Miércoles 24 - Por Rafael Mathus Ruiz - WASHINGTON.– El FMI dio un paso clave para distribuir US$650.000 millones entre sus países miembros, de los cuales la Argentina recibiría alrededor de US$4400 millones sin condiciones, una bocanada de oxígeno para las reservas del país que el Gobierno podría utilizar para afrontar vencimientos de la deuda este año y estirar las negociaciones con el organismo. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que presentará en junio una propuesta al directorio del organismo para realizar una nueva asignación de derechos especiales de giro (DEG, la moneda que utiliza el Fondo) por el equivalente a US$650.000 millones, la mayor inyección de liquidez en la historia del Fondo a través de este mecanismo. Georgieva dijo en un comunicado que la medida “beneficiaría a todos nuestros países miembros y respaldaría la recuperación mundial” tras la pandemia del coronavirus. La funcionaria anticipó que el staff del FMI desarrollará nuevas medidas para mejorar “la transparencia y la rendición de cuentas” en el uso de los fondos, un paso en el que se podrían incluir salvaguardas teniendo en cuenta que algunos de los países beneficiados con la medida están gobernados por regímenes autocráticos o dictaduras y han sido blanco de sanciones del Tesoro de Estados Unidos, como Myanmar, Rusia, China, Venezuela o Siria. “Si se aprueba, una nueva asignación de DEG agregaría un impulso sustancial y directo de liquidez a los países, sin aumentar la carga de la deuda. También liberaría recursos muy necesarios para que los países miembros ayuden a combatir la pandemia, incluido el apoyo a los programas de vacunación y otras medidas urgentes. Y complementaría la gama de herramientas desplegadas por el FMI para apoyar a nuestros miembros en este momento de crisis”, dijo Georgieva. La inyección de fondos frescos a las reservas del Banco Central desde el FMI le daría al Gobierno más margen para estirar la negociación con el staff del organismo, incluso más allá de las elecciones legislativas. Si bien el ministro de Economía, Martín Guzmán, había dicho que “sería aceptable” cerrar el nuevo acuerdo en mayo, en el oficialismo señalan que lo importante es llegar al mejor programa posible para la Argentina antes que cumplir con un plazo. |