Por Laura Serra - El oficialismo evalúa que el impuesto a la riqueza alcance a los residentes en el exterior, sean argentinos o extranjeros, con patrimonios en el país. La oposición anticipó su rechazo a esta posibilidad. El oficialismo evalúa nuevas modificaciones del proyecto que establece un impuesto extraordinario a las grandes fortunas, en discusión en la Cámara de Diputados. La oposición se puso en alerta: según anticipó ayer el autor de la iniciativa y presidente de la Comisión de Presupuesto, Carlos Heller, se evalúa la posibilidad de que el gravamen también afecte a los residentes en el exterior, sean de nacionalidad argentina o extranjera, con patrimonios en el país. En la oposición anticiparon su rechazo a esta posibilidad. “En el mundo globalizado, donde los países se pelean por atraer inversiones, vamos a ser el primer país de la Tierra en poner impuestos al que viene a invertir a un país”, alertó el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, Luciano Laspina (Juntos por el Cambio). En el bloque de Consenso Federal, que responde al exministro de Economía Roberto Lavagna, tampoco ven con buenos ojos esta posible modificación del texto. Si bien habían comprometido su apoyo al proyecto, estos nuevos cambios no los convencen. El dictamen de la iniciativa se firmará el próximo viernes, señaló Heller. Acto seguido, anticipó otras modificaciones que se incorporarán al texto. Una de ellas tiene que ver con la retroactividad en la aplicación del gravamen: el texto definitivo regirá desde la sanción de la ley, es decir, no será retroactivo al 31 de diciembre de 2019, como se preveía en un principio. De todas maneras, a manera de salvaguarda, la iniciativa incluirá una cláusula en la que se aclarará: “Cuando las variaciones operadas en los bienes sujetos al aporte durante los 180 días inmediatos anteriores a la entrada en vigencia de esta ley hicieran presumir, salvo prueba en contrario, una operación destinada a eludir su pago, la AFIP podrá disponer que aquellos se computen a los efectos de su determinación”. El aporte solidario tampoco gozará de las exenciones previstas en el impuesto a los bienes personales, que es el que se toma como base de cálculo. Es otro de los cambios que anunció Heller. Por otra parte, el presidente de la Comisión de Presupuesto confirmó que las personas con bienes declarados en el exterior que acepten repatriar el 30% quedarán exentas del diferencial del 50% que deberían pagar por esos bienes, tal como establecía el proyecto original. El texto modificado establece que los fondos repatriados deberán permanecer “hasta el 31 de diciembre de 2021 depositados en una cuenta abierta a nombre de su titular o afectados a alguno de los destinos que establezca el Poder Ejecutivo”. Pero lo que despertó más polémica es la posibilidad de captar a las personas no residentes que posean bienes en el país y que ejerzan su propiedad a partir de una persona jurídica. Heller aclaró que este cambio aún no está definido y está en discusión en el seno del oficialismo. “Este no es un impuesto a las fortunas, es un impuesto a los activos empresarios, un proyecto que dice que no solo se va a cobrar el gravamen por los activos empresarios de los residentes en la Argentina, sino también de los no residentes”, alertó Laspina, que calificó el proyecto como “una señal terrorífica para los inversores”. El diputado Heller no disimuló su malestar ante las críticas de Laspina. “Impuestos como Ganancias y Bienes Personales generan menos ingresos que el IVA; la mayor presión impositiva recae sobre la gente de a pie, no sobre las grandes empresas”, enfatizó.
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