Por Jaime Rosemberg - Los contactos de fin de semana, iniciados por enviados del albertismo, sirvieron para dejar en claro que la relación política quedó poco menos que congelada, aunque no rota. “La cosa está fría, fría”, describió a la nacion un miembro de la mesa chica de Horacio Rodríguez Larreta con relación al vínculo con la Casa Rosada, luego del sorpresivo anuncio de “poda” de poco más de un punto de coparticipación para la ciudad con que el presidente Alberto Fernández descomprimió el conflicto salarial con la policía bonaerense. A pesar de dejar abierta la puerta para un diálogo “institucional”, sobre todo en la lucha conjunta contra la expansión del coronavirus, el jefe de gobierno porteño profundizará su distanciamiento de la Casa Rosada por dos vías: el reclamo judicial (medida cautelar y reclamo ante la Corte Suprema) anunciado el viernes y la continuidad de su plan de reaperturas, que incluye la vuelta a la carga con los gabinetes informáticos en las escuelas, la autorización para patios y terrazas de locales gastronómicos y consultas médicas aún no habilitadas. “Ellos dan a entender que están para retomar el diálogo. Pero hay que ver cómo lo hacemos, no podemos hacer como que acá no pasó nada”, se sinceró a la nacion un miembro del gobierno porteño, que se reunió para delimitar sus próximos pasos. Según pudo saber la nacion de dos altas fuentes porteñas, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, intentó bajar los decibeles en su diálogo con el diputado macrista Cristian Ritondo, mientras el asesor presidencial Juan Manuel Olmos habría hecho lo mismo con el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, aunque cerca del asesor kirchnerista afirmaron que ese contacto no existió. Ambas gestiones discretas chocan con una realidad: para muchos en el gobierno porteño la relación entre la Nación y la Ciudad “no tiene solución” luego del aviso “un minuto antes” del recorte, que llegó al celular de Rodríguez Larreta desde el teléfono del Presidente, y que el mandatario porteño prefirió no responder. “Se equivocaron y no sé cómo se vuelve de eso, cómo se retoma el vínculo. Seguimos con la Corte y esperamos señales positivas”, resumieron cerca del jefe de gobierno, que durante la semana había recibido otras señales negativas. Por ejemplo, los $3000 millones que había pedido para la ciudad en la ampliación presupuestaria acordada con las provincias “se cayeron”, según informaron fuentes del oficialismo a sus pares macristas en el Congreso. “Fue orden de Máximo (Kirchner)”, interpretó un allegado a Rodríguez Larreta. En la Ciudad creen que el diálogo entre ambas jurisdicciones “debe seguir” en la lucha contra la pandemia, más allá de que vean “muy difícil” una nueva foto junto a Fernández y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en el anuncio de una nueva prórroga de la cuarentena. Para hoy están previstos, por caso, contactos entre el Ministerio de Salud porteño, que encabeza Fernán Quirós, con sus pares nacionales y bonaerenses. La “herida” por los fondos que Fernández derivará a la provincia está, claro, aún abierta. Para que se entienda: ese 1,18% que le quieren quitar a la ciudad de coparticipación equivale al 50% del presupuesto de educación de 2019, al 60% del presupuesto de salud de igual año o al 70% del presupuesto de seguridad del año pasado. A caballo de una situación sanitaria que siguen definiendo como estable –con un promedio de 1100 contagios diarios (ayer, menos de 900) y una ocupación de camas de terapia intensiva que oscila entre el 62% (hospitales públicos) y el 73% (privados)–, Rodríguez Larreta y su equipo siguen pensando en ampliar las aperturas. “Tenemos margen para seguir progresando. De aquí al viernes vamos a decidir, sobre la base de la situación sanitaria”, explicaron desde el edificio de Parque Patricios. La más importante, en la que concentrarán buena parte de sus energías, es la insistencia sobre los gabinetes informáticos que permitirían “reconectar” con sus escuelas a 6500 chicos y adolescentes sin contacto con esas instituciones educativas desde que comenzara la pandemia. “No entendemos cómo no se está pensando en reabrir de algún modo las escuelas”, reiteraron fuentes de la Ciudad, con relación a la resistencia del Gobierno y de los gremios docentes a la medida. La apertura de patios y terrazas gastronómicos –que en la Ciudad definen como “poco peligrosos” para replicar contagios– también está en la agenda, junto a los consultorios médicos de especialidades aún no habilitadas. La construcción privada continúa en la mira, al igual que los gimnasios, mientras los shoppings y espectáculos masivos “no son prioridad todavía”, explican desde la administración porteña. Mientras ponen atención en la eventual decisión de la Corte, que califican de “estratégica”, desde la Ciudad afirman que Rodríguez Larreta está “entero” y dispuesto a asumir “el nuevo rol” en el que “lo ubicó el Gobierno”, para nada incompatible con las nunca desmentidas ambiciones presidenciales del jefe de gobierno porteño. |