Sábado 20 - Por Maia Jastreblansky - El presidente Alberto Fernández echó ayer al ministro de Salud, Ginés González García, después del escándalo de las vacunas de privilegio que se aplicaron en la sede de su cartera. Destapó la polémica la confesión pública del periodista Horacio Verbitsky, que reconoció que fue inoculado por su amistad y a partir de la gestión del funcionario.

Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud hasta anoche y virtual viceministra durante toda la pandemia, será la reemplazante de González García en la cartera sanitaria. La funcionaria se ganó un lugar destacado en el sistema radial del Presidente durante la crisis del coronavirus, y Fernández delegó en ella cada vez más atribuciones para negociar las vacunas con Rusia. Tenía programado volar hoy a Moscú para negociar los envíos de más dosis de la Sputnik V, pero se quedará para su asunción oficial, prevista para hoy, a las 17. Anoche, Vizzotti se reunió de urgencia con Fernández.

González García terminó desplazado del Gobierno por haber facilitado en las oficinas de su ministerio dosis de la Sputnik V a legisladores, funcionarios, empleados, allegados y personalidades públicas, gracias a los contactos políticos y sin seguir los criterios epidemiológicos establecidos por el propio ministerio.

En una carta que se hizo pública, González García asumió la responsabilidad, pero atribuyó el error a “una confusión involuntaria” de su secretaria privada. “Asumo de todas formas la responsabilidad por la equivocación”, señaló el ministro en una carta de tres páginas.

González García montó en el ministerio un vacunatorio con enfermeros del Hospital Posadas. Allí recibieron la vacuna Sputnik V funcionarios del ministerio, empleados públicos y choferes. Hubo una lista de diez “vacunados vip”, integrada por el diputado Eduardo Valdés, el senador Jorge Taiana, el periodista Verbitsky y otras siete personas. Por otra parte, se conocieron otros nombres de dirigentes vacunados por fuera del plan oficial, entre los que se destacan el canciller Felipe Solá y el sindicalista Hugo Moyano (junto con su esposa y su hijo menor).

En un escándalo que sacudió al Gobierno, el presidente Alberto Fernández echó ayer al ministro de Salud, Ginés González García. El funcionario, protagonista clave de la pandemia, fue eyectado luego de que se conociera que se aplicaron vacunas con privilegios en el edificio de la cartera sanitaria nacional.

El Presidente le encargó al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que le pida la renuncia al funcionario tras una reunión de emergencia, en una tarde de mucho nerviosismo en la Casa Rosada. Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud y virtual viceministra durante toda la pandemia, será la reemplazante de González García y nueva ministra. La funcionaria se había ganado un lugar destacado en el sistema radial del Presidente durante la crisis del coronavirus y Fernández delegó en ella cada vez más atribuciones para negociar las vacunas con Rusia.

González García terminó fuera del Gobierno por haber facilitado en las oficinas su ministerio dosis de la Sputnik V a legisladores, funcionarios, empleados y personalidades públicas, gracias a los contactos políticos y por fuera del cronograma oficial. El exfuncionario montó este jueves, en el edificio de los murales de Evita, un vacunatorio con enfermeros del Hospital Posadas, que queda en Haedo. Allí recibieron la Sputnik V funcionarios del ministerio, empleados públicos y choferes. Y hubo una lista de diez “vacunados vip”, integrada por el diputado Eduardo Valdés, el senador Jorge Taiana, el periodista Horacio Verbitsky y otras siete personas, entre las que se cuentan empresarios y médicos.

Anoche, a manera de despedida, el ahora exministro publicó su carta de renuncia, donde alega que el escándalo se debe a una “confusión involuntaria en la citación a las personas vacunadas en este Ministerio”, atribuida a su secretaria privada. Dijo que ocurrió mientras él estaba de viaje oficial en Entre Ríos. Asumió, aun así, la responsabilidad política del caso. Y no se privó de celebrar su gestión y denunciar “las deudas impagas” del gobierno macrista.

El escándalo por las “vacunas vip” se sumó a una serie de desconfianzas, entredichos y chispazos entre la Casa Rosada y González García. Con un largo historial en la gestión pública, el ministro no tenía ánimo de dejar el cargo antes de tiempo, e incluso preparaba una reforma de salud. Pero en la Casa Rosada irritaban ya desde hacía tiempo lo que denominaron las “internitas” de la cartera sanitaria y los errores de comunicación.

Así y todo, el Presidente no encontraba motivos suficientes para desplazar al ministro, pieza principal durante la pandemia. Prefería esperar al final de la crisis sanitaria. El escándalo con las “vacunas vip”, sin embargo, hizo detonar la relación.

“Alberto estaba muy furioso, muy caliente”, dijo un colaborador estrecho del Presidente, que aseguró que Fernández no estaba al tanto del operativo que se montó en la cartera sanitaria. Ayer, el Presidente le pidió explicaciones a Ginés González García y luego le ordenó a Cafiero que formalizara el pedido de renuncia. Cerca de las 20, a la Casa Rosada llegó Vizzotti, la sucesora. La funcionaria era del riñón del ministro (su padre era amigo de Ginés). Pero la relación se astilló durante la pandemia.

El vacunatorio exclusivo que González García montó en el Ministerio de Salud no fue el único atajo que se ofreció para acceder a la Sputnik V, sin esperar a un turno.

En rigor, desde que llegaron las primeras vacunas al país, el Ministerio de Salud se había reservado un “remanente” de al menos 3000 vacunas. Algunas se repartieron entre los funcionarios de la cartera sanitaria, aunque no eran personas de riesgo.

El último capítulo de esa trama tuvo que ver con la vacunación que se montó en la propia cartera de Salud. Invitado por un secretario de González García, en ese “operativo vip” se vacunó el periodista Horacio Verbitsky, según él mismo contó en su columna radial. En la lista de vacunados “sin turno” figuraron Valdés y Taiana, legisladores del Frente de Todos y titulares de las comisiones de Relaciones Exteriores de Diputados y del Senado, respectivamente.

En el entorno de uno de los legisladores vacunados aseguraron que fue el propio Gobierno el que les pidió a ambos que se inocularan e hisoparan antes de viajar con el Presidente a México el próximo domingo, para cuidar la “burbuja presidencial”.

Valdés se hisopó ayer en la Casa Rosada. En la Presidencia aseguran que Fernández nunca estuvo al tanto de que el diputado y el senador se habían vacunado en Salud.

Por la tarde, el Presidente decidió bajar a ambos legisladores de la comitiva que lo acompañará mañana a México. “Nunca pensé que estaba haciendo algo ilegal”, dijo Valdés ayer, incrédulo. El legislador es amigo íntimo del Presidente y tiene diálogo directo con Cristina Kirchner.

Según fuentes oficiales, entre los inoculados vip que recibieron la Sputnik V también se encuentra Florencio Aldrey Iglesias, empresario de Mar del Plata, y tres familiares de él.