argentina.
Si bien Miguel Ángel Pesce dice que si se resuelve favorablemente el
canje de deuda el país puede empezar a relajar el súper cepo, lo cierto es que desde que introdujo el freno a importadores empezó a
comprar dólares en lugar de venderlos.
Desde el viernes pasado hasta el martes el BCRA tiene acumuladas compras por 300 millones de dólares
aproximadamente. La mesa de dinero del Central venía de vender 1000 millones
durante mayo y el giro se dio desde que frenó a los únicos que podían
demandarle dólares.
La sequía de
dólares siguió en mayo a pesar de que la liquidación a u$s2.000 millones, que
igual cae 30% interanual. Pero simultáneamente, el BCRA en mayo vendió cerca de u$s1.000 millones en el
mercado spot (y a su vez en el mercado de futuros; u$s2.000 millones), por lo
que "el faltante" de mayo fue de u$s3.000 millones.
"Esto explica el mayor cepo a importadores, como
veníamos advirtiendo. Es una situación insostenible. Esperamos más controles
(dólar ahorro, candidato)", dice el economista Fernando Marull.
IPROFESIONAL
|