Por Francisco Jueguen - La actividad económica creció 1,9% en enero, la novena alza mensual consecutiva. según analistas, la tendencia depende ahora de la evolución de la pandemia. ¿Salud o economía? El dilema vuelve a abrir tensiones en el Gobierno con la llegada de la segunda ola de Covid y por el lento ritmo de vacunación en el país. Sin embargo, esta vez la decisión deberá tomarse en medio de un creciente hartazgo social, tras una caída de la actividad económica de casi 10% en 2020 y en un año de elecciones. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) mostró una baja interanual de 2%, pero una recuperación mensual desestacionalizada de 1,9%, según el Indec. Acumuló así la novena suba mensual consecutiva y la de mayor magnitud de los últimos cuatro meses.el Ministerio de Economía afirmó que la actividad supera el nivel de marzo de 2020 y se ubica 1,3% por debajo del nivel precovid (febrero de 2020). “Todos los sectores mejoraron su performance, ya sea que crecieron o desaceleraron su caída, salvo uno que repitió el comportamiento de diciembre”, destacaron cerca de Martín Guzmán. La mayor baja se dio en el rubro Hoteles y restaurantes (-39,1%), uno de los más golpeados por la caída del turismo. Le siguieron Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-19,2%) y Transporte y comunicaciones (-15,8%). La construcción creció 10,2% y la industria, 4,6%. Quienes siguen de cerca los números comenzaron a observar signos de fortalecimiento de la recuperación. En el Ieral afirman que los sectores intensivos en energía eléctrica estarían recuperando el nivel de 2019 y que la recaudación impositiva de este mes viene firme. Un cálculo de ese centro de estudios la ubica creciendo al 12% interanual en términos reales. La consultora de Orlando Ferreres estimó un alza de la inversión en el primer bimestre de 8,4% impulsada por la construcción, pero también por la compra de equipo durable para la producción (por las expectativas de devaluación). El Gobierno mostró ortodoxia en cuanto a la emisión monetaria en enero y febrero y acelera el atraso del dólar para frenar la inflación, que en marzo volvería a ser elevada, pero se desaceleraría en abril. En ese sentido, los economistas privados estiman que lo único que podría ahogar el repunte de la economía son nuevas restricciones estrictas de circulación que afecten la producción. Anteayer el país registró más de 14.000 contagios, el peor número en más de 150 días. El ritmo de vacunación es bajo, de menos de 100.000 personas por día. La semana pasada el Indec confirmó un derrumbe del PBI de 9,9% el año pasado. El Gobierno estimó que la economía crecería este año 7%, pese a que el presupuesto 2021 habla de 5,5%. Gran parte se debe al arrastre de fines del año pasado, que deja un piso de entre 5% y 6%. “El año pasado me gasté todos los ahorros para sostener el negocio”, contó el dueño de una peluquería de Recoleta a la nacion. “Si cierran este año, no va a ser posible aguantar”, acotó. Esa situación aparece en las estadísticas oficiales. A ella se refirió la Dirección Estadística de la Ciudad de Buenos Aires en un módulo sobre el impacto económico del Covid-19 en empresas de comercio y servicios porteñas. “Las variables más sensibles a las restricciones para la circulación de personas y la actividad económica fueron la facturación (69,1% de las empresas tuvo caídas) y la demanda (59,2%)”, estimó el informe sobre 745 compañías del distrito. Casi 60% utilizaron reservas patrimoniales para sostenerse. “El dato de enero es mejor de lo esperado”, afirmó Jorge Vasconcelos, economista jefe del Ieral. “Hay una contribución positiva a la variación del PBI de 1,78 puntos porcentuales de los sectores menos afectados por el distanciamiento, pero una contribución negativa de 3,5 puntos porcentuales de los sectores que dependen de la vacuna para su plena normalización. Los atrasos con la vacuna hacen que ese lastre al rebote de la economía tienda a persistir en buena parte del primer semestre”, agregó. Consultados por la nacion, Lorenzo Sigaut Gravina (Ecolatina), Martín Vauthier (Ecogo), Guido Lorenzo (LCG) y Gabriel Caamaño Gómez (Ledesma) recalcaron que la economía tiene poco margen para cierres como los de marzo y abril de 2020 por el impacto que generaron en el empleo, la pobreza y la actividad (sobre todo en servicios). Creen que habrá restricciones parciales ante una segunda ola. Estas implicarían un golpe más restringido. “Todo es una gran incógnita”, destacó uno de ellos, sobre todo, ante las cuarentenas en distintas ciudades del mundo, incluso de países con vacunación avanzada. Fernando Marengo, socio y economista jefe de Arriazu Macroanalistas, celebró que luego de la “implosión” que generó el aislamiento haya “una esperable” recuperación. “La suba de precios internacionales va a generar dos puntos adicionales a la demanda, y siendo un año electoral el Gobierno no va a ahorrar nada. Esto plantea un escenario de recuperación hasta las elecciones, con un Banco Central controlando el tipo de cambio oficial, paritarias al 30% y retraso de tarifas. O sea, un panorama de recuperación con desaceleración de la inflación”, dijo el economista, que alertó que en algún momento habrá que acordar con el FMI para sumar inversiones, ajustar tarifas y bajar el gasto.
|