Por Francisco Jueguen - Pocos días antes de que se conozca la inflación de abril (este jueves), que el Gobierno y los analistas del sector privado calculan en torno del 4%, el Gobierno está terminando de definir una nueva canasta de precios básicos y accesibles para atravesar el período previo a las elecciones legislativas. Durante los anuncios que el presidente Alberto Fernández realizó el viernes en la Casa Rosada sobre algunas ayudas sociales en medio de las nuevas restricciones por la pandemia, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, dio algunos detalles de esa nueva canasta de alimentos, que, según dijo, estará presente sobre todo en los almacenes, los supermercados chinos y otros establecimientos de cercanía. Se trata de una modalidad diferente de las de Precios Cuidados, que se encuentra vigente, pero se desarrolla fundamentalmente en los grandes supermercados minoristas y mayoristas. Por otro lado, el problema de Precios Máximos –el otro programa antiinflacionario oficial que consiste en el congelamiento de 100.000 precios al nivel que tenían en marzo de 2020– es que se cumple justamente en las grandes superficies, aquellas a las que el Gobierno puede efectivamente controlar digitalmente. Fue una de las consideraciones que hizo el propio Fernández al explicar cómo se le escapa la inflación al oficialismo. “No es para grandes. Es para comercios barriales, chinos, entre otros. Para los súper grandes sigue vigente Precios Cuidados”, confirmó una importante fuente del Ministerio de Desarrollo Productivo a la nacion. Según afirmó el propio Kulfas, la canasta tendrá 120 productos de los rubros alimentos, bebidas e higiene personal. La idea es que los precios accesibles de esta canasta, que se negocia con grandes empresas del sector desde hace un mes, se mantengan entre junio y diciembre próximos. Esto quiere decir que estarán vigentes en el período en el que se votará para las PASO, pero también en las legislativas de noviembre. Una de las novedades que trae el acuerdo es la intención de que los precios pactados con las empresas estén impresos en las etiquetas de cada producto, con la intención oficial de que no exista reventa a valores más altos. Se trata de una estrategia con la que alguna vez buscó experimentar Guillermo Moreno en sus tiempos de secretario de Comercio Interior, con las botellas de aceite. En un primero momento de esta negociación, las empresas se habían negado a implementar ese pedido oficial de Paula Español, debido a la premura que existía en la Secretaría de Comercio Interior, que ella dirige, para que la canasta de precios viera la luz. Un dato que preocupa Este jueves, el Indec publicará un nuevo dato de inflación, el de abril, que se espera vuelva a ser muy alto. El Relevamiento de Expectativas del Mercado de abril –un informe que realiza todos los meses el Banco Central–, que se conoció el viernes recalcula al alza la inflación de este año. Frente al 29% que proyecta el presupuesto aprobado por el Congreso, los expertos relevados en ese informe esperan que oscile entre 47,3 y 47,5% en el acumulado anual. Para abril lo calculan en 3,8% promedio, y solo esperan que baje a entre 2,5% y 2,8% mensual en el trimestre en el que transcurrirán las elecciones. Pese a las críticas por las subas de costos tras un año de congelamiento de precios y avances del dólar, las paritarias, los gastos derivados del Covid-19 y la inflación, las empresas del sector de consumo masivo aceptaron negociar. El anzuelo oficial fue que esta canasta terminaría reemplazando a Precios Máximos (muy cuestionado por las empresas), que vence dentro de una semana. Pese a las promesas oficiales, las empresas todavía dudan. |