Rafael Mathus Ruiz y Francisco Jueguen - Los grupos Ad Hoc y Exchange, principales acreedores de la Argentina, rechazaron la última oferta de canje de bonos que hizo el Gobierno, aunque señalaron que es “un paso en la dirección correcta” y pidieron negociar cambios. “Aunque no aceptamos la última propuesta, de modo alentador proporciona una base para un compromiso constructivo”, indicaron. Fuentes del Gobierno rechazaron el pedido y dijeron que la idea es mantener la oferta sin cambios y avanzar con el canje. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, pidió colaboración de los acreedores con el Gobierno. Los dos principales grupos de acreedores de la Argentina, el Grupo Ad Hoc y el Grupo Exchange, le bajaron el pulgar a la última oferta de canje de la deuda pública externa del Gobierno, oficializada el lunes, aunque dijeron que es “un paso en la dirección correcta” y pidieron negociar cambios para llegar a una “reestructuración consensuada” que logre curar el último default y permita el regreso del país a los mercados globales de crédito. Luego de casi tres días de silencio, los dos grupos, que nuclean a los fondos más grandes con los que ha negociado el Gobierno, entre ellos BlackRock, Ashmore, Fidelity, T. Rowe y Monarch, dijeron en un extenso comunicado conjunto que no podían respaldar la última oferta oficial porque “no llega” a cubrir sus expectativas y ninguno de los fondos fue consultado para elaborarla. “Aunque no aceptamos la última propuesta de la Argentina, de modo alentador proporciona una base para un compromiso constructivo”, indica el comunicado. “Estamos preparados para participar en discusiones sobre modificaciones a la propuesta que pueden lograr una reestructuración consensuada, y creemos que todavía es posible un camino hacia la resolución completa de los problemas restantes”, agrega el documento de los bonistas. En el Gobierno descontaban esta reacción de parte de estos grupos, los más duros en la negociación, y cuestionaron que el último movimiento hacia un acuerdo haya surgido solo del Ministerio de Economía, sin la participación de los acreedores. Aunque el Gobierno ya cambió su propuesta tres veces, fuentes oficiales afirman que esta vez planean mantener sin cambios la actual oferta, tal como dijo el presidente Alberto Fernández, el último fin de semana. Por ahora, el plan oficial es avanzar sin el consenso de esos grupos, y enviar a los bancos asesores de la reestructuración –HSBC, Lazard y Bank of America– a “vender” la oferta a los inversores minoristas. “Estos grupos quieren ocupar el centro de la escena y pretenden otro movimiento en la oferta. Esta vez no sucederá”, recalcó un funcionario, que destacó el apoyo internacional al país en el G-20 (ver aparte). La última oferta de ambos grupos no quedó tan lejos del Gobierno: redunda en un valor presente promedio de 57,6 dólares, contra los 53,5 del último esquema oficial. Sin embargo, también existe una diferencia sobre el lenguaje legal del contrato de los nuevos bonos, o indenture. El Gobierno ofrece que cada familia de bonos, los bonos “K” de los canjes 2005 y 2010, y los bonos “M” del gobierno de Mauricio Macri, mantengan su contrato o indenture tal como están ahora. Pero a los inversores les cayó mal la manera en la cual la Argentina interpretó las cláusulas de acción colectiva, o CAC, de los bonos emitidos durante el gobierno de Macri y pidieron cambios que el Gobierno rechazó de plano. El Gobierno parece decidido a mantener esa postura y no aceptaría volver a negociar con los grandes fondos antes de avanzar con la operación de canje. “Romper el estancamiento entre la Argentina y sus acreedores es una alternativa mucho mejor que otro ciclo de rechazo y examen de alternativas más drásticas de ambas partes”, advirtieron los principales fondos en su mensaje. En otra señal de acercamiento al Gobierno, los acreedores también expresaron su deseo de “continuar invirtiendo en la Argentina” “Una reestructuración consensuada es la mejor ruta posible hacia un retorno de la Argentina a los mercados internacionales de capital y un futuro económico sostenible para el país y su población. Como inversores a largo plazo que desean continuar invirtiendo en la Argentina en los años venideros, seguimos unidos en nuestro deseo de alcanzar una solución que no solo brinde al Gobierno el apoyo inmediato que necesita, sino también el marco económico y legal necesario para alentar futuras inversiones en el país”, afirman. Ambos grupos concluyen indicando que están “listos” para seguir las negociaciones “con responsabilidad y buena fe”. |