Por Liliana Franco - La intención del Gobierno es resolver “más temprano que tarde” la renegociación de la deuda externa. La propuesta argentina no va a avalar volver a las cláusulas de los bonos emitidos en 2005 (un pedido efectuado por el Grupo Ad Hoc en la última presentación de la oferta). "Una importante meta es mantener el déficit fiscal bajo control”; “estamos abiertos a cualquier opción que permita solucionar” la situación de la empresa Vicentín. Estas fueron algunas de las definiciones del ministro de Economía, Martín Guzmán, en el marco de la conferencia virtual que ofreció esta tarde en el Council of Americas. El titular del Palacio de Hacienda ratificó la continuidad de las conversaciones con los bonistas y la disposición a llegar a un acuerdo siempre que “funcione”, es decir que permita cumplir con los compromisos externos en un marco de crecimiento de la economía. Guzmán, destacó que se alcanzaron puntos de acuerdo con un grupo de acreedores al tiempo que reconoció que con el grupo Ad Hoc “ha sido más difícil” llegar a un entendimiento. En este sentido, aseveró que “Los términos legales que propuso el grupo Ad Hoc son imposibles de cumplir”, y sostuvo que Argentina solo va a comprometerse “con los términos contractuales que reciban el aval del G20, del FMI y de la comunidad internacional”. Quedo claro que en este sentido que hoy la negociación con Ad Hoc está trabada también por cuestiones legales. Argentina no está dispuesto a aceptar el requerimiento del grupo Ad Hoc que, en su última propuesta, solicitaron que los nuevos títulos incluyeran las mismas cláusulas incorporadas en la restructuración de la deuda en el 2005. Las condiciones de los bonos de los bonos emitidos en el 2005. según la visión del gobierno, significaría quedar a merced de la amenaza de los fondos buitre. Cabe recordar que para el año 2014 la comunidad financiera internacional decidió establecer clausulas más benévolas con los deudores. Los bonos emitidos durante la gestión de Mauricio Macri no exigen una mayoría del 85% y del 66,67% de cada serie, como si ocurre en los bonos del 2005, sino del 66% del total de los bonos elegibles y del 50% para cada serie. La propuesta argentina contempla que todos los nuevos bonos contemplen estas cláusulas del 2006. En otro orden, Guzmán señaló que se han logrado “progresos significativos” en la refinanciación de las deudas del Estado en pesos que han ampliado las posibilidades para el sector privado. Y en cuanto a las conversaciones con los acreedores externos, sostuvo que la intención es continuar con el proceso de negociaciones constructivas. Tras el acuerdo que se espera alcanzar con los bonistas, el propósito del gobierno es establecer negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para lograr un nuevo programa que será “diferente” al firmado por la anterior administración, aunque reconoció que en este caso también las conversaciones “van a tomar tiempo”. Reiteró que se aspira a lograr un entendimiento que tenga “legitimidad”, que permita “volver aponer a la Argentina de pie” y reiteró el compromiso de “hacer todo lo que sea necesario” para superar la crisis y encarar un crecimiento inclusivo. El ministro reconoció que “no puede ser permanente el control de cambios” vigente. Tras señalar que fue diseñado para un momento de gran ansiedad, afirmó que se tomarán las medidas necesarias para “mantener bajo control” este frente y sostuvo que el Banco Central lleva adelante una política de intervenciones regulares en el mercado. Anticipó que el propósito es, a medida que se vaya normalizando la situación, ir hacia “un esquema de regulaciones cambiarias más razonable”. En el orden presupuestario, sostuvo que “vamos a tomar todas las acciones para que el déficit fiscal esté bajo control a la vez que protegemos a aquellos que están en momentos críticos". Entre los sectores que liderarán el crecimiento de la argentina, señaló al energético. Haciendo referencia a la promesa del presidente Alberto Fernández de enviar al Congreso una nueva ley para la actividad, sostuvo que la intención sigue siendo “redefinir las reglas para el sector”. También consideró que “el Mercosur sigue siendo importante” para la Argentina. Se refirió, en este sentido, tanto a la posibilidad de expandir el comercio regional como a los valores compartidos entre los socios del mercado común en orden a fomentar un crecimiento inclusivo. |