Los economistas Marina Dal Poggetto y Ricardo Arriazu participaron ayer de Experiencia IDEA Agroindustria, organizado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), y coincidieron en señalar que el tipo de cambio oficial actual es competitivo. A su vez, advirtieron que, si bien no hay riesgo de hiperinflación, será necesario controlar la emisión monetaria.

Ricardo Arriazu advirtió que, en el corto plazo, el objetivo de la Argentina debe ser “evitar el colapso social (algo que se está logrando) y la quiebra de las empresas (no tanto)”, pero relativizó los riesgos de la emisión monetaria al considerar que el total de los pasivos crecieron menos de 50%. Para el economista, se trata de una cantidad elevada, pero no excesiva. De esta forma, descartó la posibilidad de una hiperinflación, ya que estas situaciones se dieron cuando se produjo un aumento descontrolado del dólar oficial.

“Tenemos que ver cuál es la capacidad del Gobierno para manejar el tipo de cambio oficial”, planteó, y señaló que la brecha cambiaria afecta la posibilidad de sostenerlo.

Arriazu proyectó además que, a corto plazo, la economía “rebotará”

y que la recuperación se está produciendo más rápido que en el resto de la región. Pero consideró “fundamental” que la expansión se dé por un aumento del gasto privado, en un contexto de mejora de la confianza, y no por una expansión del gasto público.

“La Argentina enfrenta peligros y oportunidades”, advirtió Arriazu. Para el economista, si bien durante la segunda mitad del año se espera menor emisión monetaria, entre julio y diciembre habrá mayor inflación que la que hubo en el primer semestre. “Hasta el momento, tuvimos 2% de inflación, pero ahora viene la inercia inflacionaria; hay muchos sectores que quieren volver a sus precios históricos. Uno debería esperar una pequeña suba de la inflación en la segunda parte del año e incluso en 2021, pero mientras el tipo de cambio oficial esté controlado, no va a ser un problema”, comentó.

Luego indicó que la Argentina no tiene una importante deuda como porcentaje del producto, aunque tiene vencimientos concentrados. Por eso, sostuvo, “ahora el Gobierno deberá mostrar un programa y hacer que las exportaciones crezcan”.

Dal Poggetto, por su parte, consideró que “el principal escollo” que enfrenta la economía argentina es la discusión fiscal”. La directora de Eco Go sostuvo que, ante la imposibilidad de colocar deuda, el país tendrá que realizar una fuerte emisión monetaria, estimada en 1,7 billones de pesos para lo que resta del año. Además consideró que el dólar oficial se encuentra en un nivel competitivo y que el MEP y el contado con liquidación se encuentran en un nivel históricamente elevado, parecido al de 2002.

“Hoy, la Argentina está en una situación muy particular. Los precios relativos se ordenaron bastante; hay un tipo de cambio oficial alto que convive con una brecha extraordinariamente alta; tarifas rezagadas, pero mucho menos que antes; superávit en cuentas externas por el desplome de las importaciones, y una puja distributiva controlada. Una vez resuelto el problema de la deuda, el principal escollo es lo fiscal”, resumió Dal Poggetto.

Luegoestimóqueelescenariomás probable para 2021 es una recuperación del PBI de 5,5%, un déficit fiscal de 3,5% del PBI y una inflación del orden de 48%. Sin embargo, advirtió que si el déficit fiscal se mantiene en los niveles actuales, la inflación en 2021 será de tres dígitos. “La clave es ver qué pasa con el gasto de la pandemia, que son 4 puntos del PBI; con la dinámica de las jubilaciones, la paritaria del sector público y con las tarifas”, agregó.

De acuerdo con sus números, con erogaciones que crecen 63% promedio y la recaudación al 23%, el déficit primario llegará al 7,2% del PBI este año. “Para llegar a un rojo de 2 puntos del producto, se necesita que el gasto crezca al 23% y la recaudación, al 63%”, dijo la economista.

Roberto Alexander, presidente del 56° Coloquio de IDEA y gerente General de IBM Argentina, por su parte, indicó que “hoy más que nunca es necesaria una visión compartida de futuro construida en base a acuerdos”. El cierre estuvo a cargo de Roberto Murchison, presidente de IDEA y del grupo Murchison: “Saldremos adelante encontrando lo que nos une en nuestras diferencias para lograr desarrollo y empleo. Haber llegado a un arreglo con los acreedores es pensar en trabajo para los argentinos. Procurar inversiones, es pensar en trabajo para los argentinos. Buscar institucionalidad, respetando los principios y garantías de nuestra Constitución Nacional es pensar en el trabajo para los argentinos”.