Por Melina Manfredi - El Banco Central (BCRA) hizo una nueva flexibilización para las empresas que reestructuren su deuda en dólares según los criterios establecidos el mes pasado, que implican refinanciar un 60% de lo adeudado a un plazo no inferior a 2 años. 

Por el 40% restante, los exportadores podrán aplicar directamente los dólares que perciban por esas exportaciones al pago de deudas. De esta manera, las compañías se ahorran los costos de liquidar en el mercado oficial las exportaciones y luego tener que pedir acceso al mercado cambiario para hacer el pago. En el extremo opuesto de la ecuación, el BCRA no verá ingresar esos dólares a sus reservas ni siquiera por unos días. 

Hasta ahora, por la normativa del cepo cambiario impuesta en septiembre del año pasado, todas las empresas tenían que liquidar sus exportaciones en el mercado oficial en los 5 días siguientes al cobro de la operación. 

Luego, tenía que acceder al mercado oficial para comprar nuevamente los dólares (más caros) con el fin de hacer frente a sus obligaciones. A partir de ahora, podrán quedarse con esas divisas y aplicarlas al pago de deuda, ya sea por capital o intereses. 

La semana pasada se había establecido este mismo beneficio para aquellas compañías que emitieran nueva deuda o hicieran inversiones directas con un plazo mayor a un año. Con la normativa publicada hoy, ese beneficio se extiende a todas las empresas que hagan reestructuraciones según el esquema impuesto por el BCRA.

En un comunicado, el organismo que conduce Miguel Pesce explicó el punto: "El conjunto de grandes empresas, con vencimiento de deuda mensual superior a u$s1 millón, que lleve adelante planes de reestructuración de deudas dentro de los objetivos planteados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) en la comunicación A 7106, podrán disponer de las divisas generadas por las exportaciones que realicen para afectar al pago de la deuda reestructurada".

Aunque no quisieron dar nombres propios, de acuerdo con el comunicado, El BCRA tomó la decisión "recomendada por las empresas en el marco del diálogo constructivo que lleva adelante con el sector privado".

Flexibilizaciones

La de hoy es la segunda flexibilización del cepo que el BCRA hace para las empresas que quedaron atrapadas en el esquema de refinanciación compulsiva de deudas en dólares que se estableció a mediados de septiembre. 

La restricción había generado mucho malestar e incertidumbre entre las compañías que enfrentaban vencimientos mayores al millón de dólares hasta el 31 de marzo del año próximo. Entre los nombres afectados por la norma había empresas como Cresud, YPF, Irsa, Genneia, Banco Hipotecario y Celulosa Argentina. 

Sin embargo, tras el shock inicial, las compañías lograron presentar ante el BCRA planes de reestructuración de deuda. Esto fue confirmado la semana pasada por el propio organismo. 

"En el marco del diálogo constructivo llevado adelante con el sector privado, el Directorio del BCRA introdujo flexibilizaciones requeridas para contribuir al cumplimiento de esos planes", afirmó la autoridad monetaria. 

Dado que cumplimentaron los requisitos, la autoridad monetaria les brinda acceso al mercado de cambios oficial "con una antelación de hasta 30 días corridos a la fecha de vencimiento para cancelar capital e intereses de deudas financieras" para cancelar el 40% de sus pasivos. 

Además, el comunicado agregaba que "podrán acceder al mercado de cambios con anterioridad a la fecha de vencimiento, cuando la precancelación se concreta en el marco de un proceso de canje de títulos de deuda". 

Este último punto beneficia a empresas que tienen que pagar una parte de su deuda antes de canjearla, por ejemplo, aquellas que tienen muchos inversores minoritarios. 

Cuando anunció la reestructuración de deudas corporativas, Pesce había señalado que la deuda privada externa creció 84% durante el período 2015-2019 y dijo que el saldo de deuda comercial acumula 13 meses consecutivos de cancelaciones. 

Según los cálculos del BCRA, hasta marzo del año que viene todavía quedaban vencimientos privados por u$s3.300 millones, que muchas empresas están atendiendo con pesos que luego cambian en el mercado oficial. 

Como esos pesos, en muchos casos, provenían de créditos, el organismo también determinó excluir a buena parte de las empresas de los préstamos subsidiados. Además, generó un alza en las tasas de pases, que hoy llevó a 30%, para encarecer los préstamos a corto plazo, que son los más usados por las empresas.