Por Carlos Burgueño - El Gobierno planteará durante la ya iniciada gira por Europa (ver aparte) el reclamo de un “puente de tiempo” al Club de París, para que se le acepte al país una especie de “waiver” para no caer en default en julio. Para esto, la Argentina le explicará en horas a los que tienen que tomar la decisión dentro del organismo financiero internacional, que efectivamente y de “buena fé”, el país está negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un acuerdo de Facilidades Extendidas. Pero que estas conversaciones no podrán llegar a buen puerto antes del vencimiento del 30 de julio; con lo cual el Club de París debería esperar unos meses más hasta discutir una prórroga de los vencimientos por unos u$s 2.400 millones que se le deben a los estados acreedores nucleados en ese organismo. El planteo no es una novedad. Fue lo que en abril pasado explicó con detalles Martín Guzmán ante sus pares de Alemania, España, Italia y Francia. Lo importante del planteo es que ahora es Alberto Fernández quien pedirá el “puente”, dándole volumen político a lo solicitado por el ministro de Economía argentino. El Presidente defenderá además personalmente al funcionario como el único referente de su gobierno para negociar todos los capítulos contenidos en la deuda externa. Sucede que las noticias sobre las diferencias locales sobre los criterios de las negociaciones con el FMI llegan a las capitales europeas; con lo que la confirmación de Alberto Fernández sobre la autoridad del ministro para hablar de la deuda y exponer las posiciones del país, será un espaldarazo importante para Guzmán. El encuentro más importante de la gira en el tema club de París, será el que protagonicen Fernández con el jefe de Estado francés Emmanuel Macron, en un meeting donde compartirá cartel con el ministro de Economía de ese país, Bruno Le Maire; la persona que por tradición desempeña el cargo de titular del Club de París. El jefe de Estado tendrá la misión de explicarle a sus anfitriones el plan del gobierno, ya adelantado por Guzmán ante Le Maire hace más de 20 días. Una vez terminada la reunión con los funcionarios franceses, y de ratificada su estrategia, Guzmán tendrá su reunión más importante de la gira europea. En la escala romana lo espera para entablar un largo diálogo la titular del FMI, Kristalina Georgieva. Los términos del encuentros serán duros y definitorios. La búlgara quiere saber que tan profunda es la buena fé del gobierno argentino, y que tan seria en la promesa de Guzmán de discutir en serio el cierre de las negociaciones con el FMI para alcanzar una Carta de Intención en los términos en los que Guzmán venía negociando. Esto es, un acuerdo a 10 años, con la tasa de interés habitual que aplica el FMI para los casos de Facilidades Extendidas y que, en el caso que se habiliten tiempos más largos en el futuro, se incorporen en un cláusula extra a incorporar en el acuerdo Facilidades Extendidas. Suponen los argentinos que el Club de París será condescendiente con la posición que llevan a Europa Alberto Fernández y Martín Guzmán. Se especula con que el reclamo que proponen el Presidente y su ministro de Economía es razonable en medio de un panorama mundial donde la pandemia hace estragos. Y que no se trata de un default sino de un pedido de extensión de los vencimientos hasta que lleguen las novedades de la negociación con el FMI. Hay un argumento político en los papeles del jefe de Estado y el funcionario. Durante el gobierno de Mauricio Macri se tomó deuda por unos u$s44.800 millones, dinero que no se usó en un sólo dólar para liquidar la deuda; sino todo lo contrario. Macri decidió, a propuesta de Dujovne, postergar el pago de 2019; pese a tener dólares disponibles del organismo con sede en Washington para cancelar deuda. Recordó Guzmán en su encuentro con Le Maire y Moulin, que en la misma época que debían pagarse los vencimientos del Club de París, el stand by del FMI se utilizaba para contener al dólar oficial; alterando el estatuto del oraganismo que manejaba, curiosamente, Christine Lagarde. La ex ministra de economía francesa, durante su gestión como funcionaria en su país, detentaba el cargo de titular formal del Club de París, con lo que sabía luego como titular del FMI que el dinero del stand by no se estaba utilizando correctamente. |